Libertà

Capitulo XX

Capitulo XX "Verdad"

Un joven se removía con incomodidad al sentir la luz del sol sobre su rostro. Aún con los ojos cerrados el sol no le dejaba de molestar. ¿Así que ya es de día? pensó aun con los ojos cerrados.

Puso una mano a su lado y la uso para impulsarse y finalmente sentarse mientras se restregaba la cara con la otra mano. Una vez se logro quitar el sueño dio un pequeño suspiro mientras salia de su cama.

.- A llegado el día

No perdió mas tiempo y comenzó a arreglarse para poder ir a buscar a su padre, quería enfrentar lo que se venia y sabía que no sirviria de nada aplazarlo.

Uno por el hecho de que la intriga le estaba matando. Y segundo por el hecho del mal presentimiento que tenía, sentía que alguien se encontraba justo tras suyo haciendo presión alrededor de su cuello y eso nunca le había llegado a ocurrir. Si, el había tenido presentimientos antes al estar en peligro por los enemigos que su padre tenía pero este al ser alguien con poder lograba eliminar las amenazas antes de que algo le lograra hacer nada a el, a su familia o a su dinero. 

Saliendo de sus pensamientos termino de arreglar su corbata y salio de su habitación encaminándose al comedor, sabía que su padre solía tomar una taza de café para comenzar el día. Una vez había llegado abrió la puerta y la cerro detrás suyo una vez entro. Efectivamente ahí se encontraba el hombre al que buscaba.

.- Buenos días padre -. saludo con formalidad Ieyasu.

El otro levanto su vista de los papeles que tenía en su mano y le hizo una seña para que se sentara en el lugar vacío a su lado.

.- Primero desayuna luego hablaremos mientras vamos a caminar por los al rededores.

Eso le llamo la atención al rubio. Su padre no solía caminar el era un hombre que usaba  su transporte principal hasta para ir visitar a la familia Vetint que se encontraba a dos cuadras de la suya.  Simplemente asintió y desayuno en silencio mientras el otro terminaba de leer sus papeles y beber su café.

Una hora después ambos se encontraban recorriendo las calles a pie mientras que las personas  los al rededores veían sorprendidos a la cabeza de la familia Salviati y a su hijo. Eso realmente le parecía muy incomodo pero no cambio su expresión, no le mostraría ninguna muestra debilidad a su padre.

.- ¿A donde nos dirigimos padre? .- pregunto un tiempo de pues al ver que el otro solo seguía caminando sin decir nada.

.-Tu solo sígueme .- contesto secamente el mayor.

El rubio solamente asintió mientras se mordía el labio. Como odiaba el hecho de que ese comportamiento de su padre para con el le seguía doliendo aún después de tantos años.

Siguieron caminando un poco más siendo seguidos por unos cuantos de los guardias a cargo de cuidar los a ambos, era algo incomodo el hecho de que se encontraban caminando por los mismos sitios que el solía visitar en sus escapadas ¿A caso su padre ya sabía y le iba a regañar por eso?

.-Bien hemos llegado, sígueme .- le dijo el mayor mientras se acercaba a las grandes puertas.

El rubio abrió los ojos sorprendido al igual que las dos personas frente a el. No esperaba que todo fuera a ocurrir de esa forma, no esperaba que el día que fuese a cruzar esas puertas sería en compañía del mayor.

Por otro lado Alaude y G estaban sorprendidos al ver al adol... no al ahora adulto frente a ellos y la otra razón era por la presencia del señor Salviati. Lo bueno fue que el otro al estar acostumbrado a ese tipo de reacciones por parte de las personas nunca sospecho o imagino que su hijo ya conocía a los guardias.