Finalizando el Quinquenio Oscuro, la humanidad entró en un período de regeneración y de volver a las raíces. Millones de archivos de los milenios más ilustres de la humanidad fueron sacados a la luz de su resguardo por el MovRe. Basados en esas ilustraciones se inició el proceso de pensamiento fundamentado en la veracidad del conocimiento y la desmitificación reinante durante el 10000, cuando la humanidad asentó su visión del mundo en la comprobación científica de lo que hace, vive y cree y la tecnología dio un reinicio. Ese mismo reinicio que llevó a fijar cambios en la cultura, las costumbres, la sociedad, las ciencias y todo lo que competiera al ser humano. Como todo estaba en ruinas, el grupo que se alzó para llevar la batuta como la Autoridad determinó, por consenso general de los líderes mundiales aun en curso y el MovRe, qué debía quedar y qué debía cambiar. Cada cosa comenzó a investigarse y a redefinirse desde las propias raíces comprobables. Una de las más influyentes fue la forma de medir el paso del hombre por la tierra en años del hombre. Tal forma de contar el tiempo terrestre estaba basada en los tiempos bíblicos puesto que se comprobó científicamente tal veracidad de hechos. Iniciaba desde la aparición del hombre creado por el Ser Supremo (año del hombre= 0/4158-4162 antes de Cristo según el calendario gregoriano) hasta la muerte de Cristo (personaje histórico comprobado pero aún en desmitificación por comprobación de ser Hijo del Elohim YAHWEH) (año del hombre= 4187/29-33 después de Cristo según el calendario gregoriano). A partir de allí se siguió midiendo de la misma manera dando como resultado que a la fecha fuera el año del hombre 10558/6404-6408 después de Cristo según el calendario gregoriano. Otra de ellas, aunque contradictoria, fue la desmitificación. Era un proceso, aun en curso, en el que se comprobaba científicamente alguna teoría, creencia o historia del pasado. Una creencia desmitificada era la que había sido comprobada tras un estudio científico de los libros en los que se basaba y luego de eso era permitida su libre difusión... Se sintió dar una vuelta rápida y agotadora por las clases de histociencia.

Volvió a la visión en la que él y su asamblea, perseguidos también por la desidia humana, se trasladaron desde un distante puerto mediterráneo en un viaje que les asegurara un futuro. Surcaron el cielo sorteando vicisitudes que vio en cámara rápida hasta llegar a una tierra donde reinaban los verdes desde el borde de un gran lago hasta altas montañas que se perdían en la lejanía. En las cercanías del lago se alzaba un pequeño asentamiento y se adentraron en las montañas hasta dar con unas cuevas subterráneas unidas por un río. Los restos de la humanidad estaban extintos en esos lugares y la natura, reclamando sus espacios, reinaba. Detalló cómo en la colina que se alzaba arriba construyeron un castillo en el que pasar sus horas nocturnas y esa edificación se le pareció a la que observara plasmada en el fresco del pasillo subterráneo. De súbito le mostró cómo ellos en una noche de caminata por los alrededores dieron con una planicie habitada por enormes y grisáceas piedras que estaba rodeada de frondosos y abundantes árboles.

—Me gustaría reposar en este lugar —escuchó que se decían unos a otros.

—Hay más paz aquí —declaró él y ella reconoció en sí misma usar esas palabras—. Construyamos algo memorable —decretó, y ante sus ojos pasaron las imágenes de la realización del mausoleo. Trabajando bajo la luz del cielo nocturno, cada cual llevaba a cabo alguna tarea; unos traía piedras, otros las cincelaban o esculpían, pintaban o pulían... Los vio relatar su historia a lo largo de sus columnas, techo, piso, paredes, estatua... En ese entonces no eran las filas de lápidas grisáceas sino un sinfín de arte que mezclaba géneros, épocas y estilos en una deliciosa mixtura que no dejaba vacíos. Por sus mejillas corrieron lágrimas al ver la verdadera forma de aquel hermoso lugar.

De pronto un mensaje de esos sin voz ni aliento se coló en su mente interrumpiendo bruscamente la visión.

Me adoso a ti, pero no voy solo. En la noche estaré cabalgando a tu encuentro —oyeron, pues seguía conectada con el ser que le enviaba las visiones ¡Finalmente vendría! ¿No venía solo? ¿Quién sería su acompañante? ¿A caso...? Su expectativa estaba al máximo. Lo mejor sería calmarse y esperar, ya que esos mensajes confusos siempre traían a rastras una sorpresa. Confiaba en que no fuese terrible como la de Tomás.

Como Viento con la MuerteWhere stories live. Discover now