Un Verdadero Vaquero.

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Desperté cansada, Mateo comió tres veces en el transcurso de la noche, así que dormí poco, Tobías supongo que está en la cocina, Mateo dormía tranquilo a un lado mío. Me encantaba verlo, su cara bonita, sus pestañas, su nariz, su boquita, estaba enamorada de él, no cabe duda que es una bendición.

Tobías entró a la habitación con una bandeja en sus manos, la puso en mis piernas y besó mi frente.

-Buen día. - sonreí.

-Buen día. - respondió. - A medio día iremos almorzar al restaurante de Martha. - dijo y asentí.

-¿Saliste? - pregunte cuando vi que traía sus botas vaqueras, unos jeans y una chaqueta negra.

-Fui por café. - respondió y asentí.

Comencé a desayunar, Tobías cargo a Mateo quien también había despertado, lo paseo por la habitación mientras hablaba con él. Me encantaba ver a Tobías así con Mateo, es lo más hermoso que mis ojos pueden ver, Tobby estaba más que enamorado de su bebé, y eso es maravilloso.

Mateo lo veía con atención con sus enormes ojos azules. Él siempre que una persona se le acerca y le habla él pone mucha atención, como si entendiera lo que le decimos, en ocaciones se ríe, haciéndonos morir de ternura.

Termine el desayuno y me paré para llevar la bandeja a la cocina, Tobías y Mateo charlaban, bueno Tobías charlaba y Mateo lo veía. La mayor parte de las veces le hablamos en inglés, para que desde pequeño se familiarice.

Después de dejar todo en la cocina caminé al cuarto y antes de abrir la puerta escuche a Tobías que al parecer están hablando por teléfono con alguien, me coloque bien, pegando mi oído a la puerta para escuchar a Tobías.

"No, no tiene ni idea, no se como vaya a reaccionar." Dijo y guardo silencio. "Si lo se, pero ella apenas tiene 20 años, yo le llevo casi siete años"

Abrí la puerta de la nada asustando a Tobías, él me vio sorprendido, estaba sentado en la cama con Mateo en una de sus manos, no puedo creer que planee dejarme, para esto me rogó tanto, para después dejarme por que es mayor que yo. Me siento herida.

-Si Zack, yo llevo la planeación el lunes. Si hasta el lunes. - dijo de inmediato al celular y colgó.

-¿Hablando de trabajo en un fin de semana? - sonreí fingida.

-Solo era eso, nada más. - sonrío. Yo asentí.

-¿Quieres ir a fuera, a explorar un poco? - pregunto Tobías y negué.

-Creo que solo me sentare en el sillón de afuera con Mateo. - dije y el asintió.

Tome la maleta y la abrí para cambiarme, cambie a Mateo y salí con él en el porta bebé.

Estaba pensando que inventar para irnos, me sentía triste por lo que había escuchado ¿En serio esta era su sorpresa?
Tengo un poco de esperanza de qué tal vez mal entendí algo, de que no estaba hablando de mi, pero para ser honestos de quien más.

¿Será que me quiere dejar solo por nuestra diferencia de edad? Pero él me dijo que no le importaba ¿Y si me quiere dejar porque cree que quiero que me mantenga? Creo que fue eso, recientemente se lo dije, pero no pretendía que lo hiciera toda la vida, que pronto se le olvidó que él fue quien Lo propuso primero, yo me negué, pero de verdad no quiero estar separada de Mateo.

Mis ojos picaron, estaba al borde de llorar, no se cuanto tiempo llevo aquí pensando cosas sin parar, Observe a Mateo durmiendo plácidamente, unas lágrimas rodaron por mis mejillas.
Tobías salió y rápidamente pase mis manos por mis ojos y mejillas.