Enamorándome de Daniel

CAPÍTULO 10

Narra Daniel:

No he visto a Alessia,desde que la lleve a la universidad en la mañana. Y eso me preocupa. No quiero que nada malo le pase.

Esto literalmente,me lo tengo merecido. Por no ser del todo sincero.

— Daniel,— la voz de Lesly,me saca de mis pensamientos.— ¿Tienes planes para hoy a la noche?

La miro,un momento. Y me detengo a pensar.

— No creo que pueda. — Le digo lo más seco que me sale.

— ¡Oh! ¿Eres un mojón? Y yo pensaba que no... — me sonríe.

— Tengo cosas más importantes que hacer,busca a otro que quiera follarte.

Me mira fulminando me con su mirada,estallando en un grito de enorme enojo. Me voy del Diner,antes de que toda la gente se nos quede mirando. Que por cierto,la camarera,ya lo hacía disimuladamente.

— ¡Eres un inepto! ¡GILIPOLLAS! — Estalla Lesly. — No me extraña que esa tal Alessia,te haya dejado,a fin de cuentas fue solo un juegete más... — Se ríe.

Me doy media vuelta,para gritarle a esa hija de puta lo que tengo que decirle. Pero me controlo,y me contengo para no armar un gran escándalo.

Alessia,no era un juguete,no lo es...JODER YA NI SE DISTINGUIR LO QUE SIENTO.

Me voy dando un portazo a la puerta y me dirijo a mi coche. Cabreado,la abro,y al subir la cierro de un hostiazo.

El día había transcurrido muy a prisa,y más aún con la maldita tensión que llevo encima.

Pongo las llaves en el contacto,y pongo el coche en marcha. Antes de que pueda arrancar suena el móvil.

Es Johanna.

Maldita zorra. No creo que ni muerta me deje en paz.

Decido apagar el móvil. No tengo pensado hablar más con ella.

Narra Alessia:

Ya había acabado de hacer los ejercicios de cálculo y los de literatura.

!Por fin!

Guardo las cosas en la mochila. Y cojo mi pijama,con lo de más, para ir a darme una ducha.

Ojalá el agua me hiciera olvidarme de todo.

Por desgracia,no es así.

Voy hacia la puerta del baño,cuando oigo un coche. ¿Será Daniel? ¡No jodas!

Bajo las escaleras,no sin antes dejar mis cosas en el baño.

¡RING! ¡RIIIIINGGG! (Suena el timbre)

— ¡Ya voi,joder! No estoy sorda. — Abro la puerta. Y para mi asombro,no era Daniel...

Narra Johanna:

Sin duda alguna,no dejaría que ellos fueran felices,si ese bastardo,no era para mí,no lo sería para nadie. Era algo que tenía bastante claro.

Y por lo que a mí respecta,esa zorra,no sería feliz nunca.

Suena mi teléfono,y veo que es un número desconocido. Debe de ser el matón que contraté. Así que decido cogerlo.

– ¿Diga?

– Señora,ya tenemos a la secuestrada.

Sonrío. Por fin todo iba exactamente como yo quería.

– Muy bien Vladimir. Matón y secuestrador. Me encanta. Espere nuevas ordenes. — contesto sombría.

Cuelgo antes de que pueda contestar. Bajo del coche. Y me dirijo a mi casa.