Capitulo 2: Breidablikk

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Todo ha pasado muy rápido.
Hace tan solo un rato estaba devorando mi almuerzo cuando aparecí de la nada en unas ruinas antiguas.
Aun hace menos rato que conocí a Anna y los príncipes del reino de Askr, Alfonse y Sharena, todos ellos pertenecientes a "La Orden de los Héroes"

Lo mejor de todo, casi pierdo el brazo por el veneno de una flecha que solo me rozó la piel.
¿Genial, verdad?

—¿Alguno puede decirme qué es lo que pasa?— pregunté sin mucho animo mientras seguía de cerca tanto al príncipe Alfonse como a Anna, quienes trataban de dar alcance a la joven princesa Sharena.
—No estoy completamente seguro, pero conociendo a mi hermana es probable que todavía tengamos una forma de traer más héroes a nuestras filas— respondió Alfonse completamente calmado y sereno.
—La princesa Sharena es mas avispada de lo que parece, no debemos subestimarle— agregó Anna, quien acelero su paso y rebasó al joven príncipe en la persecución.

Aunque perdimos un momento de vista a la princesa, de alguna forma Alfonse intuía fácilmente por donde había pasado su hermana menor, como si siempre supiera que tan lejos estaba de ella.
Los tres nos detuvimos repentinamente frente a una puerta bastante alta, aunque algo desgastada por el tiempo.
Tras de ella se podía escuchar la voz de Sharena, quien tosía y estornudaba violentamente, probablemente debido al polvo.

—Tal vez... ¿Deberíamos ayudarla?— me acerqué a la puerta, tirando de la manija para abrirla.
—¡Espera, Mar-— el grito del príncipe me tomó por sorpresa, lo que hizo que abriera la puerta en tiempo récord.

Lo que yo no imaginaba es que detrás de la puerta hubiera cajas, cajas y mas cajas repletas de cosas, todas colocadas estratégicamente sobre el portón de la puerta para que cayeran sobre el pobre diablo que se atreviera a entrar a ese lugar.

Adivinen quien es ese pobre diablo.

*  *  *

Después de tan lamentable escena en la que fui enterrado en vida por diversos objetos y cajones, salí de ese océano de basura cual nadador profesional buscando aire que respirar.
La risa de Anna no se hizo esperar, y es que aunque fue algo doloroso, debo admitir que fue gracioso.
—Eso intentaba advertirte...— habló Alfonse tras unos segundos de silencio mientras se lamentaba lo ocurrido, pero al ver que yo empezaba a reír, se relajó un poco.

—¿Donde estará esa cosa... Donde...?— Sharena aun se encontraba en su búsqueda, parecía que no se había percatado de lo que pasó en la entrada de su almacén.
—¿Qué estas buscando, hermana?— preguntó el príncipe, abriéndose pasó entre los montones de cajas, ningún rincón del cuarto estaba libre de alguna pila de cosas.

Éste grupo tiene problemas serios de verdaderos acumuladores.

—¿Recuerdas esa cosa rara de forma extraña que suele rondar por todos lados?— preguntó la princesa mientras revolvía cada caja, una por una.

Wow, que específico.

—Se a que te refieres, pero... No, últimamente no la he visto— respondió Alfonse, dispuesto a ayudar a su hermana.

¿Acaso esto es a lo que se llama "Conexión entre hermanos"?

—¿De qué están hablando? No entiendo nada— caminé hacia ellos, guardando una distancia segura de aquellas torres apiladas.
—Se trata de una reliquia, que por alguna extraña razón nunca se queda mucho rato por dondequiera que esté— respondió Anna, quien se recargaba cómodamente sobre el borde de la puerta.
—De ser así... Entonces no tiene mucho caso buscarla, ya aparecerá en algún momento, ¿no?— agregué, para luego ser interrumpido por un gruñido de parte de mi estomago.
—Acabemos con esto rápido, ¿como era ésa cosa de reliquia?— continué sujetando una caja y empezando hurgar en ella.

Las no tan grandes aventuras de un héroe no tan legendario जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें