Un robo inocente

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Tony llevaba una caja de donas glaseadas directo al laboratorio donde su padre trabajaba en el proyecto del Super Soldado, lo había invitado a trabajar con él, pero no era un trabajo que le resultara atractivo, además su padre tenía a ese chico am...

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Tony llevaba una caja de donas glaseadas directo al laboratorio donde su padre trabajaba en el proyecto del Super Soldado, lo había invitado a trabajar con él, pero no era un trabajo que le resultara atractivo, además su padre tenía a ese chico amigable que le ayudaba.

 —Hola Pete ¿qué tal va el proyecto?— saludó Tony a Peter pasando un brazo por sus hombros
—Perfecto, hemos hecho pruebas en dos chicos y ambas resultaron exitosas, en realidad hubo un cambio bastante notable en uno de ellos, pero han sido resultados positivos - respondió el menor con una enorme sonrisa

—Que gusto y ... ¿dónde están los chicos?— preguntó Tony paseando su vista por el laboratorio en busca de algún indicio de ellos

—Tu padre los envió a descansar, ¿sabes? Ellos también estarán en la academia al terminar el verano— comentó Peter mientras archivaba unos papeles
—Eso es interesante, debo suponer que mi padre arregló su entrada— tratando de sonar condescendiente, pero en lugar de molestar con su comentario logro hacer reír al menor

—Al parecer el proyecto "Super soldado" tiene como fin hacer que los chicos sean útiles para salvar al mundo, así que tiene sentido que tu padre arreglará su entrada— le respondió Peter con una sonrisa divertida— si me disculpas Tony, iré a guardar estas carpetas en el archivero correspondiente

—No, espera no te vayas, yo los guardaré, come una dona y llévale una a mi padre, merecen un postre después de este éxito— dijo Tony mientras intercambiaba las carpetas por la caja de donas —no te preocupes Pete, se donde ponerlas, no hay de que preocuparse— le sonrió y el menor se dejo convencer tomando la caja y comenzando a caminar a la oficina de Howard Stark

—Gracias Tony, que lindo gesto

—No hay que agradecer niño

Tony comenzó a avanzar hacia los archiveros con las carpetas en su mano, dio una rápida mirada a los nombres escritos en ellas, una ponía el nombre de James Buchanan Barnes, mientras que el otro tenía el de Steven Grant Rogers, de inmediato supo que esa era la correcta, apresuro su paso al archivero donde nadie lo vería, entró a la habitación y cerró la puerta, rápidamente abrió la carpeta y la encontró, la foto de un pequeño rubio de ojos azules, cuando Tony vio por primera vez esos ojos, el rubio estaba pasando por unos chequeos de sangre, el observaba de lejos para no molestar a su padre y que éste no lo corriera del laboratorio por estar de fisgón cuando no quiso ayudarlo en un principio, pero su interés por el proyecto cambió cuando esa mañana vio al delgado y pequeño rubio cruzar las puertas, listo para sus análisis de sangre, el intenso azul de sus ojos era uno que quería admirar todo el tiempo que le fuera posible.

Tomó la foto de la carpeta y la guardo en el interior de su chaqueta, no era algo malo, era un robo inocente que nadie notaría o eso esperaba, necesitaba una foto de ese chico adorable, sonrió para si mismo tras guardar exitosamente la foto, pero el sonido de unos disparos y gritos lo sacó de sus pensamientos, pronto preparó los cañones de su traje y fue en busca del causante del desastre, su corazón latía a mil por hora de solo pensar en que su padre corría peligro, pero al llegar al centro del laboratorio se quedó sin aliento al notar un circulo de personas reunidos ahí al parecer alrededor de algún herido, pero el alma le volvió al cuerpo cuando escuchó la voz de su padre que se encontraba abriéndose paso para averiguar que había pasado, él y Peter llegaron justo detrás de su padre a la escena y entonces lo vieron, el Doctor Erskine estaba muerto y con él, el suero del Super Soldado.

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