Capítulo 1

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¿Cuál es el primer recuerdo preciado que tengo de ti Shawn?

Es imposible olvidarlo.

Tenía poco tiempo de haberme ido a vivir a Toronto de intercambio, conocer Canadá era mi mayor sueño que estaba cumpliendo y lo hacía gracias a mis padres que me dieron la oportunidad de hacerlo realidad gracias a mis excelentes calificaciones y la beca que hizo que pudiera tener un poco de dinero para todos los gastos que se venían, llegué con muchas expectativas y grandes sueños.

Tuve la oportunidad de ser becada por la University Of Toronto, justo en el centro de Toronto donde estudiaría la Licenciatura en Bioquímica y rentaba un departamento relativamente cerca de la Universidad quedaba a 4 cuadras un poco largas, pero con el invierno era eterno el camino a casa.

Vivía en un bloque de edificios en la calle Edith Dr, justo cerca del parque Egliton Park donde solía correr un rato en las tardes porque no tenía mucho dinero para pagar un gimnasio ya que los precios por esta zona eran bastante elevados, en 6 meses había establecido una rutina de ir a la Universidad en las mañanas a tomar clases, regresar a hacer ejercicio y comer para regresar a mis prácticas.

En las noches hablaba por videollamada con mis papás y mi hermanita Sofi que extraño más que a nada en el mundo, ellos se encontraban en Cuba por lo que sentía que nos separaba todo un universo.

Nuestra historia comenzó en aquella pequeña cafetería llamada "Second Cup Coffee Co." Que se encontraba a unos cuántos pasos de la Universidad, había concluido con las clases porque la profesora de Bioquímica II: Ácidos nucleicos y flujo de información biológica se había enfermado de las vías respiratorias y con justa razón, estaba haciendo un frío que te calaba los huesos, estábamos a finales de enero una época del año donde solo ves nieve por todos lados y usas abrigos extremadamente enormes.

Esas horas libres fui a tomar un café y a leer un poco de Bioinformática, un libro que me había proporcionado la biblioteca de la Universidad, estaba bebiendo un capuchino bastante caliente a pesar de que en la cafetería tenían el clima prendido que nos proporcionaba calor, claro que gracias a eso me había quitado todas mis capas de ropa que solía acostumbrar a usar desde que llegué aquí.

Estaca acurrucada en un sillón que daba a la ventana cuando sentí tu mirada, levanté la vista de mi libro recibiendo una calidez inmediata por todo mi cuerpo, mis mejillas se sonrojaron cuando nuestras miradas coincidieron y no pude evitar perderme en el color miel de tus ojos, me recibiste con una mirada dulce.

No te podía quitar la vista de encima cuando entraste en la cafetería con tu cabello castaño cubierto de nieve que se derretía entre tus rizos, te acercaste a ordenar en la caja mientras yo trataba de concentrarme en lo que estaba leyendo, nunca en mi vida había visto a alguien tan atractivo como tú, tampoco es que me llamara la atención el romance, yo solo pensaba en superarme en la vida, ya con una carrera podría comenzar a mantenerme y empezaría a buscar el amor, por el momento no me interesaba por lo que nunca había salido con nadie.

Respiré hondo tratando de concentrarme por milésima vez, mis pensamientos no dejaban de recordar esos ojos color miel.

En la mesa donde tenían mi capuchino vi que había un cheesecake de galleta junto con un café americano que no estaba ahí hace unos segundos.

Dejé mi libro a un lado para sentarme bien.

-Hola –me dijiste de forma tímida con una pequeña sonrisa.

Te sonreí de regreso mientras desviaba la mirada por el gran nerviosismo que me causabas, todo mi cuerpo comenzó a temblar por tener tu presencia cerca de mí.

-Hola –te respondí con un nudo en la garganta, no sabía lo que me estaba sucediendo.

-Espero que no te moleste que me haya sentado aquí, es que no había muchos lugares disponibles –me dijiste un poco nervioso cuando vi que la cafetería estaba casi vacía y te habías sentado frente a mí.

-No hay problema –te dije mientras trataba de continuar con mi lectura, pero era imposible cuando cada movimiento mío demostraba el nerviosismo que estaba sintiendo, en especial mis manos temblorosas que sostenían el libro.

Me resultaba bastante complicado el evitar observar tu belleza frente a mí, pero si lo hacía me estaría mostrando muy acosadora.

Pasó algo inesperado que no me esperaba, siempre te ha gustado ser espontáneo ya que jalaste la silla que se encontraba a mi lado derecho haciendo que yo observara discretamente cada movimiento que hacías mientras cambiabas de lugar, luego pusiste ambos codos sobre la mesa juntando tus manos y me observaste fijamente.

No pude evitar devolverte la mirada, ambos nos sonreímos y nos reímos sin motivo alguno, probablemente fue por los nervios, pero fue muy cálido sentir tan cerca tu presencia, se sentía como si ya lleváramos bastante tiempo conociéndonos.

-Mi nombre es Shawn –me dijiste con más seguridad esta vez.

-Soy Camila –te contesté con una gran sonrisa dejando el libro a un lado.

-Pensé que era grosero sentarme en tu mesa sin traer nada por lo que decidí traerte una tarta –me dijiste señalando el cheesecake que me había abierto el apetito. 

-No te hubieras molestado –te dije muy nerviosa, no dejaba de jugar con mis dedos para tratar de controlarme.

La mayoría de las veces sientes desconfianza de una persona porque nunca sabes cuáles son sus verdaderas intenciones, pero contigo, sentí una conexión que nunca pude ni podré sentir con alguien más.

- ¿Te gusta mucho leer? –me preguntaste al ver el libro de Bioinformática a mi lado.

-Es por la universidad, no me agrada mucho la lectura, pero creo que a veces es demasiado indispensable –te dije esperando algo que me dijera un poco más de ti.

-No soy mucho de literatura, pero preferiría leer algo más de acción –me dijiste entrando un poco en confianza.

-Bueno, yo evitaría el romance por cualquier medio –te dije no muy segura de lo que decía, esas palabras que solía decir todo el tiempo, en este momento no sonaban muy reales.

- ¿Te gustan las estrellas? –me preguntaste cambiando el tema.

-Me gusta observarlas antes de dormir, me relajan bastante –te conté algo de mí que nadie más sabía, pero es que me sentía tan cómoda contigo.

- ¿Y el mar? –me preguntaste con más curiosidad.

-No es mi estilo, no entraría al mar, aunque me pagaran –te dije con una gran risa, no era el momento para hablar del tema.

Me agradó que nunca me presionaras para que te dijera algo.

Comenzamos a platicar de todo y de nada, sin entrar en detalles personales, solamente hablando sobre temas al azar que fluían con la conversación inclusive un poco de silencio que para nada era incómodo entre nosotros.

A pesar de que ambos ya estábamos en confianza, decidimos dejar todos los detalles personales para nuestra próxima salida, la cual sería nuestra primera cita, sí, sé que era muy apresurado, pero no creo que nada malo vaya a surgir de esto.

Acordamos un lugar y una hora para evitar tener comunicación con el teléfono, un dato extraño de ambos era que odiábamos estar todo el día pegados a la pantalla del celular, yo solo lo hacía para comunicarme con mi familia y eso solo era en las noches o en caso de alguna emergencia, así que mejor nos comunicaremos a base de notas, claro por el momento lo principal era volver a salir.

Después de la charla, el café y los pastelillos, me acompañaste hasta mi departamento porque ya se había oscurecido, nos habíamos pasado la tarde hablando y podría ser peligroso salir de noche sola, cada mínimo detalle que hacías significaba demasiado para mí, aunque no lo notaras o al menos eso creía. 

Nos despedimos con un beso en la mejilla en el cual nuestras mejillas se sonrojaron al mismo tiempo y un recordatorio para nuestra próxima salida.

Ambos sabíamos que por ningún motivo faltaríamos ese día, algo muy dentro de nosotros comenzaba a encenderse.

...

¿Quién diría que desde ese momento nos volveríamos inseparables?

Loving You Had Consequences (Shawmila)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora