Sensaciones (VladxDanny)

Reencuentro

Ya era de noche y todo estaba tan, pero tan oscuro que de verdad necesitaba hacer un esfuerzo si quería ver al menos, un poco más allá de sus narices.

Llevaba un rato persiguiendo a un fantasma y no quería perderle el rastro porque era uno nuevo, uno que nunca antes había visto, ni siquiera en la zona fantasma, es verdad que había conocido varios fantasmas nuevos a lo largo de tres años, pero este era un tanto peculiar y claro, Danny no había perdido esa curiosidad que le caracterizaba.

Este tenía la pinta de ser una adolescente igual que él; iba saltando por la ciudad, con una bata recorriendo las calles de Amithy parck mientras cantaba una cancioncita con una tonada pintoresca y juguetona, pero cuando se cruzaba con alguien... su rostro se deformaba en una mueca horrible, la piel se le ponía pálida, tomaba un aspecto putrido y se le pegada a los huesos, sus cuencas se undían en un par de pozos negros y la boca de la muchacha se abría de forma desmesurada mientras le salían montones de insectos dispuestos a atacar a su víctima, pero justo cuando finalizaba, su rostro angelical volvía, soltaba una carcajada y continuaba como si nada hubiera ocurrido.

Se parecía al estereotipo de fantasma de una película de terror de Hollywood pero la realidad era que los fantasmas con los que peleaba no daban miedo, si, eran poderosos y querían herirlo, a veces lo intimidan pero no porque fueran terroríficos y por lo general estos eran muy pintorescos y tenían un objetivo, no eran sombríos y vagaban por todos lados sin rumbo.

La primera vez que la vio fue en el patrullaje diario que hacía con Sam y Tucker, mientras esta espantaba a una parejita acaramelada.

La siguieron, la alcanzaron, él intentó bromear, ella deformó su rostro, Sam la atacó, ella escapó y Tucker... Tucker se quedó en su lugar junto a su celular.

- Oh, demonios -hablo molesta la chica gótica mientras se paraba del suelo y se sacudía el polvo. Momentos antes había sido lanzada por los aires en un ataque de la fantasma- Tucker ¿pero que haces ahí? ¿Por qué no nos ayudaste?

- ¿Qué? Ha... bueno... es una lastima ¿No creen chicos? Una niña tan linda no debería hacer caras tan... tan... ¡así! -dijo intentando desviar el tema mientras guardaba su celular lentamente-

- Chicos, ustedes regresen a casa, yo iré a perseguirla -Comenzó a volar en la dirección por dónde se había ido la chica, nunca había visto un fantasma con... Tanto dolor, era muy extraño, casi todos le respondían a sus chistes muy confiados o le gritaban que se callara o algo así, algunos solo gruñían, pero todos reaccionaban, ella solo le lanzó una mirada con tanta tristeza, odio y desesperación que lo dejo mudo-

- ¡No danny puede ser peligrosa!

- No te preocupes Sam, ustedes descansen ¡Los veré mañana! -se despidió y salió volando aún más rápido-

- Muy bien ya lo oíste así que ¡a comer! -hablo entusiasmado Tucker- ¿quieres ir a las hamburguesas apestosas? Yo invito

- Sabes que no como carne, además ya cerraron

- sí pero un amigo mío trabajo ahí y me debe un favor, tú puedes comerte la lechuga -sonrió ampliamente- entonces ¿Qué dices?

La chica rodó los ojos y asintió- Vamos, que más da

- ¡yuhu! Muero de hambre

Mientras tanto Danny se sentía perdido en sus pensamientos, se preguntaba qué tan grande era el mundo fantasma, si se podría comparar con el universo o si tendría fin y si ese era el caso, quiza podría recorrerlo completo algún día; el tiempo pasaba y no la encontraba, estaba comenzando a desanimarse, el día de mañana el señor Lancer le haría una prueba de lectura y tenía que pasarlo si no quería reprobar el parcial, pero justo en ese momento la vio a lo lejos dando pequeños saltitos y tarareando. Entonces se acercó