Pero, ya no lo llevaba puesto, de pronto escucho las palabras de Mei en su mente, le pregunto qué hacía cuando se lo puso y esta fue clara.

"No lo actives, solo funciona una vez, debes usar el otro que lo contrarresta y no recuerdo donde lo puse..."

Gruño, cubrió su rostro con sus patitas, estaba cansado, tenía frio, y no solo eso, ser un minino en el jardín con la oscuridad de la noche era algo aterrador.

Sin aviso previo y como si el destino se empeñase a joderlo, comenzó a llover, no era una tormenta o algo parecido, pero ese cuerpo ahora felino que tenía, le provocaba una sensación de repudio al agua que tocaba su pelaje, se sentía helada.

Escucho unos pasos los cuales llamaron su atención, maulló de nuevo, rogaba que fuera uno de sus compañeros, más especifico Koji, de ser el, su predicamento daría fin, pero no se esperó encontrarse con esa persona, de todos los diecinueve alumnos de la clase A que pudo encontrarlo tuvo que ser el, incluso Shinso del departamento de estudios generales era buena opción.

—¿Qué haces aquí bola de pelos?

Era Kacchan, de todos tenía que ser Kacchan, lo vio inclinarse a él, esperaba un grito, una explosión, tal vez unos insultos, pero solo recibió una caricia en la cabeza, fue suave y su mano era bastante cálida.

¿Qué mierda?

—¿Cómo carajos llegaste aquí? Maldita UA y su pésimo sistema de seguridad.

Sintió como con delicadeza lo alzo y acomodo entre sus brazos, parecía mirar a su alrededor como si buscase a su dueño o algo parecido, entre todos los de la clase, Deku era el más extrañado por el comportamiento de su amigo de la infancia, ver a Kacchan con ese semblante tan tranquilo era oro puro.

—Parece no haber nadie, no puedo dejarte aquí, vendrás conmigo, pero primero...

Deku se sonrojo con levedad, Kacchan lo había metido dentro de su sudadera, se hallaba pegado al pecho de este y lo dejo acurrucarse entre sus brazos, como llevaba una sudadera algo grande lograba disimular al minino en su pecho.

—No hagas ruido, los idiotas de mi clase se volverán locos si te ven.

Deku solo maulló afirmando, a lo que Kacchan suspiro y acaricio su orejita con suavidad, con eso subió el cierre de su sudadera y comenzó a caminar al dormitorio.

Seguía muy confundido, no lograba procesar lo que estaba pasando, escucho de pronto algunas voces, por sus oídos felinos retumbaban en su cabeza, las voces de sus compañeros eran muy claras.

De pronto se escondió aún más entre los brazos del rubio cuando escucho la voz de su amigo casi gritarle al oído.

—¡Bakugou, no son horas para que estuvieras afuera, el toque de queda casi inicia! Es indignante la irresponsabilidad...

—¡Cierra la boca, bastardo! Ya estoy aquí así que deja de joder...

Sentía los pasos pesados que el rubio daba, escucho el elevador y por fin hubo silencio, el rubio abrió la cremallera y dejo que su cabecita se asomase. Parecía querer cerciorarse que el minino estuviera bien.

Escucho el elevador abrirse y los pasos de Kacchan comenzaron, lo escucho bufar y como sacaba su llave y abría la puerta de su habitación.

—¡BakuBro...!

—¡Ahora no!

Entraron y escucho la puerta del rubio ser azotada, era la primera vez que estaba en la habitación de Kacchan, este abrió su cierre y lo dejo ver, la luz lo lastimo con levedad al estar a oscuras anteriormente, era una habitación sencilla, bastante ordenada con algunos objetos decorándola.

Felino (KatsuDeku) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora