''Una Pieza Más...''[SoraMafu]

°Tensión en fuga°(#3)

Un pitido inundaba mis tímpanos, sentía como mi cuerpo daba vuelta tras vuelta varios metros más lejos del lugar ahora explotado. Escuché mis alas ser destruídas por la brusquedad del impacto.

Estaba seguro de que tenía varias heridas, pero recordé la situación actual y no tomé importancia. Me levanté y vi el gran incendio que ocasionamos todos nosotros.

—¡Lo logramos!— chilló Lon alegre.

—¡Ja!¡En sus caras, malditos!

Por más sádico que podía parecer, la felicidad nos consumía a todos, la emoción se extendía y las ideas de lo que podía suceder rápidamente se hacían presentes.

_Lo logramos…Shima, lo logramos— el chico rubio veía con una sonrisa quebrada y ojos melancólicos los escombros, fue acompañado por Urata y Sakata, quienes copiaron la expresión fácilmente.

Un ambiente risueño, de unos adolescentes sonriendo, admirando el ambiente a su alrededor, con un incendio del cual se sentían orgullosos. Algunos con alas mecánicas incompletas y destruidas, y otros que las mantuvieron.

''¿Extraño?''

Pues tal vez…

Antes de decidir que haríamos después de eso escuché un chillido.

—¡Suéltenme!— esa era la voz de Riinu—. ¡Corran!¡Hay dos vivos!— nos alertó.

—¡Cállate!— la voz era igual a la de la mujer que nos amenazó en la experimentación de las alas.

La angustia, ansiedad e indecisión se fundieron en nosotros, no podíamos reaccionar, sólo quedar plantados ahí sin más.

—Mierda…¡Iré, ustedes corran!— aveces pensaba que Araki era una clase de héroe, aunque teníamos la misma edad, él era más determinado— Lon, no dejes que venga— le ordenó a la rubia.

Estaba seguro de que hablaba de Nqrse.

—¡Uno se acerca!— Sakata estaba cerca mío.

—¿¡Silvana!?¡¡Responde!!¿Me escuchas?— Risru tenía un tono alterado, sin embargo no pude verlo, el chico de cabellos bicolores probablemente perdió el conocimiento.

—¡Tienen un arma!

''Basta…''

—¡No!¡Sueltenme!

''B-basta…''

''¡Bam!''

—¡¡Riinu!!

—¡¡Silencio!!— entrando en pánico, y como toda una escoria, corrí.

Abandoné a las únicas personas que me ayudaron estos años, las que me dieron esta libertad que no agradecí.

Debido al nerviosismo y adrenalina no podía sentir nada más que mis pies recorriendo el bosque, no me sentía con gran calor gracias a las brisas de viento que acariciaban mi rostro.

No estaba extremadamente oscuro, así que no me tropecé ni estampé mi cara en algún tronco. Pasé así alrededor de quince minutos, y luego con cansancio llegué a una mini zona del bosque donde la luz no era filtrada por hojas. Se podía apreciar por completo el cielo.

Al tomar asiento justo ahí, levanté la vista.

—Wooow~— el color azabache era simplemente hermoso, podía jurar que habían miles de constelaciones, estaba infestado de pequeñitas pero bellas estrellas, las pocas nubes que estaban presentes no tapaban ninguna vista deseable, todo aquel cielo era una vista que no esperaba volver a reflejar en mis orbes carmesí.