Más allá de la amistad

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—¡No es lo mismo!—soltó aire—. Una cita es diferente...

—Jeje, bueno—colocó su mano detrás de la cabeza y empezó a reír—. ¿Te molesta si te espero en tu habitación?

—Está bien, volveré en tres o cuatro horas—el menor asintió.

—¡Suerte, Trunks!

El pelilila emprendió vuelo y fue rumbo al lugar donde había acordado tener una cita con aquella chica. No era secreto que Trunks era muy codiciado entre las niñas por ser alguien guapo y además muy inteligente, por lo que la invitación fue aceptada casi al instante. Pero lo cierto era que se le dificultó escoger a la persona con quién ir. No había alguna chica que le interesara, así que escogió a la que todos decían que era la más linda aunque no le pareciera así.

Aterrizó en un callejón y salió caminando. La vio a lo lejos, vestía un lindo vestido blanco y botas cafés. Se veía muy bonita, incluso algunos otros adolescentes que pasaban por ahí volteaban a verla. Momento, ¿cuál era su nombre? El pelilila sudó frío mientras caminaba hacia ella, ¿en serio había olvidado el nombre de la chica con la que estaba saliendo? Si ella lo notaba iba a ser un verdadero problema.

—¡Hola!—saludó sin llamarla de algún modo en especial por miedo a equivocarse.

—¡Hola, Trunks!—devolvió el saludo abrazando al chico.

—¿Te parece si vamos al cine?

***

¿Por qué se sentía tan aburrido? Había hecho lo mismo que hacía siempre con Goten: ir al cine, ir a comer e incluso se había tomado la molestia de haberla llevado a una feria. No había nada de diferente, lo único que cambiaba era la persona con quien compartía su tiempo.

Bueno, era obvio que prefería mil veces pasar tiempo con su mejor amigo. Pero eso debía cambiar, ¿no? Algún día deberán ambos conseguir pareja y cuando ese momento llegue deberán distanciarse. Entonces, ¿por qué se aferraba en pensar que no quería perder a su mejor amigo? ¿Acaso era porque con él podía divertirse más? Claro que es lógico que su amigo era mucho más divertido que todas las personas que conocía, ¿pero tanto para querer negarse a conocer a alguna chica? Empezaba a creer que sí.

—Me divertí mucho, Trunks—dijo ella. Ambos estaban en la puerta de la casa de la castaña.

—Yo igual—fue lo único que pudo decir.

—Bueno, gracias por todo—le dio un beso en la mejilla y entró, dejando al pelilila solo.

Trunks caminó hacia su hogar. El cielo nublado amenazaba con iniciar una lluvia, pero no le importó. Tenía tantas cosas en qué pensar que el viento frío no le molestaba, ni la ligera llovizna que empezó, ni que luego de varios minutos ya se encontraba completamente empapado. Llegó a su hogar y entró tranquilamente. Su madre y abuelos estaban en la sala, así que se quedó en el marco de la puerta.

—Mamá, ya llegué—avisó.

—Sí, cariño. ¿Te divertiste?

—Sí, estaré en mi habitación...

Y sin recibir respuesta se alejó de ahí. Su madre ni siquiera había volteado a verlo por estar viendo a su hermanita, a quien arrullaba en brazos. Tal vez si lo hubiera regañado por haber llegado completamente empapado sentiría que su mamá todavía se preocupaba por él.

***

Goten estaba en la habitación de su amigo. Se encontraba de cabeza viendo hacia la puerta, algo aburrido por estar esperando tanto. Su espalda chocaba con el suelo y sus piernas se acoplaban en la base de la cama, como si estuviera sentado sobre la base. La puerta se abrió y su sonrisa se amplió a ver a su mejor amigo. Sin embargo se borró lentamente al notar las lágrimas en sus ojos. Se puso de pie y se acercó.

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