Nos Vemos de Nuevo Slendy

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Narra Gabriela.

El bosque tiene soledad de sobra, me encanta, adoro mi próximo hogar... El anterior... Digamos que fue parte de mi prueba, después de todo lo que me prometían como simple humana no superaba a lo que me ofrecía mi jefe. Tal vez no sea oficial aún pero con mis capacidades que tengo otorgadas podría asegurar mi lugar, cambiar de forma a una animal tiene cierta forma de hacerse, no es fácil y en cierto punto hasta llega a doler, en fin, ser hija bastarda de entre el cielo y el infierno tiene sus pros y contras. Por ejemplo, no recuerdo nada de los diez años en adelante, no tengo prisa ni interés de todo mi pasado. Sólo de algunas cosas.

Entre pinos y susurros de las copas de los árboles me encuentro de frente con Alexander y Laureen. Unos novatos pero audaces asesinos, después de todo, gemelos de ladrón.

-¡Alex, Laureen! -llamo su atención sin ningún cuidado.- ¿Porque llevan un chico? -pregunto con curiosidad a lo que Lau me responde agobiada.- Pedido de Slenderman... Yo que quería contarle el cuello a la vecina asquerosa que acaba de llegar... -rio ligeramente y niego con la cabeza al igual que Alex, ella siempre ha sido así, su bienestar por encima de todo.- ¿Quieren que lo lleve? Después de todo voy para largo aquí.

Alex suelta aire acompañado de un estirón de brazos, haciendo que todo el peso recaiga sobre su hermana y casi se caiga al suelo.

- ¡Idiota! ¡Parece ligero pero no lo es tanto! -se queja ella a lo que Alexander rueda los ojos y responde.- Obvio pesa cabeza hueca, ¿por algo estiré los brazos no? En fin... Gaby, ¿no necesitarías ayuda para llevarlo? -dice arqueando una ceja y riendo.- Esta bien, recuerda que tengo ventajas.

El par sólo se ríe y se retira, en serio que les había quitado un peso de encima. Me acerqué el cuerpo del chico, era más o menos de mi edad, un año mayor quizás; eché un vistazo a la zona manchada de sangre de su pierna y la curé; otra ventaja. Como quería saber de su aspecto físico le quité los lentes amarillos y un tipo de bozal; su piel era muy pálida o sus labios muy rosas.

"Ni yo tengo tan bonitos labios..." pensé.

En medio del camino el chico abrió un poco los ojos, haciendo notar aún más su palidez ya que estos eran de un color avellana muy vivo, al principio no habló pero en un momento me preguntó por mi nombre, no me gusta hablar así que con algo de indiferencia le contesté.

-Gabriela, me llamo Gabriela -digo con la vista aún en el camino, ya lograba divisar la mansión. - ¿Y tu te llamas...? -hablé para que el silencio no fuera incómodo, algo a lo que él le agradó y a penas con un hilo de voz respondió.- Tobías, un gusto... Por cierto... Bonito nombre.

Ante sus palabras el color rojo subió a mis mejillas, no era muy notable pero si el castaño abría de nuevo la boca aumentaría; los cumplidos no eran muy de mi agrado, me molestaban y en cierto punto me apenaban. Intento poner seriedad y apresurar más mi paso pero un mareo me recorre el cuerpo y empiezo a tambalear. Lo único que siento es un pitido que me cierra los ojos.

****

Abro los ojos y me sobo la cabeza, me pulsa un poco. Volteo hacia mi derecha y Slender se encuentra a mi lado.

-¿Pero que carajo...? -dijo frotándome los ojos.- Tranquila querida... Sólo un ataque... Recuerda que eres todavía de cuerpo un poco débil.

Parpadee un par de veces y asentí, a pesar de tener el lugar aquí todavía soy una aprendiz. El me explicó que después empezarían los entrenamientos que por ahora descansara. Hice caso y me acosté después de cenar.

3 años después...

Narra Slenderman.

Al final del entrenamiento Gabriela se me acerca y me pregunta de qué será el examen final, le explico que consiste en que deberá torturar ante mi a una víctima. A ella se le encienden los ojos y susurra que será fácil, me río mentalmente y le indico que descanse


-Ya lo creo, mañana será un día que espero con ansias... -me dice.- Ser tu primera proxy... ¡Hasta mañana! -se despide y yo le correspondo con un ademán de mano.

****

-¿Lista? -le pregunto mientras camina hasta el cuarto. Esta prueba ya la habían hecho ayer mis otros aprendices y lo pasaron con éxito, sólo faltaba ella.- Mucho más que lista, tan sólo observe.

Desde el otro lado la vi empezar, se convirtió en su forma de gato, cuando su forma estuvo completa empezó a desgarrar la bolsa de la cabeza del tipo. El chico al quedar descubierto trató de gritar, pero las garras de ella interrumpen.-¿¡D-Donde estoy!? -dice alarmado el chico, su voz se puede percibir perfectamente por el micrófono. Gabriela sólo esboza una sonrisa y habla.- Un lugar, tranquilo, no estarás mucho tiempo aquí... Que lástima, no podrás vivir para contarlo sobre mi, The Even. -responde rápida y presumidamente. Ella no hace caso a sus súplicas, con agilidad voltea su cuerpo en la mesa y ajusta las correas para que quede su cuerpo al descubierto.

Con habilidad hace un corte en el pecho, el tipo chilla, empieza a llorar y suplicar corte tras corte. Ella se ríe y se que esto ni si quiera ha empezado.

-Me he aburrido... ¿Quieres jugar a algo? Quizá te apetezca jugar al doctor. -le propone aunque suena más a obligación.

Gabriela abre poco a poco una parte de su vientre, de este la sangre comienza a brotar en un hilo que cada vez se ensancha más. Con sus largas garras remueve lo de adentro; el chico se retuerce, grita, a ella le encanta que griten. Sin cuidado alguno mueve los dedos y pincha algo, al sacar el dedo se nota que tiene clavado un pedazo de hígado. Se lo quita y sigue con dar fin a su despreciable vida, abre de un solo Tajo su vientre, la sangre no tarda en desbordarse como su cuerpo deja de dar señal alguna de vida, sólo unos segundos que no serán paz. Con lástima y cinismo en la mirada, Gabriela, entierra las filosas garras en su pecho.

La prueba a terminado, ella se acerca a la puerta y siente mi aprobación con tan solo unas palmas, aunque para asegurarla le digo:

-Excelente, perfecto, vamos a celebrar así que cámbiate y prepárate. -ella me asiente y sube las escaleras. Finalmente hoy será el día en que conozca a los demás.- No olvides hacer lo último de las maletas, recuerda que nos mudaremos.

La espero, después de todo mis otros proxys ya saben de la celebración.

****

Narra Gabriela.

Junté mis últimas cosas en mi maleta y bajé, sin pensarlo me pongo al lado de Slenderman e instantáneamente el lugar cambia a otro.

"Que rápidez..." pienso.

Slender me dice que espere, yo hago caso ¿A que irá? ¿Tanta casa? Aquí hay gato encerrado...

-Gabriela, quiero presentarte a tus compañeros. -me habla mientras de atrás suyo salen tres chicos, uno de máscara blanca, otro de sudadera amarilla y al final un chico con un tipo de bozal.- Ellos son Masky, Hoddie y T.Toby. -me desconcerté un poco, ya sabía yo, aunque pensándolo bien no me vendría mal su compañía, así que ofrecí una sonrisa y hablé.- ¡Genial! Me llamo Gabriela Youth, o por mi nombre de pila, The Even.

Cada uno de ellos se acercan a saludarme, siento que están felices aunque el de máscara blanca es un poco serio y el de sudadera, Hoddie habla poco son amables. El de bozal es más amigable, ¿Toby? Si, Toby. Cuando la bienvenida acaba Slender nos pide pasar a celebrar la ocasión con una cena y un delicioso postre.
Al terminar yo estoy dispuesta a irme a mi nueva habitación, estoy algo exhausta por la prueba de hoy así que empiezo a subir las escaleras, cuando estoy en la mitad una voz me llama, no reconozco de quien es así que volteo y...

La Proxy Secreta De Slenderman (As Secreto: Proxy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora