❝Protected❞ ♱ .. ﹙Yoonmin﹚

D I E C I S I E T E : A V A R I C I A

—Hoy saldremos de casa Jimin, queremos mostrarte algo de la ciudad. —Dijo Seokjin colocándose su abrigo y Jimin hizo lo mismo, después de eso se subieron al auto junto a Jungkook y Namjoon.

Jimin estaba emocionado ya que saldrían del pueblo para ir a conocer la ciudad, con Yoongi solo había ido al centro comercial de allí así que le encantaba la idea de volver o conocer más. Al rededor de dos horas de viaje tomó llegar a la ciudad pero eso le sirvió mucho a Jimin para hacer preguntas y así conocer aún más a su nueva familia. Por ejemplo, Jungkook no era tan arrogante e irrespetuoso como se lo esperaba, eso sí el chico era muy consentido por Seokjin y Namjoon.
Jin era una persona madura y a la vez comprensiva, a Jimin le generaba confianza y podría contarle todo. Namjoon era una caja de sorpresas y secretos, Jimin creyó que éste era un hombre frío y sin sentimientos, cegado por la lujuria. Pero no fué así, el muchacho era muy inteligente y parecía ser buena persona.

Pero a todo ésto, Jimin no se fiaba de esos tres.

Recordó que estaba en período de prueba y cualquiera podría llevarlo a pecar, sobre todo Namjoon y Jungkook que todavía no le habían hecho ni una prueba.
Solo Taehyung y Seokjin fueron los únicos que hicieron las pruebas a Jimin, así que quedaban Namjoon, Jungkook, Hoseok y... Yoongi.
¿Dónde se había metido? Jimin lo necesitaba y extrañaba horrores, pero siempre que preguntaba se encontraba con respuestas secas.
Apartó sus pensamientos al ver que estaban frente a un cine, una sonrisa formó con sus labios y miró a Seokjin, éste le sonrió también para después ir a comprar los boletos. Verían una película de suspenso porque Jungkook y Jimin lo decidieron.
Dentro del cine Jimin se lo había pasado increíble, disfrutaba cuando Jungkook quería asustar a Seokjin y hacia caras raras. Realmente fue una buena tarde, al salir del cine, Namjoon sugirió ir a cenar a algún restaurante que había por ahí así que comenzaron a hablar los cuatro de temas triviales mientras se conocían de a poco.

—Bueno todo esto es tan nuevo para mi. —Dijo Jimin mientras le daba un sorbo a su bebida.

—¿En serio? ¿Nunca viniste al cine? —Dijo Jungkook. —Tendremos que venir más seguido entonces.

—También nos quedan lugares por recorrer Jimin que prefieres ¿Mirar las tiendas de ropa o el casino? —Dijo Namjoon y luego miro de reojo a Seokjin.

—Bueno, no quiero que gasten más dinero. — Dijo Jimin mirando al mayor.

—Jimin, vinimos aquí para ayudarte a despejar la mente, debes estar preocupado por Yoongi y las pruebas que no te relajas. —Dijo Seokjin. —Es mejor despejarte y liberar tensiones ¿Qué mejor que el casino o algo de ropa para eso?

—Vamos elige tu Jimin, en mi opinión, disfruto más el casino. Es divertido y te lo pasas bien. —Jungkook formuló una linda sonrisa para luego desviar su mirada hacia los dos mayores, estaba haciendo un buen trabajo.

—Bueno está bien, vayamos al casino. —Dijo Jimin levantándose de su asiento, los demás hicieron lo mismo, pagaron la comida y se subieron al auto para dirigirse al casino. Jimin, como era de esperarse, nunca había ido a uno así que estaba emocionado.
Entraron al gran lugar y a Jimin le brillaban los ojos, quería correr a las máquinas o a la ruleta, había visto eso en películas y siempre le llamó la atención. Tuvo curiosidad en si funcionaria su suerte de principiante en algún juego. Miró a Namjoon y Seokjin con una sonrisa y éstos le sonreían.

—¿Quieres usar las maquinitas? —Dijo Namjoon —Jin ve con Kookie si quieres, yo le enseñaré a Jimin a jugar.

Dijo el muchacho dándole un beso en los labios a Seokjin y otro a Jungkook, las personas que estaban allí ni se percataron de eso ya que estaban muy concentradas en sus juegos. Luego de eso, Namjoon y Jimin fueron a las maquinitas, el mayor se sentó frente a una y Jimin frente a otra. Jimin con completa atención veía como Namjoon jugaba y le enseñaba algunos trucos para poder ganar aunque solo se trataba de tener suerte. Fue el turno de Jimin y comenzó a jugar hasta que vió el resultado, había ganado cien dólares y el había apostado un diez por ciento.