~Fierrochase~

Navidad I

—¡Magnus más te vale llegar pronto con el pollo o no duermes en casa!

Ales Fierro llevaba más de una hora intentando localizar al tonto de su novio. Tenía todo listo y preparado para los invitados... Bueno todo no, porque faltaba la comida. Pero sobretodo se preocupaba por si le había pasado algo malo. Al ver que Magnus no iba a contestar sus mensajes y llamadas decidió ir a arreglarse para los comensales.

Minutos más tarde terminó sin la  respuesta de él. Volvió a llamar.

—El número que llama está ocupado o no te quiero atender, por favor, llame en otro momento y deje de joder— saltó el contestador.

—¡Maldito idiota! — tiró su móvil al suelo, ya había conseguido ponerle de los nervios.

Ding Dong.

El timbre de la puerta había sonado, los invitados habían llegado y sin comida todo iba a ser un fracaso. Al abrir, trató de poner su mejor sonrisa.

—¡Bienvenidos! —se mostró lo más amable posible.

Se saludaron, todos muy cariñosos y emocionados y eso... Pero Alex estaba que se subía por las paredes.

"¿Dónde estará este maldito pero sexy rubio?"

Estaban en el salón hablando antes de la cena cuando a Sam se Le ocurrió preguntar por Magnus.

—¿Herman...a y tu novio?

Alex suspiró.

—Buscando el pollo.

Tan pronto como terminó esa frase estallaron en carcajadas.

—¿Qué? ¿Qué pasa? —preguntó sin saber muy bien qué ocurría.

—¡Ay Fierro, sólo a ti se te ocurre mandarle a buscar algo, si eso esperas, no cenamos, te lo aseguro!

Se quedó algo avergonzada.

—No te preocupes, llamamos a cualquier restaurante y pedimos algo... Y si llega Magnus que como de las sobras— volvieron a reír.

—Claro como si fuera un perro, ¿no? —dijo su voz proveniente de la entrada. Su novia se levantó con rapidez y se le enfrentó.

—¿¡Dónde narices te habías ido a buscar el pollo!?, ¿¡A la granja!?

—Por supuesto, y yo mismo lo maté, lo cociné y lo traje— respondió con evidente sarcasmo.

—Uuuh— corearon divertidos los del piso 19.

—No os metáis —ella rodó los ojos.

—El caso es que ya estoy aquí y podemos comer tranquilos.

Después de una agradable velada y de que los invitados se marcharan, la pareja estaba recogiendo en silencio, Magnis deseaba hablar, pero notaba a Alex algo molesta y prefirió no hacerlo. Ya a punto de ir a dormir se estaban lavando los dientes cuando él se acercó por detrás y la abrazó fuerte enterrando su cara en el hueco entre su cuello.

—Siento haber llegado tarde con la cena—susurró dejando un suave beso ahí.

—No pasa nada —se dio la vuelta y correspondió al abrazo aún más fuerte— te quiero y... —se quedó a medias.

—¿Y...? —insistió él.

—Sólo me preocupaba por si te había sucedido algo... Lo siento si es una tontería pero... —fue interrumpida por un beso lleno de amor por parte de Magnus.

—Te quiero Fierro.

—Y yo a ti Chase.

—¿Después de haber llegado tarde con el pollo? —sonrió de lado.

—¡No me tientes Magnus Chase!

Él rió y cogió a su pareja en brazos y la llevó a la cama besando toda su cara y cuello, haciendo que ella riera también.

Más tarde estaban desnudos, tumbados y abrazados en la cama disfrutando de aquella hermosa noche y el acto cometido anteriormente, pensando en esto y cuando los recuerdos acudían a su mente, Alex sonreía.

—Feliz Navidad, Magnus.

—Feliz Navidad, Alex.

Feliz año ♥️