Aspen Young quebranto sus propias reglas al cometer el error de dormir con su jefe y las consecuencias de esa noche no solo despertarán los deseos escondidos que ambos se tienen y que hasta el momento ignoraban tener.
Ahora..
Bastian se niega a sol...
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—¿No es muy pronto para venir a visitar la empresa?.—Le pregunto a mi padre una vez que toma asiento frente a mi escritorio.
Y sabe perfectamente que yo puedo ir a decirle como marcha todo aquí, sin embargo me hago una idea de su visita.
—¿Necesito el permiso para visitar mi empresa?.—El énfasis en la última palabra me hace fruncir el ceño.
Su empresa como la menciona orgulloso de sí mismo, no sería nada si el seguiría al frente, aunque prácticamente lo es.
Mi jefe es mi propio padre, que irónico.
—Aun así deberías avisarme que vendrías.—Menciono, al igual que lo hago cada vez que viene.—Pude haberte ido a recoger.
—No soy tan viejo, Bastian.
Mi padre toma asiento en la silla frente a mi escritorio.
—Tu madre ha estado preguntando por ti.., Deberías pasarte por la casa más seguido.
—He estado ocupado con la nueva campaña, pero me asegurare de ir este fin de semana.
Tomo asiento en la silla de mi escritorio y mi padre se acomoda en la silla.
—No has ido a las citas.
Sonrio bajando la mirada por un momento.
—Antes al menos asistías o lo hacías solo para disculparte con ellas.—Me recuerda y lo segundo es lo que siempre le ha fastidiado, mi padre frunce el ceño.—Ahora ya ni te apareces.. ¿Qué a cambiado?
Conocí a alguien, es todo.
Aparto la mirada de mi padre para mirar a la ventana, que me da una perfecta vista del sitio de Aspen.
Mi ceño se frunce cuando reconozco con quien está hablando, otro trabajador de la empresa, son amigos, pero está demasiado cerca a ella y los celos comienzan a apretarme el estómago.
