Alguna vez me amaste de verdad, ¿o fue todo mentira?

Ahora

23:39 P.M.

Ahora, miradas rapaces coinciden en cualquier parte, propias de dos desconocidos que podrían ser, quizás, el uno para el otro si se hubiesen conocido, si el destino y sus pasos les hubiesen conducido a dicho lugar con menos prisas y en otras circunstancias.

Ahora, dos desconocidos se follan con tristeza, tratando de llenar el vacío de sus almas cuando solo llenan el de sus cuerpos, absortos de sentimientos, llenos de rabia porque no están con la persona a la que su corazón corresponde.

Ahora, una chica se mira al espejo llenándose de rabia, que llora porque para sus ojos tiene más defectos que ganas de vivir, que deja de comer para alcanzar el patrón de belleza al que esta sociedad nos ha conducido a través de revistas de modas repletas de imágenes de modelos que llenan al resto de complejos.

Ahora, una mujer llora desconsolada en la puerta de un hospital a la espera de un médico que le comunique que las cosas van a ir bien, que lo peor ya ha pasado, y que pronto podrá llevarse a su hijo a casa.

Ahora, hay cientos de jóvenes con la oportunidad de tener un buen futuro y que la desaprovechan por vivir con los pies en el suelo y la mente vete tú a saber.

Ahora, hay un adolescente que ha sido víctima del acoso escolar, que no tiene autoestima y que siente que este mundo le viene grande, llevándole a pensar que la mejor solución es el suicidio.

Ahora, hay un montón de motivos para dejar de estar tristes que juegan al escondite.

Ahora, hay una chica que lleva a cuestas el dolor del pasado y que para sanar su alma, la única solución que encuentra es escribir, quedando libre de pensamientos, sacando de su mente todo lo que le molesta.