Capítulo 7

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El ambiente sereno de un bosque tornasol en otoño fue perturbado por fuertes vientos y una poderosa energía concentrándose en algún punto del lugar, rayos de diferentes tamaños y colores se habían sido extendidos como látigos en diferentes partes del gran territorio despertando y alertando los sentidos de los residentes. 

Una burbuja oscura se abrió paso derribando árboles y barriendo con todas las hojas, ramas y plumas esparcidas por el sitio; dos hombres mantenían sus manos extendidas hacia el mismo lugar donde estaba presa una mujer fantasmal de vibrantes ojos verde bosque, ellos mantenían expresiones mortalmente serias mientras que ella los miraba de manera asesina.

-\\Eres la desgracia de nuestra naturaleza\\- Le dijeron al unísono.

-Mentira-

-\\Tu ambición es impura\\-

-Mentira-

-\\Y tus pecados superan cualquier precio\\-

- ¡Mentira!-

- Elegiste el odio, la avaricia y la ambición como tu camino tanto en esta vida como en la otra; en vez de arrepentirte de tus pecados y como la gran sacerdotisa de la antigua religión que eras, en vez de apoyar a los nuevos druidas sin interferir directamente en sus vidas, decidiste utilizar la oscuridad para cometer actos atroces en nombres de otros y te acoplaste en el cuerpo de un ser viviente que había pasado por mucho y solo necesitaba protección y amor- Le reprocho el pelirrojo.

- Cruzaste todas las barreras y rompiste tabúes de la manera más cruel que cualquier alma haya conocido; alimentándose de la energía de aquellos sobrenaturales y criaturas mágicas a las que asesinaste- Le siguió el castaño.

- ¡Debía hacerlo!;¡Todo por lo que he luchado, todo lo que he sacrificado era para que seres como nosotros viviéramos sin temor a ser descubiertos! ¡Lo hice por la libertad!-

-\\¿A cambio de nuestra propia sangre?\\-

- Si es necesario; que así sea-

-  Tu mismo has escuchado mi rey-

- Dicta tu sentencia- 

Ambos hombres desviaron su mirada hacia el horizonte, donde una majestuosa bestia se alzaba de entre la copa de los árboles lejanos, bastó que batiera un par de veces sus alas para llegar  a donde se encontraban ellos y aterrizar sonoramente frente a las tres personas.

La fantástica bestia era un gran dragón de escamas tan doradas como el sol a medio día, y sus ojos azules como el agua más pura reflejaban solo enojo al enfocar a la de cabello negro; en su cabeza algunas protuberancias parecían darle una corona que hacía recordar a muchas otras pero a ninguna en realidad.

-Hace muchos años que no nos vemos, hermana- 

- ¡TU!-

Un brillo cubrió a la criatura y la envolvió como una especie de remolino, la intensidad de luz hizo que los otros tres cerraran los ojos por un momento hasta que este cesó; dejando como resultado a un joven rubio cubierto por una armadura antigua y de lado una capa de rojo intenso donde estaba bordado el emblema de su linaje y su forma de hace segundos atrás: el dragón; mientras que de su espalda aún se conservaban las alas del mismo animal.

- ¿Sorprendida?-

- Tu deberías estar muerto ¡MUERTO!; ¡Estoy segura de que Mordred te mato!-

- Y lo hizo, pero Merlín es aún mas poderoso que ese niño, me llevo a la isla de los bendecidos y me trajo de regreso; pero hubo un precio más que tenía que pagar para que yo viviera, de lo contrario sería enviado aquí-

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