Identidad secreta

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En cuanto he escuchado la noticia de que Byakuya había regresado de su misión he dejado la oficina para acercarme hasta la primera división donde estará dando su informe. Me siento tan emocionado y nervioso por volver a verlo que soy incapaz de estarme quieto. Hace casi un mes que se fue y, a pesar de ser su teniente, no es que me hayan tenido demasiado informado de lo que les ha ocurrido. He escuchado rumores de que han tenido multitud de bajas, incluso que él ha sido el único superviviente, pero si está en condiciones de dar su informe al comandante Yamamoto, es porque esta bien... ¿verdad?

Verlo aparecer a través de las puertas de la primera división hace que mi corazón salte y se dispare. Su aspecto es algo diferente aunque no sabría decir en qué. Puede que sea el agotamiento, no puedo ni imaginar por lo que habrá pasado. Cuando me acerco me mira fijamente y tengo que controlarme mucho para evitar tomarlo allí mismo y besarlo como he soñado durante cada noche de este último mes.

–Kuchiki taicho... –Le digo apretando los puños y sonriendo disimuladamente.

–¿Sí?

–¿Sí?¿Como que sí?¿Eso es lo único que tienes que decirme después de tanto tiempo sin vernos?

Veo que me mira de arriba a abajo fijándose en el brazalete de mi brazo, el de teniente, y luego sus ojos se fijan en los míos.

***Hollow***

¿Quien coño es este pelirrojo? En cuanto he tomado el cuerpo de este shinigami su poder me ha embriagado tanto que cuando he querido darme cuenta estaba en la sociedad de almas. Vaya mierda de sitio, aunque he visto algunos barrios con posibilidades fuera de unas enormes murallas. Dios, ni siquiera sé cuanto hacía que no lograba entrar en el cuerpo de un shinigami sin destrozarlo, pero este tal Kuchiki Byakuya es increíble. Lo malo es que nada más librarme del viejo musculitos ese de la barba larguísima, va este pelirrojo y se me planta delante.

"No se te ocurra hacerle nada a Renji maldito monstruo". La voz del shinigami resuena en mi mente. Es increíble que no solo haya resistido mi posesión sino que encima, su consciencia aun resiste para tocarme los huevos de vez en cuando.

Hurgo en sus recuerdos y localizo al pelirrojo. Abarai Renji, el teniente de este shinigami y... ¡uau! Los recuerdos que tienen estos dos son de lo más interesante. Miro a mi teniente y le sonrió de medio lado. Puede que esto no vaya a estar tan mal después de todo.

***Renji***

Es extraña la sensación que tengo al ver sonreír así a mi capitán pero mi alegría de verlo sano y salvo es tanta que me puede sonreír como le de la gana. Me acerco directamente para sentir el calor y el poder que emana de su increíble cuerpo y me susurra junto al oído.

–No creo que sea apropiado lo que realmente me gustaría decirte.

***Hollow***

Escuchar su jadeo me confirma que estos dos están mucho más que unidos como capitán y teniente. Siento como me roza la mano con sus dedos y por un instante siento mi deseo aumentar así como algo extraño en el interior de mi pecho.

"Renji". La voz del shinigami suena tan anhelante como triste. Dios, tanto empalagamiento me mata pero pienso aprovecharme de ello.

Hey shinigami. –Le digo mentalmente–. Pienso divertirme de lo lindo en este lugar con tu estupendo cuerpo pero creo que no puedo desperdiciar la oportunidad de follarme a este pelirrojo hasta dejarlo seco.

"¡Ni se te ocurra pensarlo!", me grita lo que me produce un regocijo extra.

***Renji***

Mi secretoWhere stories live. Discover now