#3 Tres, Dos, uno... cero

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—¿Qué estás haciendo aquí?.— Pregunto al encontrar a Bastian en la puerta.

Él se encoge de hombros.

—Te dije que no podía.

—Por eso traje la cita hasta aquí.

Mi boca se abre, señala la puerta entreabierta.

—¿Puedo pasar?

— No..

— Aspen.. ¿Quién es?.— Mamá interrumpe nuestra conversación.

Al dar con Bastian los ojos se le abren mucho y no, no es porque sea lo suficientemente caliente y atractivo para impresionar a mamá, sino porque no ha visto a ningún hombre en mi puerta hace..

Es demasiado vergonzoso entrar en detalles.

—¿Quién es este caballero tan atractivo, cariño?

Cansada y sin opciones, respondo.—Él es Bastian, mamá.. y es mi jefe.

—Mucho gusto, señora, espero no interrumpir.

Bastian me muestra una sonrisa y regresa su atención a mamá.

—El gusto es mío, Bastian y solo llámame, Irma.—Mamá señala detrás de ella, directo a la sala.—Estábamos a punto de almorzar .. ¿Deseas acompañarnos?

Me acerco a ella.—¿Qué estás haciendo?

Mamá hace un gesto y le sonríe a él.

—Me encantaría.

Esto no puede estar pasando.





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—¿Cómo has podido invitarlo, mamá?.—Pregunto mientras servimos los dos platos antes de llevarlo a la mesa de la sala.

Bastian espera en la sala, está sentado correctamente sobre los muebles y por dios, ni siquiera aquí puede relajarse ese hombre.

—Hay que ser amable, no queremos que te despida.. ¿No?

—Es increíble que me preguntes eso y no de porque está aquí.

— No necesito oír eso.

Mamá termina de servir un plato y le alcanzo otro, su especialidad de este viernes fue un estofado con arroz.

Contra Todo Pronostico (#10 Saga Bebé)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora