CAPÍTULO 77 - Anochecer (Segunda Parte)

14.8K 1.6K 142
                                    

En el pasado, siempre eran otros que le preguntaban qué hacer. Ahora, sin embargo, era él quien preguntaba a los demás qué debía hacer, y era capaz de darle una respuesta.

De repente, Wei WuXian sintió un leve dolor en el costado de su cuello, como si hubiera sido pinchado por una aguja afilada. Sintió que su cuerpo se entumecía por todas partes. Habiendo sido tomado por sorpresa debido a la distracción momentánea, sólo se dio cuenta de lo que estaba pasando después de unos momentos. Involuntariamente, ya se había derrumbado en la cama de roca. Al principio, todavía podía levantar su brazo, pero al poco tiempo incluso su brazo se estrelló contra la cama. Ya no podía moverse.

Con ojos rojos, Wen Qing retiró lentamente su mano derecha, "... Lo siento.”

Ella no debería haber sido capaz de atacar a Wei WuXian con su velocidad, pero Wei WuXian no estaba alerta en lo absoluto. Con el dolor, Wei WuXian sintió que su mente también se calmaba un poco. Su manzana de Adán se movió antes de abrir la boca. "¿Qué estás haciendo?"

Wen Qing y Wen Ning intercambiaron una mirada. De pie ante él, al unísono, le concedieron un saludo solemne.

Al ver esto, surgió un inquieto sentimiento de presentimiento dentro de Wei WuXian, “¿Qué van a hacer? ¿Qué piensan que están haciendo?”

Wen Qing, “Cuando te despertaste, estábamos en medio de discutirlo. Creo que hemos llegado a una conclusión.”

Wei WuXian, "¿Discutiendo qué? Deja de decir tonterías. ¡Saca la aguja, déjame ir!”

Wen Ning se levantó lentamente del suelo. Su cabeza aún colgaba, "Hermana y yo hemos llegado a una conclusión. Iremos a la Torre Koi para entregarnos.”

“¿Entregarse?” Wei WuXian se sorprendió, “¿Cómo van a hacer eso? ¿Pidiendo disculpas? ¿Rindiéndose?"

Wen Qing se frotó los ojos, su expresión parecía ser tranquila, "Sí, más o menos. En los días que estabas dormido, la Secta Lanling Jin envió personas a decir unas palabras en el Montículo de Entierro.”

Wei WuXian, “¿Decir unas palabras sobre qué? No hables una palabra a la vez. ¡Dilo todo de una vez! ¡Termina tu explicación!”

Wen Qing, “La Secta Lanling Jin quería que les dieras una respuesta. La respuesta sería entregar a los dos líderes de los miembros restantes de la Secta Wen, especialmente al general fantasma.”

"..." Wei WuXian, "Les estoy advirtiendo a los dos. Sáquenme esta aguja ahora mismo.”

Wen Qing continuó: "Los líderes de los miembros restantes de la Secta Wen… somos nosotros. Según ellos, si nos entregas, este incidente también se dejará pasar también eventualmente. Así que podríamos tenerte en la cama por un par de días más. Los efectos de la aguja cesarán en tres días. Ya he hablado con el Tío Cuatro al respecto. Él te cuidará y te dejaría salir en caso de que ocurriera una emergencia dentro en esos tres días.”

Wei WuXian se enfureció, "¡Puedes callarte la boca! ¡Ya es un caos como están las cosas ahora! Ustedes dos pueden dejar de agregar más problemas a mi plato. Entregarse mi culo. ¿Les dije que hicieran esto? ¡Quítenme la aguja!"

Wen Qing y Wen Ning se detuvieron, con los brazos flojos. Su silencio era el mismo. Wei WuXian no tenía fuerza en su cuerpo. Sus esfuerzos no sirvieron de nada, y nadie lo escuchó tampoco. De repente, tampoco parecía haber fuerza en su corazón.

No podía ni gritar ni moverse, con voz áspera, "¿Por qué van a la Torre Koi? No fui yo quien lo maldijo con los Cien Agujeros..."

Wen Qing, "Pero han decidido que eras tú.”

Wei WuXian hizo todo lo posible para pensar en maneras de lidiar con esto. De repente, pensó en algo, “¡Entonces encuentra a la persona real que impuso la maldición! Jin ZiXun definitivamente fue a los expertos en maldiciones. La forma más común de lidiar con estas maldiciones es devolverles el golpe, dejar que los efectos reboten hacia el que colocó la maldición. Incluso si no se puede rebotar toda la potencia, una gran parte sí puede. ¡Sólo podemos buscar a alguien que tenga las mismas marcas de maldición!”

Wen Qing, "Es inútil.”

Wei WuXian, "¿Por qué no?"

Wen Qing, “Hay tanta gente, ¿dónde podríamos buscarlo? ¿Establecemos un punto de control en cada calle de cada ciudad y hacemos que todos se quiten la ropa para que podamos revisar?"

Wei WuXian protestó, "¿Por qué no?"

Wen Qing, "¿Quién estaría dispuesto a establecer estos puntos de control para ti? ¿Y por cuánto tiempo pretendes buscar? Tal vez podríamos encontrarlos después de ocho o diez años, pero ¿esa gente estaría dispuesta a esperar?”

Wei WuXian, "¡Pero no hay marcas de maldición rebotadas en mí!"

Wen Qing, "Durante el incidente de hoy, ¿te preguntaron?"

Wei WuXian, "No."

Wen Qing, "Correcto. No preguntaron. Estaban preparados para matarte. ¿Entiendes ahora? No necesitan ninguna prueba. Ellos tampoco necesitan que encuentres la verdad. Si tienes o no marcas de maldición en tu cuerpo no importa en absoluto. Eres el Patriarca YiLing, el Rey del Sendero Demoníaco. Te especializas en maldiciones oscuras, por lo que no sería extraño si no tuvieras marcas de maldición en ti. Además de eso, no tenías que hacerlo tú mismo. Podrías haber hecho que los Perros Wen, tus esclavos, lo hicieran por ti. Eres tú, no importa qué. No serás capaz de negarlo.”

Wei WuXian maldijo.

Wen Qing esperó tranquilamente a que él terminara de maldecir, "Entonces, ¿ves? No sirve de nada. Con la forma en que están las cosas, la identidad de quien colocó la maldición de los Cien Agujeros ya no es importante. Lo importante es el hecho de que las cien personas en el camino de Qiongqi y... Jin ZiXuan fueron asesinados por A-Ning.”

Wei WuXian, "... Pero, pero..."

¿Pero que? Él mismo no sabía ni qué decir después de "pero". No podía pensar en una razón para dar, una excusa para usar.

Habló, "... Pero incluso entonces, yo debería ser el que fuese. Fui yo quien hizo que los cadáveres mataran a la gente. ¿Por qué iría el cuchillo en lugar del asesino?”

Wen Qing, "¿No es mejor así?"

Wei WuXian, "¡¿Mejor cómo?!"

La voz de Wen Qing era tranquila, "Wei Ying, ambos lo sabemos. Wen Ning es un cuchillo, un cuchillo que los asusta, pero también un cuchillo que usan como excusa para atacarte. Si nos vamos, sin el cuchillo, ya no tendrían excusa. Todo esto podría terminar finalmente.”

Wei WuXian la miró sorprendido. De repente dejó escapar un rugido sin sentido.

Finalmente entendió por qué Jiang Cheng siempre expresaba una ira extrema por ciertas cosas que hacía, por qué siempre decía que tenía un complejo de héroe, por qué siempre parecía como si quisiera golpearlo. Ver a los demás asumir la responsabilidad sobre sus hombros sin importar lo que fuera, insistir en soportar todas las consecuencias negativas, no poder ser detenido en absoluto, ¡el sentimiento era lo más detestable!

Wei WuXian, "¿Ustedes dos entienden o no? Al entregarse en la Torre Koi, lo que les sucedería a los dos, especialmente a Wen Ning. ¿No eres tú quien más ama a tu hermano?”

Wen Qing, "Lo que sea que le pase, sería lo que se merece.”

No. Wen Ning no se lo merecía en absoluto. Era él quien lo merecía.

Wen Qing, "De todos modos, deberíamos haber estado muertos desde hace mucho tiempo. Estos días han sido un golpe de suerte para nosotros.”

Wen Ning asintió.

Siempre fue así, asintiendo con la cabeza a todo lo que dijeran los demás, de acuerdo y nunca objetando. Wei WuXian nunca había aborrecido tanto su inclinación de cabeza y su docilidad.

Wen Qing se agachó junto a la cama. Mirando su cara, de repente extendió la mano y golpeó su dedo contra la frente de Wei WuXian.

Ella puso bastante fuerza en su golpecito. Wei WuXian frunció el ceño por el dolor. Al ver esto, Wen Qing parecía estar de mejor humor. "Dije lo que tenía que decir, expliqué las cosas y me despedí. Entonces, adiós."

Wei WuXian, "No..."

Wen Qing lo interrumpió, "Nunca antes te he dicho estas cosas. Pero ahora que es hoy, hay algunas cosas que debería decir. No tendré la oportunidad de decirlas después de esto.”

Wei WuXian susurró, "... Cállate... Déjame ir..."

Wen Qing, "Lo siento. Y gracias."

Wei WuXian estuvo acostado durante los tres días.

Los cálculos de Wen Qing eran ciertamente correctos. Tres días. Ni un momento antes, ni un momento más tarde. Fue capaz de moverse justo después de que pasaron los tres días.

Primero sus dedos, luego sus extremidades, su cuello... Cuando la sangre casi congelada comenzó a fluir dentro de él una vez más, Wei WuXian saltó de las escaleras y corrió fuera de la Cueva Mata-Demonios.

La gente de la Secta Wen parecía como si tampoco hubieran cerrado los ojos en los tres días. En silencio, se sentaron dentro de la gran choza, alrededor de las mesas. Wei WuXian ni siquiera les dedicó una sola mirada. Corriendo tan rápido como pudo, corrió por el Montículo de Entierro.

Después de bajar la montaña, se quedó en medio de los arbustos, recuperando el aliento. Inclinándose, apoyó sus manos en sus rodillas por un largo tiempo antes de levantarse de nuevo. Sin embargo, mirando las hierbas silvestres que cubrían muchos de los caminos de montaña, no sabía a dónde ir.

Montículo de Entierro, acababa de bajar de allí.

Muelle de Loto, no había regresado en más de un año.

¿Torre Koi? Ya habían pasado tres días. Si iba ahora, era probable que el cadáver de Wen Qing y las cenizas de Wen Ning fueran las únicas cosas que quedaran.

Se quedó en blanco. De repente, sintió que el mundo no tenía lugar para él, a pesar de lo grande que era. Tampoco sabía qué hacer.

De la nada, un pensamiento aterrador emergió de las profundidades de su corazón. En los tres días, había negado este pensamiento una y otra vez, pero seguía apareciendo, incapaz de ignorarlo.

Wen Qing y Wen Ning se fueron solos. Tal vez se alegraba, en algún lugar profundo de él. Debido ésto, no tendría que estar atrapado entre qué elección tomar. Ya habían hecho la elección por él y se habían ocupado de la dificultad.

Wei WuXian levantó la mano y se dio una bofetada en la cara. En voz baja, se riñó, "¿Qué estás pensando?"

Su mejilla ardía. Finalmente fue capaz de suprimir el pensamiento aterrador. En cambio, pensó para sí mismo que no importaba qué, al menos tenía que devolver las cenizas de los hermanos Wen.

Y así, al final, corrió hacia la Torre Koi.

No le era difícil a Wei WuXian colarse en un lugar si quería. Estaba muy tranquilo en la Torre Koi. Sorprendentemente, no había ninguna de las líneas pesadas de defensa que imaginó que habría. Buscando por todas partes, no encontró nada que considerara sospechoso.

Como un fantasma, vagaba por los palacios dentro de la Torre Koi. Se escondía cuando había gente; caminaba cuando no había. Tampoco sabía qué estaba buscando, ni siquiera cómo buscarlo. Sin embargo, cuando se escucharon los gritos de un infante, sus pasos se congelaron de repente. Dentro de él había una voz que instaba a su cuerpo a caminar hacia donde provenía el sonido.

Los gritos eran de un palacio grande y sin luz.

Wei WuXian se escabulló hacia las puertas principales sin hacer ruido. Miró a través de las delicadas tallas de las ventanas de madera.

Un ataúd negro descansaba en el vestíbulo. Ante el ataúd se arrodillaron dos mujeres de blanco.

La mujer de la izquierda tenía un marco ligeramente más pequeño. Era una figura que nunca confundiría. A lo largo de su infancia, esta figura lo había llevado muchas, muchas veces.

Era Jiang YanLi.

Arrodillada en un futón, Jiang YanLi miraba fijamente el ataúd tan negro que parecía brillar. El niño estaba en sus brazos, todavía llorando suavemente.”

La mujer de la derecha susurró: “… A-Li, puedes dejar de sentarte aquí. Ve a tomar un descanso.”

Jiang YanLi negó con la cabeza. Madame Jin suspiró.

Era una mujer que tenía una personalidad similar a la de su mejor amiga, Madam Yu. Ella era extremadamente asertiva, su voz siempre alta. Sin embargo, las pocas palabras que acababa de decir sonaban tan bajas y tan ásperas, que parecía haber envejecido drásticamente.

Madam Jin insistió, "Me quedaré aquí. No deberías sentarte más tiempo. No podrás aguantar.”

Jiang YanLi habló en voz baja, "Madre, estoy bien. Me gustaría sentarme un rato más.”

Un momento después, Madam Jin se puso de pie lentamente, "No podrás aguantar si continúas. Te conseguiré algo de comer.”

Probablemente ella también había estado sentada ahí por mucho tiempo. Con las piernas entumecidas, su cuerpo se tambaleó ligeramente mientras se levantaba, pero rápidamente se estabilizó. Se dio la vuelta. Eran realmente esas facciones algo endurecidas.

En los recuerdos de Wei WuXian, Madam Jin siempre había sido vigorosa y decidida. Siempre mostraba en su rostro una expresión arrogante, rodeada de un esplendor dorado. Había mantenido su juventud bastante bien y parecía bastante joven, probablemente capaz de pasar por tener veinte años. Pero justo ahora, frente a Wei WuXian, había una mujer de mediana edad vestida de blanco, con las sienes heladas. No llevaba cosméticos. Sobre su rostro ceniciento había un par de labios agrietados.

Cuando se acercó y estaba a punto de salir, Wei WuXian se lanzó de inmediato. Con una ligera inclinación de su pie, saltó sobre el techo del pasillo justo cuando Madame Jin salía. Ella cerró la puerta detrás de ella. Con una expresión fría, respiró hondo y ajustó la posición de sus músculos faciales, como si quisiera volver a poner su habitual expresión majestuosa.

Sin embargo, incluso antes de que ella terminara de respirar, sus ojos se habían enrojecido. Antes, frente a Jiang YanLi, no había mostrado ningún signo de dolor. Sin embargo, justo cuando salió, las comisuras de sus labios colapsaron al mismo tiempo. Sus rasgos se arrugaron, y comenzó a temblar.

Era la segunda vez que Wei WuXian veía una expresión tan desagradable pero desesperada en el rostro de una mujer.

Realmente no quería ver tal expresión nunca más.

Inconscientemente, Wei WuXian apretó los puños, pero sus nudillos dieron un sonido crujiente. Al escuchar esto, la señora Jin miró con enojo, "¡¿Quién está ahí?!"

Justo cuando levantó la vista, vio a Wei WuXian, escondido detrás de una de las decoraciones de la azotea. La señora Jin tenía buena vista. Vio los rasgos sumergidos en la oscuridad, y su rostro se torció a la vez. Ella gritó con voz aguda, "¡Todos! ¡Vengan todos! Wei Ying, ¡está aquí! ¡Se metió en la Torre Koi!”

Wei WuXian saltó del techo. De repente, escuchó una serie de pasos rápidos. Alguien se apresuró a salir del palacio. Sólo podía correr.

En este momento, no se atrevió a mirar a Jiang YanLi, ni una sola expresión, ni una sola palabra.

Después de huir de la Torre Koi y de abandonar la Ciudad de Lanling, Wei WuXian perdió su sentido de dirección una vez más. Deambuló aturdido, su mente nublada. No hizo una sola parada. No sabía cuántas ciudades había pasado cuando de repente vio a un grupo de personas alrededor de la puerta de una ciudad. Tenían una discusión acalorada y apasionada.

Wei WuXian intentó ignorar a estas personas, pero cuando pasó, oyó las palabras "General Fantasma". Inmediatamente se detuvo en su camino, concentrándose en la conversación.

"El General Fantasma es realmente feroz... Dijo que estaba allí para entregarse, pero de repente se volvió loco. Mató de nuevo, esta vez en la Torre Koi.”

"¡Menos mal que no fui ese día!"

"Era un perro entrenado por Wei WuXian. No es de extrañar que muerda a todos en su camino.”

"Wei Ying, sin embargo, no debería haberlo hecho si no podía controlarlo. Creó un perro rabioso y no lo ató. Tarde o temprano, se enfrentará a una desviación del qi. Con como están las cosas, dudo que el día esté tan lejos.”

Wei WuXian escuchó en silencio. Los músculos de su cara y dedos se contrajeron ligeramente.

"Qué desafortunado para la Secta Lanling Jin".

“¡Las cosas fueron aún peores para la secta GusuLan! Más de la mitad de las treinta y tantas personas eran de su secta. Claramente, sólo estaban allí para ayudar a calmar las cosas.”

“Menos mal que el General Fantasma finalmente fue quemado. De lo contrario, sólo pensar en que tal cosa estaba vagando por ahí, enloqueciendo de vez en cuando, sería suficiente para que tuviera pesadillas.”

Alguien escupió, "¡Ese es el fin que todos los Perros Wen deben cumplir!"

“El General Fantasma fue casi quemado en migajas. Esta vez, Wei WuXian debería saber qué está pasando, ¿eh? Escuché que muchos de los líderes de secta que asisten a la conferencia de promesa ya han hablado. ¡Qué terrorífico!”

Cuanto más escuchaba Wei WuXian, más fría se hacía su expresión.

Debería haberlo entendido hace mucho tiempo. No importaba lo que hiciera, ni una sola palabra buena saldría de la boca de estas personas. Cuando ganaba, otros le temían; cuando perdía, otros se regocijaban.

Estaba cultivando el camino torcido de cualquier manera, entonces, ¿qué significaron todos los años de persistencia? ¿Para qué habían sido exactamente?

Sin embargo, cuanto más fríos estaban sus ojos, más brillante era el fuego que ardía en su corazón.

Uno del grupo se regocijó, como si hubiera hecho una gran contribución al asunto, "¡Sí, estupendo! Estará bien si  tan sólo él se acurrucara obedientemente dentro de esa maldita montaña de ahora en adelante. ¿Y si se atreve a mostrar su rostro de nuevo? Ja, tan pronto como esté fuera, yo...”

"¿Qué harás?"

La gente, en medio de su acalorada conversación, se detuvo al unísono. Todos se dieron la vuelta.

Vieron a un pálido joven en túnica negra detrás de ellos, dos círculos oscuros debajo de sus ojos, su voz fría, "Si se atreve a salir, ¿qué harás?"

Aquellos con ojos agudos vieron la flauta con la borla roja brillante colgando de la cintura del joven. Inmediatamente se sobresaltaron, exclamando, "Chenqing, ¡es Chenqing!"

¡El patriarca YiLing, Wei WuXian, realmente había salido!

En ese instante, se formó un gran círculo con Wei WuXian en el centro. La gente huyó hacia todas partes. Cuando Wei WuXian dejó escapar un silbido agudo, las personas de repente sintieron que sus cuerpos se hundían. Todos se derrumbaron en el suelo. Mientras se movían temblorosamente, se dieron cuenta de que todos, incluidos ellos mismos, tenían en sus espaldas varios espíritus oscuros y sangrientos.

Entre la multitud dispersa y discapacitada, Wei WuXian caminó pacientemente, hablando mientras caminaba, "Eh, ¿qué pasa? ¿No eran ustedes unos grandes cultivadores cuando hablaban de mí a mis espaldas? ¿Por qué, ahora que están delante de mí, no pueden hacer nada más que tumbarse en el suelo?"

Caminó junto a la persona cuyas palabras eran más duras y apoyó el pie contra la cara de la persona, riendo, "Habla. ¿Por qué ya no estás hablando? Señor héroe, ¡¿qué vas a hacerme?!

Los huesos nasales de la persona se habían roto por la fuerza, sangrando y gritando incontrolablemente. Muchos cultivadores observaban desde lo alto de la puerta de la ciudad. Querían ayudar, pero no se atrevieron a acercarse a la escena.

Uno de ellos gritó desde lejos, "Wei... ¡Wei Ying! Si realmente eres tan fuerte, ¿por qué no vas a buscar a los líderes de secta que participan en la conferencia de compromiso? ¿Qué podrías probar al elegirnos cultivadores de bajo nivel sin poder para contraatacar?”

Wei WuXian dejó escapar otro silbido corto. El cultivador que había gritado sintió como una mano de repente lo tiraba hacia abajo. Se cayó de la puerta de la ciudad, rompiéndose las dos piernas, y comenzó a gritar.

En medio de los lamentos, la expresión de Wei WuXian no cambió en absoluto, "¿Cultivadores de bajo nivel? ¿Tengo que tolerarlos sólo porque sean cultivadores de bajo nivel? Si se atrevieron a decir esas cosas, tenían que acarrear con las consecuencias. Si sabían que eran insignificantes pedazos de escoria tan sucia como las hormigas, ¡¿por qué no supieron pensar antes de hablar?!”

Todos estaban tan pálidos como la ceniza, sin hacer un solo ruido. Un momento después, cuando Wei WuXian no escuchó más charlas, continuó con satisfacción, "Sí, ese es el espíritu.”

Justo cuando acababó, pateó otra vez, rompiéndole la mitad de los dientes a la persona que más estaba difundiendo los cuentos inventados.

La sangre salpicaba por todo el suelo. Todos se estremecieron mientras observaban, mientras que la persona ya se había desmayado por el dolor. Wei WuXian miró hacia abajo y presionó su pie contra el suelo, dejando atrás algunos pasos sangrientos.

Pensó por un momento antes de hablar de nuevo, con su voz sin emoción, "Pero, ustedes pedazos de escoria tenían razón en una cosa. Realmente no tiene mucho sentido perder el tiempo con ustedes. ¿Querían que encontrara esas sectas más grandes? Muy bien. Iré ahora mismo, para aclarar algunas cosas con ellos.”

Levantó la vista y vio el gran anuncio pegado en la puerta de la ciudad. La multitud había estado charlando alrededor de este anuncio.

En la parte superior del anuncio se encontraban las palabras "Conferencia de Promesa". El contenido decía que las cuatro sectas principales —la Secta LanlingJin, la Secta QingheNie, la Secta YunmengJiang y la Secta GusuLan— iban a esparcir las cenizas de los restos de la Secta Wen sobre las ruinas de la residencia abandonada de la Secta Qishan Wen, la Ciudad Sin Noche. Al mismo tiempo, se comprometieron a oponerse para siempre al Patriarca YiLing, que había ocupado el Montículo de Entierro.

¿Una conferencia de compromiso en la Ciudad Sin Noche?

Amor Eterno IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora