Más allá de la amistad

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—Trunks, ¿qué tienes?—preguntó. El mayor se sorprendió un poco.

—¿Qué haces aquí?—su voz se escuchaba entrecortada por el llanto.

—¿Lo olvidaste? Te dije que esperaría aquí para pasar la noche juntos—acarició su espalda—. ¿Qué te ocurre?

—Nada—se cambió de ropa velozmente frente al menor y se sentó en el suelo, después cubrió su rostro con sus manos. El pelinegro suspiró, de nuevo su amigo estaba tratando de guardarse todo su malestar. Se sentó a su lado y siguió acariciando su espalda, tratando de calmarlo.

—¿Te fue mal en tu cita?—él negó—. ¿Te dijo algo feo esa niña?—volvió a negar—. ¿Entonces qué te pasa?

—Estoy solo...—el menor no comprendió—. Mi familia no quiere pasar tiempo conmigo desde que Bra apareció, ya no les importo.

—No digas eso...—le mostró una sonrisa—. Tus papás te quieren...

—¡No hacen otra cosa que pasar tiempo con ella y no conmigo!

—Ella es un bebé, no puede hacer cosas por sí misma...—explicó. El pelilila seguía sollozando al escuchar eso.

—Me molesta que hasta papá sea bueno con ella, porque conmigo nunca lo fue—el pelinegro revolvió su cabellera.

—El señor Vegeta era muy malo antes, pero después cambió. Gohan me dijo que desde que tú eras bebé se preocupaba por ti pero no lo demostraba porque no sabía cómo—el mayor se veía un poco más relajado.

—Para ti es fácil decirlo porque tú no tienes este problema—ocultó su rostro en sus rodillas. Goten soltó un suspiro.

—Tú sabes que a mi papá lo conocí cuando tenía siete años—el pelilila tragó saliva al escuchar eso, había olvidado por completo que Goten había crecido sin padre porque el señor Goku estaba muerto—. Me gustaba mucho estar con Gohan incluso después de que mi papá pudiera volver a estar con nosotros. También me sentí como tú cuando él decidió casarse, y más porque tiempo después tuvieron a su bebé. Ya no jugaban conmigo como antes y eso me hacía sentir mal, porque mamá y hasta el señor Piccolo estaban más tiempo con ellos.

—¿Y qué hiciste?—volteó a verlo—. ¿Acaso no te sentías solo?

—¿Por qué me sentiría solo si te tengo a ti?

Las mejillas del pelilila se enrojecieron al escuchar esas palabras. Goten alejaba la soledad porque siempre podría contar con él. Ambos, como mejores amigos, siempre estarían allí para el otro sin importar nada.

—Trunks, mientes al decir que estás solo porque yo jamás te dejaré.

Aquella sonrisa del pelinegro era muy tranquilizadora. Incluso podía apreciar que sus mejillas se habían sonrosado al decir esas palabras.

Ambos jóvenes habían mostrado gran apego desde que eran sólo unos bebés, siempre habían sido los mejores amigos. A veces peleaban pero siempre volvían con el contrario porque su amistad era más importante que cualquier boba pelea.

Trunks se permitió sonreír un poco. ¿Por qué era que con Goten se sentía mejor que con cualquier otra persona? Ese día quiso salir con alguien y no podía pensar en nada más que en lo mejor que sería estar con él. ¿Por qué esos ojos negros podía admirarlos hasta cuando están mirándolo mal, pero los ojos de cualquier otra persona más le parecían extremadamente comunes?

Miró sus labios, ¿por qué le atraían tanto? Nunca antes se había puesto a inspeccionar el rostro de su mejor amigo, le parecía demasiado especial. Y las palaras que le dirigía su amigo llegaban a lo más profundo de su ser, porque incluso un simple saludo era capaz de alegrarle el día entero.

Más allá de la amistadWhere stories live. Discover now