Capítulo 5: Una Tregua Temporal

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—Ya veo por qué no aceptase salir conmigo, muñeca; ya tenías a Collins contigo — Dijo él alternando la vista entre los dos.

— Lárgate — Exclamé.

Mike sonrió arrogante.

— Me gustan las chicas que se creen rudas — Declaró. Observó a Dylan — Cuando te la hayas terminado de tirar, dímelo, quiero ser el siguiente en salir con esta muñeca — Dijo mientras me guiñaba el ojo.

Estaba impactada por la vehemencia, la falta de respeto y la sin vergüenza con la que había dicho esas palabras. Es que no tenía palabras para explicar lo ofendida que estaba.

—Tú no dijiste eso, pedazo de mierda, ¿Oh sí? — Dylan preguntó a Mike con el ceño fruncido.

—¿Eres imbécil o qué? — le cuestioné a Mike. Mi voz sonaba llena de desprecio e ira contenida.

—Te crees muy ruda, pero a final de cuentas, todas las chicas son lo mismo — Aseguró Mike con una sonrisa presumida.

—Lárgate antes de que sea tarde — le advirtió Dylan.

—No te metas Collins, lárgate a llorar por tu estúpido hermanito, esto es entre la muñeca y yo — Gruñó irritado.

Mis puños se cerraron del enojo, ¿Cómo podía ser tan cruel y tan cerdo?

—Acabas de cerrar el trato — Aseguré todavía más furiosa mientras lo apuntaba con un dedo.

Dylan lo tomó de las solapas de su chaqueta y lo arrastró hasta un callejón que estaba cerca, lejos de las miradas curiosas. Mike trató de zafarse, pero fue inútil. Dylan lo arrojó contra la pared y yo me acerqué a Mike antes que él.

—Eres un verdadero asco — Gruñí.

—¿Qué haces? déjame cerrarle la boca al imbécil ahora mismo. No estorbes — Me dijo Dylan mientras me tomaba del brazo para que lo mirara.

—No

—¿No? ¿Estas mal de la cabeza?

—Es mío, si alguien le partirá la cara seré yo — Le dije sosteniéndole la mirada.

Mike trató de levantarse, pero Dylan lo hizo caer cuando lo empujo del hombro. Volvió a mirarme, después miró a Mike, me miró de nuevo y finalmente se encogió de hombros.

—Está bien — Cedió. Observo a Mike y sonrió con desprecio ­—. Parece que el Gnomo puede contigo, tienes suerte de que no sea yo.

Le sonreí a Mike, me quite la chaqueta y se la lancé a Dylan junto con mi mochila. Este atrapó mis cosas sin problemas y las sostuvo en sus manos.

No me gusta golpear a nadie, es horrible, pero Mike lo pidió a gritos desde que se acercó a mí hace unas horas en el gimnasio. Mike se levantó, pero antes de que pudiera hacer algo, lleve mi puño con fuerza a su cara.

—Dios mío...nunca me había topado con un tipo tan asqueroso — Exclame enojada.

Mike gruñó de dolor y se encogió. Lo había golpeado en la nariz, y como ésta ya estaba bastante golpeada por lo ocurrido más temprano, me imagino que debió haberle dolido el doble. Estuve brevemente sorprendida cuando sentí que tiraron de mi camiseta, pero reaccione con rapidez y lo pateé donde pude para que me soltara.

—Oh no, por favor no me toques. Me das asco — Murmuré —. El punto es: si te vuelves a acercar a mí, realmente me pondré agresiva. No necesito que nadie me defienda y créeme que no supones un problema para mí.

— No te ofendas, pero golpeas como niña —Intervino Dylan con una pequeña sonrisa, era la primera vez que lo veía sonreír de verdad.

—Quizás por que soy una niña, genio — Respondí.

Tentación - En proceso de correcciónWhere stories live. Discover now