87. Ya no estoy.

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Una semana había transcurrido ya desde la noche de la cita, la noche mas larga de mi vida.

La escuela iba totalmente normal, Brisa y Oliver estaban siempre conmigo preguntándome todos los días al menos un nuevo detalle de la famosa cita. Habían convertido el tema en su nueva telenovela.

Yo hablaba con Dylan todos los dias, pero no tanto como antes, pues ya estábamos en semana de examenes finales y debía esforzarme mucho si quería aprobar. Solo hablamos lo típico, hola, como estas, bien, okey, hablamos, te quiero. Fin.

Ya era fin de semana y me pasó por la cabeza relajarme un poco. Mamá no quería que me distrajera siquiera con mirar por la ventana pero mi vida esta última semana estaba muy cargada. El estrés era presente cada minuto. Exámenes finales, papá aún seguía en su proceso legal, tanto que este era el día en que aún no regresaba a casa. Mamá me consolaba con un "se está resolviendo" pero algo en mi me decía que esto era mas complicado de lo que ella hacía verlo.

Me pasó una loca idea por la cabeza que no quise desperdiciar. Ya era hora de un descanso. La idea era volver a salir con Dylan. Así como una segunda cita, pero esta vez sin menos lío... o al menos eso esperaba.

Llevaría mi mochila y quizás y él pueda explicarme algunas ecuaciones en realidad muy básicas pero que me costaban resolver.

Tomé el teléfono y no dudé en llamarle.

-¡Hola! -saludé cuando la linea se abrió del otro lado.

-¡Hey, Brid! -saludó muy animado.

-Quiero proponerte algo -anuncié tratando de contener la emoción y soltar todo de una vez.

-Si es que nos casemos, creo que me toca preguntartelo a mi -bromeó y eso me hizo reír por unos segundos.

-No, no. Estoy segura que te tocará a ti. Pero hablando en serio. Oye, la semana ha sido muy dura, eres testigo de mis penas y de lo ajetreada que me tiene la escuela.

-Aja -hizo saber que comprendía.

-Se me ocurrió que podríamos encontrarnos en el Mille Tendresse y no sé, conversamos un rato y de paso me darías la mano con algunas ecuaciones que no logro comprender -solté emocionada. Él no dijo nada, por un segundo se quedó en silencio a tal punto que llegué a pensar que la llamada se colgó.

-¿Dylan, sigues ahí?

-Eh, sí, si. Claro. Sigo aquí en linea... pero hay un problema.

-¿Aja? - me puse alerta.

-Ya no estoy Brid. He vuelto a Canadá. Quise decírtelo antes pero estabas muy ocupada y no quise darte una carga más. Lo comprendes, ¿cierto?  Hola. ¿Brid? ¿Brid?

Desconocido a la vista.  #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora