Donde Dios dejó su videocámara: S.E.X.

Glosario

Abaddon el Destructor: Actual líder celestial y jefe de la Inquisición. En el pasado formó parte del equipo de Raziel y Duma. Cuenta con el apoyo de los tres arcángeles.

Akasha (o éter o quintaesencia): El quinto elemento, el más complicado de todos. Duma es experta en saber controlarlo y por eso puede controlar los sueños de las personas. También está relacionado de alguna forma con las premoniciones y profecías. Los ángeles usan armas hechas de akasha y las infunden de poder sagrado.

Ambrosía: Bebida cuya preparación sólo conocen algunos ángeles de alto rango. Beberla hace a alguien más poderoso, pero con el precio de que acaba con sus emociones. Los arcángeles beben ambrosía para que no les afecte la humanidad al estar en cuerpos materiales. Como suele llevar a la locura, su consumo es de uso restringido.

Anakim: Hijos de demonios con humanos, aunque Lucifer los tiene prohibidos para demostrar que los demonios en realidad son más responsables que los ángeles cumpliendo las órdenes de Dios, cometió una excepción con sus nietos. Son iguales que los nefilim, salvo porque desarrollan un lado oscuro que se puede descontrolar.  

Ángel: Los siervos perfectos y sagrados de Dios. Tienen un cuerpo celestial, aunque para trabajar en la Tierra, decidieron que era mejor materializarse en uno material. Pueden poseer cuerpos humanos, si éstos les conceden el permiso. La mayoría le coge apego a un solo cuerpo a lo largo de los siglos, pero a algunos no les importa ir poseyendo diferentes cuerpos. Sus cuerpos celestiales son asexuales y sin género, pero pueden sentirse más masculinos o femeninos o queer a la hora de elegir un cuerpo en el que materializarse. Siguen una jerarquía muy estricta y la mayoría reciben órdenes de quienes están algo más arriba, rara vez las reciben de los mandamases en persona. Desde que Abaddon gobierna el Cielo, ése se ha burocratizado y todos los ángeles están obligados a trabajar para la Inquisición, lo que provocó que Menadel y sus seguidores se revelaran en la Segunda Guerra Civil del Cielo. Para ellos, el máximo poder es el de la Creación. Parece que no tienen emociones, pero la realidad es que no las expresan igual que los seres humanos, aunque los que pasan más tiempo en la Tierra, se les pega la forma de ser de los humanos; a estos ángeles  los consideran "contaminados por la humanidad". Cuanto más lejos de todo lo material, más puros y cerca de Dios están. Tienen estrictamente prohibido tener relaciones sexuales y enamorarse, pues no deberían ser más que "cyborgs sagrados" que existen para cumplir con sus órdenes sin cuestionarlas, pues los planes divinos solo los puede comprender Dios. Sus alas son muy importantes, son mucho más de lo que aparentan.

Anular: Es el máximo poder que puede tener un  ángel, el de reducir a polvo de estrellas a otro ángel. De cualquier otra forma, reviven. Abaddon y Raziel son los únicos que pueden anular por sí solos, aunque les deja agotados. Los arcángeles también pueden, pero mejor necesitan la ayuda de alguien más con este poder.

Apolion: El ángel líder de la sede inquisitorial de Atenas.

Arcángel: Son los príncipes del Cielo, el único rango nobiliario que tienen a diferencia e los demonios. En realidad, se trata del único titulo con el que los ángeles no nacen, sino que se otorga. Puede significar "el que gobierna" y "mensajero" y esto es lo que son. Actúan de nexo entre el mundo celestial y el material, para eso tuvieron que sacrificarse y materializarse en cuerpos humanos, algo que para unos seres de tan alta jerarquía celestial resultó traumático, ocasionando su locura. Los demás ángeles les veneran y respetan por su sacrificio, pero ninguno en su sano juicio querría ocupar su lugar. Antes había más, aunque por razones que nadie sabe ya sólo quedan tres: Miguel, Rafael y Gabriel. Apoyan a Abaddon.