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TaeHyung lloró por más de tres horas. Todo su cuerpo temblaba violentente a causa del llanto, pero aun así, continuó hipando y sollozando en RL hombro de MinJae, quien ya no sabía que más decirle para tranquilizarlo.

Pero entendía que reaccionara así, él ya tenía su vida hecha al lado de las personas que amaba, que un día llegara alguien y dijera que tú no deberías de existir era algo que no esta planeado en la vida de cualquier persona. TaeHyung no se merecía la vida que le tocó vivir, y eso lo tenía constantemente presente, y por más que quiso cambiar el destino de TaeHyung de nuevo donde debería estar, no le fue permitido.

Sus superiores le dijeron que cualquier otro cambio en la vida de TaeHyung, podría ser igualmente perjudicial para su bienestar, por lo que decidió duramente que prefería que las cosas se quedaran con estaban, a traerle más sufrimiento.

Cuando TaeHyung por fin pudo controlar su respiración, se separo poco a poco de MimJae. Se veía terriblemente mal. Aunque sólo habían pasado unas horas, se veía demacrado. El negro de sus ojeras se había intensificado, sus lindos ojos mieles ya no tenían rastro de vida alguna, aparte de rojos e inchados por haber llorado demasiado tiempo. Sus labios estaban resecos, y su aura era de tristeza pura.

—¿Tan mal me veo?—Logro decir apenas. Su voz ronca raspó su garganta, haciéndolo quejarse por lo bajo.

—Lo siento.—MinJae sabía que no lo había visto de la manera menos discreta, pero tampoco creyó que tanto como para incomodar a su custodio.

—No importa ya de todas maneras.—Una sonrisa que mas bien se vio como una mueca, se asomó por su cara.

—Ey, no seas tan pesimista.—Lo regañó.—¿No sería mejor que en vez de estarte compadeciendo estés con JungKook?

—¿Cuanto tiempo...?—TaeHyung esquivó la pregunta para no hablar de él en ese momento.

—Tres meses.—Lo dijo en un suspiro, y eso basto para que las lágrimas volvieran a fluir por sus ojos.

Tres meses.

TaeHyung no sabía cómo es que en tres meses esperara que se despidiera de la gente que quería; JiMin, YoonGi, HoSeok, SeokJin, NamJoon, Lalisa, Jennie, JiSoo, Rosé, sus padres, NaYeon... JungKook.

De solo pensar que en tres meses ya no los verá le parte el alma. Más al saber que por su partida todas aquellas personas que lo quisieron en vida van a sufrir.

Pero no, MinJae tenía razón, en vez de estar llorando en un parque debería estar con sus seres queridos, comenzando con JungKook.

Se secó las lágrimas y una sonrisa sincera se deslizó por sus labios, MinJae le vio como si dos cabezas le hubiesen crecido en ese instante a tan repentino cambio de humor.

—¿Y a ti qué te pasa?

—Tienes razón...

—¡Por supuesto que tengo razón!... ¿Pero en qué?

—¿Me puedes llevar con JungKook?—MinJae entendió entonces.

—Claro.—Sonrió y silvo al viento.

—No soy un perro, ¿Lo sabes, verdad?—MinJae se sobresaltó al escuchar la voz de SeHun detrás suyo. Su reacción fue demasiado graciosa para TaeHyung quien no pudo evitar reír.

—Lo siento. Necesitó que nos lleves con JungKook.—Le dijo con una sonrisa hasta las orejas, pestañeando exajeradamente hacia SeHun, quien lo miraba inexpresivo.—¿Por favor?

SeHun suspiró y asintió, se dio vuelta y comenzó a camimar hacia un auto. MinJae corrió para alcanzarlo mientras llamaba a TaeHyung, quien agarro su maleta y los alcanzó como pudo. SeHun saco las llaves del auto y le quitó el seguro, habiendo el maletero para meter las cosas de TaeHyung.

Cuando ya todos estaban adentro, el que todavía era desconocido para TaeHyung encendió el auto, dando comienzo a el recorrido. MinJae, que de había dentado en el lugar del copiloto, no había hablado para nada, hasta que su ceño se empezó a fruncir lentamente.

—SeHun...—Llamó MinJae. TaeHyung supo entonces que había conocido al ángel de JungKook, tanque recordó lo que le había dicho MinJae hace un rato.

—Mmh...—Dio señal de que continuara.

—¿De donde sacaste en auto?—MinJae lo miro confuso. Al no recibir respuesta, pronto, sus ojos se abrieron mas de lo normal y abrió la boca en señal de asombro.—No me digas que lo robaste...

—Pst, claro que no, solo lo tomé prestado...

—¡SeHun!

—Lo necesitaba, ¡Es para una buena causa!—Respondió usando las mismas palabras con las que había contestado en la mañana. TaeHyung quien había escuchado toda la conversación, no pudo evitar soltar risitas. Ambos chicos lo voltearon a ver; uno por el retrovisor y otro se volteó.

TaeHyung se puso serio en cuanto recibió las miradas de ambos ángeles. MinJae solo rodó los ojos, y se cruzo de brazos viendo a enfrente, frunciendo el ceño de nuevo al ver que se estaba estacionando SeHun.

—Aqui no es la casa de SungJin...

—Lo sé, necesitamos pasar por algo antes.

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JungKook casi no había dormido en la noche, tampoco se sentía bien como para hacer algo "productivo". No sabía el paradero de TaeHyung, tampoco se podía comunicar con él, ta que el susodicho había apagado su celular, bloqueando todas las llamadas y mensajes que el castaño había dejado.

Sentado en el sillón, cambiando los canales de forma automática y monótona, se encontraba JungKook, que tampoco había querido tocar la comida que preparaba su hermano.

En cuanto a este último, ya no sabía que hacer para que JungKook no estuviera tan decaído. Había intentado hablar con él sobre lo que sentía, pero el menor no había dicho palabra alguna.

También había propuesto ver una maratón de películas marvel, mas el castaño se había negado rotundamente. Luego, estaba la opción de salir a caminar por las calles tranquilas de Busan, pero también se había negado; "Estoy cansado hyung, otro día con mas calma" fue la escusa que puso el menor.

Suspiro agotado, para el también era cansado insistir en algo a lo que le ponían muros. Se acercó hasta el menor y se sentó a un lado suyo tratando de llamar su atención, mas este ni siquiera lo miró.

—JungKook...—El menor meneó la cabeza en señal de estarlo escuchando.—¿Quieres pizza para comer?

El menor se encogió de hombros, dándole a entender que le daba igual, al fin y al cabo en no comería en absoluto. Con otro suspiro, SungJin se levanto a llamar a las pizzas más cercanas que conocía. Pediría a domicilio, ya que no quería salir y dejar solo a su hermano, no en el estado que esta.

Tomó su celular y fue hacia el refrigerador, donde estaban tofos los numeros de las comidas rápidas que conocía. Comenzó a marcar los números, pero el sonido de el timbre tocándose lo detuvo.

Dejó el celular en la mesa y caminó hasta la puerta, tanque sabía que el menor no iba a mover ni un dedo... por lo menos para abrir la puerta no.

Abrió la casa con su cara cansada, pero rápidamente su expresión cambio a una de sorpresa.

—¿Tae- —Su boca fue tapada por el contrario, quien negó repetidas veces. SungJin asintió, y al ver que estaba muy cargado, decidió ayudarle con la pizza que traía en una mano.

Se metió a la casa con la pizza y la dejó en la mesa. El olor llamó la atención de JungKook, quien estaba seguro de que su hermano apenas y había ido por su teléfono para marcar. Miró extrañado la caja en la mesa, y luego a su hermano, quien ahora cargaba una maleta.

Demasiado confuso se decidió parar a ver quien era, y cuando por fin se asomó a la puerta, todo el aire se fue de sus pulmones.

—¿Me perdonas JungKookie?

Come Back To Me [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora