CAPITULO 12

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( ACTO DOS; CAPÍTULO UNO)Asgard

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( ACTO DOS; CAPÍTULO UNO)
Asgard


A primera vista, Asgard lucía muy vanidoso para Rhyfedd. Solo lo decía por toda la decoración de oro en la ciudad, y es que era demasiado para ella, quien nunca había entrado al museo de arte en Nueva York, y eso es hablar a leguas.

Iba detrás de la guardia de Loki, quien iba a adelante con unos grilletes, pero la azabache admiraba como boba toda la estructura magnífica del palacio. Casi caía encima de uno de aquellos soldados, y este le gruño cuando chocaron. Rhyd solo hizo una mueca sin exclamar nada, pero tan solo eso hizo que el dios más poderoso pusiera su atención en ella.

— ¿Quién eres tú, joven doncella? — hablo con su prepotente voz desde su silla.

La azabache solo giro un poco su cabeza para ver al hombre de cabello largo, algo blanco, sentado en el trono y portaba una armadura parecida a la de Thor. Trago duro, y con timidez, camino por el lado izquierdo de las filas de los soldados, para acercarse un poco, al que ella cree es Odín.

— Su majestad — exclama, pero no hace una reverencia por la vergüenza de equivocarse si la realizaba — Soy Rhyfedd Dwyer, de Midgard — dice no muy segura y meneaba la cabeza, captando un ceño fruncido por parte de la reina de Asgard — Soy amiga de Thor, y vengo como parte de la Tierra para vigilar al dios de las travesuras —

— Lady Rhyfedd — dice el padre de todo — Acompaña a mi esposa, Frigga, ella te mostrara tus aposentos — le informa, dejando a ver que los dejaran solos.

La verdad, a Rhyd no le daba una buena espina aquel dios, pero por temor, asintió y giro para ir con la diosa; ya cuando ambas estaban caminando por el pasillo, no pudo evitar lanzar una mirada sobre su hombro derecho, observando que Loki tenía su atención en las dos. Negó, y dirigió su mirada al frente. Y sin quererlo, el eco de los gritos de Odin también las perseguía.

— ¿Eres de Midgard? — le cuestiona la señora después de un tiempo en silencio.

— Si, su majestad — respondió.

De antemano, mientras caminaban por el puente arcoíris, sabía que debía de tratar a los padres de los dioses como lo que eran, reyes de todo un pueblo, por más extraño que se escuchara, fuera del suyo.

— Es curioso — siguió conversando la mujer, pero ahora sujetando la mano derecha de la azabache y lo rodeaba en su brazo izquierdo — Tener una doncella de aquel mundo, los mortales nunca han tenido el privilegio de pisar estas tierras, pero si has accedido a venir, no es sólo para cuidar a mi hijo, ¿cierto? — le pregunta viéndola de reojo.

Rhyfedd solo se puso roja, no sabiendo como responder a aquello. Ahora mismo, su abuela debe de estar retorciéndose en su tumba por la tremenda decepción de que a su nieta se le olvidaran todas aquellas clases de historia mitológica.

— Esta en lo cierto, su alteza — termina diciendo con un suspiro admirando lo que le mostraba el edificio como distracción — Mi familia fue maldecida hace miles de años, y Loki, me reveló algo que me dejo en confusión — admite, relatando en breve todo — Vine aquí para encontrar respuestas, si no es molestia majestad —

— Claro que no, Lady Dwyer — contesta la mujer de cabellos largos, casi pelirrojos e hizo un movimiento con su mano, haciendo que uno de los sirvientes abriera una puerta enorme en dorado.

Se quedo sorprendida al ver que ya habían llegado a los que serían sus aposentos, y cuando ingresaron, Rhyfedd se imaginó prendada al suelo con tanta belleza para ella sola. Tenía una enorme habitación para ella sola, este aposento equivalía a su pequeño departamento por más loco que suene.

— Le recomiendo que use nuestras prendas — empieza a decirle Frigga, quien se quedó a los pies de la habitación — En un momento, unos mozos se las traerán y luego puede ir a acompañarme, me gustaría aprender de su cultura y ver si puedo ser de ayuda con su búsqueda de respuestas —

Rhyfedd le dio de respuesta una sonrisa, sin enseñarle los dientes, y eso fue todo para ella, retirándose. Detrás de la reina, la puerta se cerró y dejo a una Rhyd todavía embobada.

*****

Probarse vestidos nunca ha sido su fuerte, y por tremenda suerte, uno fue de su agrado. Era uno en tonalidades grises con verde, algo muy Slytherin, caía hasta cubrir sus pies, y sobraba un poco de tela, su clavícula estaba al descubierto y las mangas eran acampanadas. Una de las mozas quiso hacerle un medio recogido, provocando que el resto del cabello no sujetado, cayera por su espalda en unos bucles no muy bien hechos, pero le daban un aire rebelde.

Ah decir verdad, no se sentía incomoda. Iba a con Frigga, pero la diosa nunca le dijo en dónde estaría, sin embargo, la suerte estaba de su lado, ya que vio la distinguida cabellera del dios que la trajo a este lugar.

— Lady Rhyfedd — exclama Thor cuando se encuentra de frente a frente — Ya parece de Asgard con estos ropajes —

Rhyd ríe — Si, fue gracias a tu madre — informa la azabache.

— Si, mi madre benevolente — y suelta un suspiro — Ella espera que Loki siga teniendo un lado bueno —

La azabache frunce la nariz, como un gesto de desacuerdo, pero tampoco podía opinar mucho del tema. Ella realmente no conoce al dios y a pesar de lo que hizo en Nueva York, no sabia sus razones.

— Así son las madres, ¿no? — es lo que logra decir y saco una sonrisa del rubio — Bueno, antes que esto se ponga triste, ¿sabes dónde puedo encontrar a tu madre? —

— En sus aposentos o en la biblioteca — le dice, olvidando el hecho de que Rhyd no conoce el palacio — Oh si, sus aposentos son al final de este pasillo. La biblioteca está en el ala oeste, no te perderás si vas a ese —

— Mil gracias Thor — le dice y se retira, siguiendo las indicaciones del dios del trueno.

Lo que no sabía, es que encariñarse tanto con alguien, le podría afectar el corazón y el alma, por tercera vez. Más ella, no conocía, que sin Frigga no sabría nada de quien es realmente.




Me entró medio con este capítulo porque lo re-escribí como cinco veces y no me gustaba

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Me entró medio con este capítulo porque lo re-escribí como cinco veces y no me gustaba.

Y me dará más miedo cuando haga el capítulo con las respuestas de Rhyd.

Pero bueno, aquí los introduzco a The Dar World y lo que hará Rhyd en este. Sin duda, este acto es que él abrirá más horizontes para mis próximas historias.

Ya saben lo típico, comenten y voten, con amor, Ivy.

Monster | LOKI LAUFEYSONWhere stories live. Discover now