029|Give me a break.

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- ¿Entonces todo salió bien? – Frank se recargó sobre la barra de la cocina mientras acomodaba el teléfono entre su hombro y oreja – sí... - miró a Gerard, quien yacía sentado en el sillón viendo hacia la nada – sí él está... bueno, ya sabes lo normal. Sí... claro ven cuando quieras – mira el celular – sí, adiós.

Frank cuelga y se guarda el móvil en el bolsillo. Suspira al ver a su amigo. Ha estado callado desde que se fueron del hospital, también todo el camino a su casa. Están solos, Donna está trabajando y ahora están sin ideas.

Frank no sabe qué hacer o decir. Por lo general, Gerard se la pasa hablando y él solo escucha y responde. Pero... ¿y ahora? El pelirrojo ha estado como piedra sobre el sillón durante ya media hora.

No se atrevería a rogarle porque vuelva a la vida, le da vergüenza. Así que solo se sienta a un lado del chico sin decir ninguna palabra. Solo lo imita.

No puede obligarse a sentir lo que Gerard siente, porque no era hermano suyo, tampoco tuvo hermanos y si los tuvo (ya que es adoptado y hasta ahora se da cuenta) no mantiene contacto con ellos. Intenta entenderlo, más es prácticamente imposible. Solo siente pena por Mikey, mas no más.

- Tenemos que hacer muchas cosas, Gerard – dice. Fue lo más neutral y sin corazón que se le pudo ocurrir al desgraciado, ¡el chico acaba de perder a su hermano!

Gerard cierra los ojos y respira.

- ¿No puedes ser más hijo de puta? – Gerard por primera vez en un buen rato, lo mira – ya lo sé.

- Lo siento – se lamenta – no sé qué decirte... amigo...

La mirada de Gerard se intensifica, ¿amigo? Es la primera vez que Frank le dice amigo, mas no era exactamente lo que a Gerard le gustaría escuchar en ese instante. El pelirrojo intenta sonreírle para no partirle la cara, se está conteniendo esas ganas de mandar todo a la mierda, que era justo como se siente.

- Es muy tarde, tenemos que...

- Quiero quedarme aquí – Gerard taja – ve a mi habitación o... haz lo que te plazca, mañana hablamos de lo que sigue ¿sí?

Le sonríe. Frank se queda petrificado, no, petrificado es poco. Pero hoy, solo se limita a asentir y caminar lentamente a la escalera. De pronto se siente ansioso por las contestaciones de Gerard y no le agrada nada que el chico se deprima. Tienen que seguir para poder regresar a sus cuerpos.

- Necesito a Gerard bien – se dice a sí mismo mientras llega al pasillo de arriba, en donde están todas las habitaciones.

Le da curiosidad saber qué hay en la habitación de Mikey, así que sin hacer demasiado ruido, se acerca y la abre. Se queda impactado al ver el resultado: es prácticamente una bodega, todas las cosas de navidad o decoraciones de Halloween están ahí.

- Básicamente no existe. – se asombra.

2:34 a.m.

Frank se sobresalta.

- ¡Dios! – grita alarmado al ver a Gerard parado a un lado de la cama, viéndolo con los ojos húmedos - ¡Jesucristo!

- ¡¿Y si me olvido de Mikey yo también?! – gritonea - ¡Frank! ¡¿y SI me olvido de mi hermano!? ¡Su cuarto no existe! ¡Tampoco las fotos que teníamos de pequeños! ¿¡Cómo es eso posible!? ¡JODER! ¡MIERDA!

Frank se lomita a observarlo con los labios entre abiertos y sus ojos grandes.

- ¡¿POR QUÉ?!

¡Devuélveme mi cuerpo! [Frerard] DONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora