Nacimiento secreto

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Cuando salgo de la mansión me siento demasiado inquieto. Renji se fue antes del amanecer para que nadie lo viera. La noche se me ha hecho demasiado corta, siempre me pasa igual cuando se que voy a estar separado de él. Tengo el cuerpo entumecido y aun expulso parte de su esencia cuando camino pero al menos, de esa forma, podré llevarlo conmigo un poco más.

No me gusta cuando tengo que alejarme de Renji y esta misión no me huele bien. A penas tenemos información de lo que está sucediendo y esas desapariciones...

Espero que Renji sea capaz de llevar la división sin mi, aunque las veces anteriores ha estado a la altura. Jamás pensé que lo vería tan centrado y capaz, y más recordando la trayectoria de vida que ha llevado hasta llegar a donde está.

---Un siglo antes---

Suspiro dejando los escritos sobre la mesa baja de la salita justo cuando la puerta corredera se abre y entra mi abuelo. Desde la muerte de mi padre, su carácter cambió y nuestra relación pasó a ser algo más cordial. Aunque nunca le perdoné como trataba a mi padre verlo llorar por su muerte me demostró que en el fondo lo amaba más de lo que demostró nunca.

–¿Aun estudiando?

–Sí. La academia es dura y quiero obtener la mejor nota, abuelo.

–No esperaría menos de ti, Byakuya. Todos los miembros de nuestra familia ostentaron las mejores notas cuando estudiaron allí.

–Espero estar a la altura de mi padre –digo viendo como sus ojos grises se entristecen un poco.

–Lo estás... –dice pasando su mano sobre mi cabeza en un gesto rápido pero que demuestra más de lo que cualquier noble debería mostrar–. ¿Yoruichi se pasó por aquí?

–Sí –digo tratando de que no me tiemble la ceja–, molestando como siempre.

–Byakuya, ella es miembro de otro clan muy importante y deberías aprender algunas cosas de ella.

–No creo que esa gata salvaje sea capaz de enseñarme nada de provecho –digo molesto por sus continuas bromas sobre mi estatura. Ya no soy mas bajo que ella pero aun no le supero lo suficiente. Además sigue siendo más rápida que yo y eso me crispa.

–Aun así, sé que si se lo dices, te enseñaría algunas técnicas que te serían útiles en el futuro.

–Ya veré –digo para que no siga insistiendo pero ni muerto le pido a esa mujer consejo sobre nada.

Por la noche salgo sin ser visto, tal y como hacía mi padre y me dirijo al Rukongai. No puedo ir mucho debido a mis estudios pero no he dejado de hacerlo siempre que puedo. Es increíble como todo sigue igual que cuando vine con mi padre. Bueno, tal vez haya empeorado un poco. Tengo que darme prisa en convertirme en shinigami y obtener el suficiente poder para cambiar las cosas.

–Hola Byakuya. –Miro a Seigen acercarse con una sonrisa mientras su mujer discute con un par de tipos algo bebidos–. ¿Tomarás el especial?

–Como siempre –digo antes de encogerme ante un grito descomunal.

–¡Os he dicho que nada de armas!

Miro hacia donde Karen está dando palazos a los dos hombres ebrios con los que la había visto momentos antes. En los años que llevo visitándola a ella y Seigen, he podido darme cuenta de que es una mujer con mucho carácter y, en contra de lo que la gente pueda pensar, es ella quien mantiene el orden en un lugar como este. Miro a Seigen y veo como la mira encandilado y no puedo evitar que una gota resbale por mi frente ante su pasividad.

–Creo que deberías ayudarla.

–Que va, ella puede sola, a demás... esta tan guapa cuando se enfada y apalea a los borrachos...

Mi secretoWhere stories live. Discover now