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Reino cáncer...

Mi madre se había estabilizado, después de tener una daga en el corazón  pensaba lo peor, pero afortunadamente sobrevivió, aunque aún tenía inconsciencia.
Cuando había salido del castillo, aquella cabaña que le hice a Capricornio estaba en llamas, mientras que mis sirvientes atendían a dos hombres, desconocía quienes eran, pero no quería acercarme, sólo quería ir a ver a papá.

En el trono, yacía mi padre, dormido profundamente, sedado hasta los huesos, mientras que su respiración era discontinua.

Estaba asustado, nunca me había sentido en peligro, en desesperación, realmente estaba asustado, mi vida estaba cambiando.
Así pasaron un día, mi papá aún no articulaba palabras; lo que le habían administrado fue muy fuerte, que casi no podía moverse, y mi madre aún seguía dormida en su habitación, llena de enfermeras cuidándola.

De pronto un sirviente llegó y me dijo:
-Identificamos a los chicos del incidente de la cabaña. Ambos tienen quemaduras graves, sin embargo son en partes de su cuerpo que están fuera de peligro. Si gusta verlos, están en el hospital público-
Asentí y mientras se iba, sacó un periódico. En la portada, en letra negrita y elegante decía "El reino Capricornio abriendo las puertas al amor "
Sin pensarlo, se lo arrebate de sus manos y segui leyendo:
"El joven rey Capricornio ha decidido contraer matrimonio con el Rey Acuario. Aunque es la primera vez que vemos un matrimonio entre hombres dentro de la realeza, se ve que están enamorados y van con todo. Ambos reinos se unirán al contraer nupcias y planifican cómo tendrán a su heredero"

Deje de leer, esto no era posible, no podía creer ni una sola palabra que decía en ese periódico, me rehusaba a aceptarlo. Tomé un caballo y con una capucha, me dispuse a verlo con mis propios ojos.

Mi caballo galopaba, mientras que resistía las lágrimas, no podía soportar el hecho de que estuve a punto de morir y que todo fue por quedarme con él y ahora veía que mi persistencia fue en vano, yo podía jurar que dentro, tal vez muy dentro, él podía sentir algo, que mis fantasías no eran del todo incorrectas.
Llegue a la puerta y rápido entré al castillo, escabulléndose entre los pueblerinos que dejaban regalos en el salón, donde efectivamente, estaba Capricornio y Acuario.

Acuario se acercó a unas niñas que le daban algunas flores y rápido mire la oportunidad de acercarme, tomando un regalo que ya estaba en el piso, dije:
-¿De verdad te estás casando por que lo amas?-

Capricornio se giró desconcertado, me dijo:
-Si, los dos estuvimos de acuerdo. Es por el bien de ustedes, cuando me case, todo se solucionara, tendrás un mejor clima, podrás salir con amigos, tu familia tendrá mejor calidad de vida-
Suspiré y le dije:
-¿Y si no es así?, ¿y si este clima no cambia?, es más, ¿y si nada cambia?, ¿valdrá la pena este sacrificio?, por que usted no lo ama, y desconozco a quien es al que quiere-
Él me miró analítico y dijo:
-Lo siento Cáncer, esto es lo mejor, tu y yo no somos más que reyes, y un rey debe poner primero a su pueblo. Es mejor para ambos, ve y olvida esto, por qué esto es sólo un sentimiento egoísta-
Se dio la vuelta y se retiró aún dándome miradas de reojo, él estaba demasiado inquieto, esperando un milagro para que su corazón dejara de latir desesperadamente, ya que lo podía oír desde que se dio cuenta de mí presencia.

Suspiré y mire a Acuario aproximarse, él me miró y me dijo:
-Sabía que vendrías, era predecible. Lamento esto, pero lo sabes muy bien, me gusta Capricornio, desde que era niño, y se presentó esta oportunidad, tuve que aprovechar. Él ya no quiere luchar, ya está cansado, tampoco recuperará sus antiguos recuerdos por que lo que tiene en la cabeza se los devoró todos. Lo único que pudiste hacer desde un principio fue matar a su padre, eso te hubiera abierto el camino. Ahora yo soy, no solo su perro fiel, sino su próximo esposo-
Me dio una palmada en el hombro y antes de irse continúo:
-Estas invitado a mi boda, no hay rencores, aunque tuviste un encuentro con él, yo también lo tuve, así que, ya no importa-
Subió las escaleras lleno de emoción, mientras que a mi alrededor los plebeyos empezaban a cuchichear sobre lo bien que se veían. Sentía otro sentimiento que jamás había sentido, una envidia enorme, casi fatídica, demoledora, deseando que ese matrimonio fracasara.

Me dirigí a la puerta, y en la salida. Estaba la princesa Leo y un bebé que lloraba a todo pulmón
Me dijo sincera:
-Vaya, casi me da un susto, pensé que eras un fantasma, ya que se rumorea que estabas muerto, pero no es así-
Calmado dije:
-Estoy vivo, pero sólo por fuera. sabes perfectamente lo que siento por ese chico, pero ése chico es un insensible y aún así lo amo tanto, lo quiero en mi vida, lo deseo. Me estoy volviendo loco, mi vida cae a pedazos y aún asi, no entiendo-

Se me acercó y dijo:
-Te voy a aconsejar algo. Es mejor que te alejes, te estas haciendo daño. Si él en verdad te quiere, hará algo, pero si no, pues es mejor no estar esperando. Eres joven, puedes hacerlo, cuesta, pero puedes irte, y castigar un poco a Capricornio-
Sonreí levemente.
-Me iré en la noche, tengo unos pendientes, pero haré lo que usted me dice-
Sonrió revolviendome el cabello, las  lágrimas del bebé habían parado. El ambiente se volvió tranquilo, sentía más estabilidad emocional, podría ser un poco tarde para sentirla, después de todo sólo escupí todos mis sentimientos.

Ella se sentó y le empezó a dormir al bebé. Se parecía mucho a ella, a pesar de ser un recién nacido. Indiscreto le dije:
-¿Y el papá?-
-Soy madre soltera, mi prima del reino Libra se quedo con mi duque, ahora aquí estoy, dándole a todo-
Al ver dormir a el niño dijo:
-Lo llevaré a la cuna, a las 11 hay que vernos. Tengo algunas cosas que contarte-
Se adentro y me retire para ver que depararía esta noche...

El imperio de Capricornio (ChicoXChico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora