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Brian ayudaba a llevar los platos al comedor para la cena mientras su padre servía vasos de agua y su madre ponía comida en dichos platos.

De repente, el teléfono de la cocina y único teléfono de la casa comenzó a sonar. La madre de Brian iba a pedirle a su hijo que contestara pero al tener Brian el último plato con comida caliente en las manos, optó mejor por ir ella misma al teléfono.

Brian podía oír desde el comedor a su madre hablar pero ya estaba un poco lejos por lo que no escuchaba del todo lo que decía y el diálogo para él era ininteligible.

Su padre se sentó en la mesa ya habiendo terminado de servir agua para los tres. Brian hizo lo mismo, tomando lugar al lado de su padre.

Había querido preguntarle a su padre desde hace más o menos una semana cuándo podrían continuar el proyecto en el que estaban trabajando.

Su padre y él habían estado muy unidos cuando Brian era más pequeño. Siempre se mantenía pegado a él en todo momento, a penas despegándose cuando tenía que ir a la escuela y su padre al trabajo, se iban de casa y regresaban a ella casi a la misma hora. Pero desafortunadamente cuando el dinero comenzó a faltar cada vez más y el señor May tuvo que conseguir otro trabajo, empezaron a pasar menos y menos tiempo juntos hasta que sólo se veían en la cena.

Brian, queriendo recuperar algo de la cercanía con su padre y debido a su deseo de tener una guitarra única como nada que estuviese a la venta en el momento, le pidió a su padre que le ayudase a construir su propia guitarra casera. Eso había sido hace un par de meses ya e incluso ya habían comenzado a trabajar en ella pero hace ya un par de semanas que habían puesto el trabajo en espera debido a las obligaciones escolares de Brian y las laborales del señor Harold May.

Brian aclaró su garganta antes de hablar, esperando que su padre no le contestara mal como solía hacer a veces cuando estaba cansado.

─Papá. ¿Crees que podamos trabajar en la guitarra el domingo?

Su padre lo miró mientras sorbía un poco de su bebida. Brian le devolvía la mirada, expectante.

─Tal vez.

Esa respuesta, la cual su padre le dio de un sorprendente buen humor, fue lo único que necesitó para esbozar una sonrisa mostrando sus dientes.

─Sí, claro. Yo le preguntaré... , te hablo luego.

Ambos podían escuchar a su madre decir desde la cocina, seguido de un click indicando que había colgado el teléfono. Después de eso, su madre entro al comedor y tomó lugar en frente de Brian.

─Perdonen la demora, chicos.─ La señora May dijo al ver que su esposo y su hijo no habían comenzado a comer aún, probablemente por esperarla.

Comenzaron a comer los tres, intercambiando conversaciones casuales, historias del trabajo y la escuela hasta que la madre de Brian recordó que le había hecho una promesa a su amiga.

─¡Oh! Brian, hijo, antes de que se me olvide. Wini llamó hoy, me dijo que Roger no va muy bien en física y al recordar lo entusiasta que eras tú cuando llevabas esa materia pensó en tí para darle algunas clases.

Su mamá llevó una cucharada de sopa a su boca mientras veía a Brian esperando una respuesta. Al último le tomó un segundo procesar lo que su mamá le acababa de decir, a veces ella hablaba tan rápido que era difícil seguirle el paso.

─Dice que puede pagarte. Hace no mucho dijiste que querías dinero.

Era verdad. Hace no mucho Brian les había comentado a sus padres que quería dinero, aunque no les dijo el por qué. Inicialmente lo quería para su guitarra eléctrica pero al ver que lo que quería específicamente no estaba en ninguna tienda y decidir que la construiría él mismo, dejó de preocuparse por el dinero. Aunque pensándolo bien, no le vendría nada mal para comprar cosas que se le ofrezcan relacionadas con la música, la escuela o incluso para ayudar a sus padres económicamente.

Aunque nunca había conocido al hijo de la señora Taylor. Roger, al parecer ese era su nombre.

─No suena mal...

Brian comentó finalmente. Su mamá se puso feliz lo que le sacó una vez más una sonrisa.

─Wini me preguntó que si podías los sábados.─ Brian asintió. ─Y... me dijo que sería mejor empezar lo más pronto posible.─ su mamá lo miraba suplicante.

Brian asintió.

─O sea... ¿mañana?─ La señora May asintió lentamente. ─De acuerdo.

No le molestaba, no era un chico muy sociable que digamos, y no salía a fiestas los fines de semana como la mayoría de los chicos de su edad.

Su madre soltó un pequeño chillido de la emoción.

─Le hablaré en un rato para confirmar.

La gran sonrisa de su madre era contagiosa.

Por alguna razón la comida le supo mejor ahora que había complacido a su madre. Además, le encantaba la física.

Esto será divertido.

Tutor 《Maylor》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora