Troisième partie

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Los días posteriores estuvieron aún más raros ya que empezaba a cambiar yo y mi mamá también, más cuando me veía con mis amigos que ella ya conocía.

- Aléjate de Daniel – me decía ella.

- ¿Por qué, mamá? Él es mi mejor amigo y no pienso dejar de hablarle – dije yo.

- Está mal visto que una señorita como tu este tan cerca de un muchacho con sabrá Dios que intensiones – me sentenciaba.

    Fue así como empecé a echar de menos los días en los que no tenía nada que me doliera y molestara en el pecho además de la incómoda menstruación, y poco a poco comencé a extrañar más y más todos los días de felicidad que tenía jugando con mi mejor amigo, y eso no se me hacía justo ya que tenía y sigo teniendo más amigos hombres, pero mi mamá me prohibía estar con ellos platicando en la calle, como antes solía hacerlo. También en casa las cosas iban cambiando, por el nacimiento de mi hermana pequeña, me tuve quehacer cargo de algunas cosas de la casa que antes no hacía y como jamás lo había hecho me equivocaba muchísimo y eso enfurecía a mi mamá. 


- Eres una tonta que no sabe hacer nada bien – me gritaba mientras yo echaba a correr.   

¿Cuento de mi vida?Where stories live. Discover now