#21 Bebita

31.2K 2.3K 38
                                    

Aspen:

Lo he dejado en Shock, así que trato de que entienda mi decisión.

—Ya serán cinco meses, Bastian.—Le recuerdo.—El bebé podría venir en cualquier momento y el riesgo es mayor a partir de ahora, quiero pasar el resto de los días en casa y..

Luce aliviado por un momento y si, puedo acogerme al subsidio por maternidad y aceptar los meses de descanso que me darán, pero no se trata de eso, además estoy segura que dada mi condición, Bastian buscara la manera de darme más meses de descanso, incluso ahora.

—Para eso no tienes que renunciar, Aspen.

—No.. , si tengo que hacerlo.

Su rostro se transforma al oírme.

—Parece que no estuvieras al tanto de la condiciones que te puse al contratarte, tenemos beneficios y ..

—Bastian..

—Tu caso es especial, no necesitas renunciar.

—Pero quiero hacerlo.

— Aspen..

—Gracias por todo, pero necesito hacer esto.

Me ve como si no supiera que hacer, Bastian no quiere dejarme ir de la empresa y no es solo por mi desempeño, que en otro momento me sentiría halagada, pero dado nuestra historia, es una razón mayor del porque lo hace.

Somos él y yo.

—No importa lo que diga.. ¿No vas a cambiar de opinión, verdad?

Con el dolor apretándome, respondo.— No, no lo haré.








¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.









—¡Es una niña!

El doctor luce más entusiasmado por lograr que finalmente nuestro bebé se mostrara, es como un logro más para él, suelto una risita conteniendo mi alegría y mirando el monitor de bebes.

—Una niña..— Escucho a Bastian, dejo el monitor de bebes para observarlo, justamente al mismo tiempo pone los ojos en mi mientras una bella sonrisa eleva las esquinas.— Espero que tenga tu cabello rubio, Rubia.

Rubia..

¿Cuánto ha pasado desde la última vez que lo oí llamarme así?

Demasiado.

Me rompo y comienzo a lagrimear, viendo la bella imagen de mi ahora, bebita.

Si es hermosa.

Es muy hermosa.

Y ahí, llenos de emoción, Bastian y yo nos quedamos contemplando la mejor versión de nosotros.








¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.








Cuando el doctor nos deja solos en el consultorio, proceso a abotonar mi blusa y tengo los ojos de Bastian en mi todo el tiempo, sin embargo no me observa con lujuria o deseo, él está emocionado y es la mirada más sincera que he amado de él.

Cuando intento bajar de la camilla se acerca a mí, me toma del brazo y me ayuda a bajar.

—Gracias.

Pasan los segundos y no suelta mi brazo, en lugar de eso, desliza los dedos por mi brazo hasta mis manos y finalmente me suelta para poner su palma sobre mi vientre abultado.

Él sonríe acariciando y su sonrisa crece cuando nuestra bebita patea.

—Patea fuerte.

—En las noches aún más. — Menciono captando su atención. — No me deja dormir varias de ellas.

Bastian le habla a mi barriga. —¿No dejas dormir a mamá, eh?

No puedo con la emoción.

—Mamá necesita descansar, bebé. —Sigue hablándole y mis ojos arden. —Para que tú estés bien. —Bastian pone los ojos en mí. —Para que ella este bien.

La mano de Bastian deja mi vientre para acariciar mi rostro, coloca los mechones de mi cabello rubio detrás de mi oreja y su pulgar me acaricia sobre los pómulos cuando las lágrimas caen, las limpia y me da otra sonrisa.

—Ya emocionaste a mamá.

Sus ojos se quedan viendo mi rostro, lo observo tragar duro.

¿Por qué lo haces tan difícil, rubia?

—Bastian..

—Todos estos días el trabajo me ha mantenido ocupado,pero .. ¿Qué hago cuando por un descuido pongo los ojos en tu sitio? ¿Cuando te veo a ti? ¿Qué hago entonces?

Me muerdo los labios.

El niega despacio.—Dime la forma de olvidarme de ti porque te juro que por más que busco, no la encuentro.

Yo también no la encuentro y no quiero dejar de quererte.

Contengo las lágrimas aunque mi estado hormonal me grite que siga llorando, Bastian no dice nada más y continua acariciando mi rostro, entonces nuevas palabras brotan de sus labios.

—Cena conmigo.

Parpadeo con las pestañas llenas de lágrimas, algunas caen aunque he sido capaz de aguantar mi llanto.

—¿Estas..?

—Si, Aspen, estoy invitándote a cenar. 

Contra Todo Pronostico (#10 Saga Bebé)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora