《Prólogo》(MODIFICADO)

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Nota: está historia está siendo modificado y se publicada su continuación en Hizomi-Eli-Ari2

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El sonido sofocante de la música a todo volumen hacia que vibrara cada cristal del lugar, las infinitas luces de colores se mezclaban entre el humo, haciéndose así destacar en la enorme oscuridad que cubría cada recoveco.

El olor a cigarro, mariguana y el olor particular que surgía al mezclarse una inmensurable cantidad de feromonas se combinaba con el ambiente, no podría decir que se tratase de un lugar exclusivo de aquella cuidad, más bien cualquiera que lo visitara y no viviera bajo una roca, sabría que toda clase de personas: ricas, pobres o de clase media, se juntaban en aquel sitio para acordar algún encuentro casual, e incluso había quienes no tenían ni una pizca de vergüenza y lo hacían en algún rincón oscuro y apartado. Cosa que era completamente inútil, con tan solo pasar un poco cerca de "aquel acto" cualquier omega o alfa sabría de lo que se trataba. Sin embargo se había hecho tan común, que las personas que frecuentaban constantemente el lugar e incluso los mismos empleados, dejaron de tomarle importancia.

Entre todas aquellas personas, un saco de cal blanca destacaba entre ellas, un hombre con una piel brillante, profundas ojeras, de contextura delgada y sobre su frente caían mechones de un intenso color azabache. El alto alfa de traje se abrió paso entre a la multitud, llegando finalmente a la barra de bebidas. Sentado ahora, observaba al sin fin de gente que había ahí, buscando al perfecto acompañante para pasar la noche, sin prestarle mucha atención a los empleados que tenia de espaldas. A medida que trascurrían los minutos, el líquido sobre su vaso iba siendo remplazado, cada vez con una mayor cantidad.

Uno, dos, tres, cinco, siente tragos habían pasado y no lograba encontrar a alguien que cumpliera sus expectativas de belleza o llamara si quiera un poco de su atención.

Un largo suspiro cargado de alcohol y cansancio surcaron ambos de sus labios finos, fue ahí cuando por fin en todo el tiempo que había estado sentado, se atrevió a dar vuelta sobre el banco giratorio y darle la cara a quien había estado tras de sí todo este tiempo.

Oh... vaya sorpresa y ¡Tan fascinante vista ante sus ojos!

Un hermoso japonés, justo en frente de él, era de los pocos que veía en Londres que fuera tan jodida mente apuesto, encajaba tan perfectamente en sus estándares que parecían sacado de un sueño.

De piel bronceada, nada que ver con lo pálidos que solían ser la mayoría de su "raza", aquello le fascinaba. Sus cabellos castaños alborotados y despeinados se mezclaban entre sí con tanto detalle y precisión, aquello solo hizo que el pequeño cosquilleo sobre su entre pierna se intensificara en una ola de calor. Fue así que al voltear hacia el logro ver lo más hermoso de aquella noche, la música dejo de ser inexistente para sus oídos, lo único que lograba escuchar era el palpitar de su corazón y su lujuria creciendo a paso rápido y certero, eran los ojos miel más bonitos que había observado, los cuales brillaban a la par de los matices justo detrás de su espalada.

Definitivamente no perdería la oportunidad para llevarlo a su cama esta noche...



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Fin del prólogo.
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Te Necesito [OMEGAVERSO]Where stories live. Discover now