Sensaciones (VladxDanny)

Nueva oportunidad

Un golpe... Dos golpes... Tres golpes a la puerta.

Jack llamó a sus hijos para que bajaran al recibidor y entusiasmado se dirigió a la puerta para abrirla.

Ya eran las seis en punto y estaba casi seguro de que, quien estaba detrás de esa puerta era Vladimir, Danny se había prometido que daría su mejor esfuerzo por actuar normal, ya había dicho que lo que había pasado con su madre no lo recordaba, por lo tanto verlo no debía afectarle y tampoco era como si estuviera enamorado, no, claro que no, así que sería pan comido y sobre todo, el que se estuviera ocultando entre la puerta y la pared no significaba nada.

- ¡Hey! Hombre V, que bueno que viniste, llegas justo a tiempo -Habló sonriendo mientras se hacía a un lado para dejarle pasar

- Jack, hice un espacio en mi agenda para ver a mi familia favorita -Hizo una sonrisa torcida y el mencionado azotó la puerta dejando al descubierto a Danny pero Vlad le daba la espalda así que solo se repego más contra la pared- Jazmín querida, luces preciosa

- Hola tío Vlad -sonrió y le dio la mano para saludarlo- tú tampoco luces mal

La tomo y dejó un suave beso en esta, el chico puso mala cara- mira los presentes que he traído esta vez

- Tío Vlad muchas gracias, pero no tienes que traernos algo cada vez que vienes a visitarnos

- Lo se, pero yo insisto, además es un pequeño gusto que puedo permitirme -enseño dos bolsas de cada lado- Estos son tuyos y porfavor, entregale estos otros a Daniel

Jazz iba a hablar pero su padre la interrumpió, rodeando por los hombros al otro -¡Jaja! Te tengo buenas noticias viejo amigo, esta vez podrás dárselo tú mismo -se dieron vuelta y ahí encontraron al más joven intentando fundirse con la pared- Logramos convencerlo para que nos acompañara hoy ¿No es genial?

Vlad lo miraba con asombro mientras éste le mantenía la mirada fija- Por supuesto -Se apartó del otro, sonrió con arrogancia y dijo con firmeza- Daniel, ven aquí -el mencionado se crispo pero avanzó desconfiado en cuanto el mayor volvió a hablar- tengo algo que darte -

Le extendió dos bolsas azules con decorados de naves- aún te sigue gustando la astrología ¿no es así? -como si no lo supiera, Danny había visto a sus estúpidos pajarracos fantasmas merodeando cerca de él un par de veces, sabía que lo estaban vigilando, pero él hacía como que no los veía.

- Si, muchas gracias... Vladimir, pero no quier- -

- ¡Hijo! No seas grosero y acepta lo que te está dando Vlad - volvió a gritar su padre mientras lo codeaba y lo abrazaba de los hombros, así que se acercó desconfiado para tomar las bolsas.

Sintió como el otro intentaba tomarle las manos, pero se aparto antes de que pudiera hacerlo y musitó un tímido "gracias"

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Jazz tenía razón, esas cenas eran aburridas.

Su papá solo hablaba de los viejos tiempos y de cómo se divertían de universitarios, su mamá intervenía cada tanto para mencionar algún trabajo o proyecto que tuvieron juntos y Vlad, no paraba de utilizar ese molesto vocabulario formal, sabía que él era educado, pero estaba exagerando con eso y cada que lo veía hablando con su mamá sentía un revoltijo en el estómago y el hambre se le iba.

Estaba tan concentrado desquitandose con un chicharo que no se dió cuenta de que le estaban hablando

- Danny, hijo ¿Estás bien? -

- ¿mhn? Si mamá, perdón ¿que? -

- No respondes amor, vlad te preguntó algo -

- que qué tal te va en la escuela Daniel -volvió a repetir el hombre.

- ah... pues, bien, supongo -

- ¿supones? -Preguntó.

- si... -

Al ver que no iba a responder más, su padre se metió y respondió dijo sacudiendo toda la mesa, siempre tan energético- ¡no lo vas a creer, le va terrible! Yo no sé que hicimos mal o por que este muchachito anda tan descarrilado pero lleva promedio de 7, no para de tener faltas y retardos en la boleta y está en riesgo de reprobar literatura -Miro acusador a Danny.

- y quién sabe cuáles otras más -intervino su madre para ayudarlo. Ja.

- ninguna más mamá, solo esa -

- ¿!y querías más!? -fantástico, ahora lo estaban dejando como un idiota irresponsable frente a su crush, la cena no podía ir mejor.

- no, pero me voy a reponer, lo juro -

- ya que estás aquí hombre V, tú eres bueno con eso de los discursos y las palabras, ¿crees que le puedas volver a dar tutorias? -sugurió de nuevo su papá y los colores se le bajaron de la cara, si lo que quería era evitarlo, ¡no acercarse más!

- no, no papá, yo solo puedo recuperarme, me pondré a estudiar más y subiré mi promedio -habló apresurado

- hijo, llevas mucho tiempo diciendo eso, se trata de tu futuro, mejor aprovecha que nuestro gran amigo está aquí, quizá él te pueda ayudar, además, ¿clases privadas con el presidente? No suena mal -<<no, si no cuentas que es el segundo halfa en el mundo aparte de ti, que se beso con tu madre y que además te gusta; si quitas todo eso suena genial papá>> Pensó con sarcasmo.

- La oratoria es algo muy distinto a la literatura, pero si, también soy bueno en eso, podría hacer un par de ajustes y así darle clases... ¿no te gustaria... Dani?-

Su nombre de pila en él le molestó y miró fijamente a su mamá, era su última opción- Mamá. No. es. Necesario. -Pero pareciera que se le olvidó lo que él sabía por que lo observó firme y dijo:

- No se diga más, cuanto antes mejor, esto te lo agradecería mucho -Vlad sonrió victorio, de esa cena no esperaba algo más que las otras noches con la familia Fenton, solo el sentimiento de estar cerca de una familia y recuerdos nostálgicos, pero resultó que en dos horas había logrado más avances para acecarse a ese topo tejón que en dos años.

Inconscientemente volteó la mirada hacia el muchacho y lo notó abatido, ¿realmente el hecho de pasar tiempo a su lado lo ponía así de mal? ¿Tanto lo odiaba?

Se recrimino otra vez ese estúpido error que cometió, si tan solo hubiera sido más paciente, se suponía que el adolescente confundido debía ser el chico, no al revés... Pero gracias a eso volvió a ver sus esperanzas de ser feliz irse por el caño.

Decidió dejarlo libre, si había perdido estaba dispuesto a aceptarlo así que comenzó a decir que acababa de recordar que tenía una campaña importante en la presidencia que consumiría todo su tiempo y quizá no podría darle clases, pero se sorprendió siendo interrumpido por Danny pidiéndole que lo ayudara. Todos en la mesa se callaron y él no hizo más que aceptar.

Vio la confusión y la duda en los ojos resplandecientes del chico y a pesar de, sintió sus esperanzas renovadas.

Esto era como una nueva oportunidad, justo en el último momento y la iba a aprovechar porque sabía que quería a ese jóven, lo supo desde el principio.