Blood Soup: Amor intenso [Keith]

💚Capítulo 3💚

La hora del descanso ha llegado a su fin. Charlie, Guro y yo no hemos tardado en regresar el salón para así evitar el aglomeramiento en las escaleras.

A pesar de que intente buscar a Moe y al nuevo casi todo el tiempo de descanso, no los vi por ninguna parte.

Al llegar al salón Charlie se dirigió a su asiento inmediatamente, Guro y yo nos acercamos con el para seguir con la conversación que teníamos en la hora del descanso.

Nuestros compañeros comienzan a llegar poco a poco. El salón se llena eventualmente del ruido de las diversas conversaciones que sostiene cada grupito en las distintas partes del mismo.

En nuestra escuela los grupos generalmente se mantienen con las mismas personas de siempre, rara vez cambían a alumnos de un grupo a otro por lo que cada quien ya tiene su grupo de amigos bien definido.

Mi actual posición me da una vista perfecta de la puerta así que cuando Moe y Clyde entran por ella les sigo con la mirada intentando disimular en medida de lo posible el hecho de que les observo y también claro intento no perder el hilo de la plática en la cual me encuentro.

La castaña y el peliazul atraviesan el salón para llegar al pupitre del nuevo, el le dedica unas cuantas palabras que no alcanzo a escuchar y en reacción veo que Moe le sonríe con amabilidad para posteriormente responder.

El intercambio de palabras es breve y al terminar Moe camina hacía nosotros alejándose del ojiverde.

-He regresado -dice ella uniéndose a nosotros-.

¡Ya era hora!

-¿Qué tal el recorrido? -pregunta Charlie con su típica mirada impasible-.

-Bueno, me las he arreglado de alguna manera para poder enseñarle toda la escuela -responde ella con aparente alivio-.

-¿Y bien? ¿Qué tal es el nuevo? -pregunta Guro en esta ocasión-.

Ojalá sea un patán egocentrico.

-Pues me ha parecido bastante amigable -responde y siento disgusto por el hecho de que haya dejado esa impresión en ella-.

-Por ahora -susurro para mi mismo con desagrado-.

-¿Eh? ¿Dijiste algo Keith? -pregunta ella y me ve-.

-No, para nada -respondo inmediatamente un tanto cortante-.

El profesor en ese instante entra por la puerta y la cierra detras suyo haciendo que los que estábamos parados nos viéramos obligados a regresar a nuestro lugar y el ruido que había en el salón paso de ser el sonido de las variadas voces de los que nos encontramos aquí al de las sillas acomodándose.

-Muy bien, demos inicio a la primera sesión de este curso -dice el profesor de Lengua Extranjera mientras comienza a anotar en el pizarrón-.

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Las clases llegan a su fin, dandole termino a este aburrido día. Los primeros y los últimos días de un ciclo escolar son siempre los más livianos pero son de lo más desganados.

El ajetreó no tarda en hacerse presente en las afueras de la escuela por el fin de las actividades escolares.

Charlie, Guro, Moe y yo caminamos hasta un punto donde la acumulación de personas no es significativa.

-Menudo día -pronuncio yo con aversión-.

-Y eso que solo es el primero -dice Guro y se ríe de mi por el comentario que he hecho-.