Capítulo 3

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Pov Harry

La conocí en un viaje, habían pasado 3 años desde que mi padre nos había abandonado. Nos encontrábamos con mi madre visitando ciudades por toda California, en un carro que compró recién mi padre se fue. Dado que él se había llevado consigo nuestro carro en el que tantos viajes familiares y momentos habíamos vivido.

La vi por primera vez cuando realizabamos una parada en Stockton para recargar combustible. No pude evitar sonreír al ver su hermosa risa deslumbrar por todo el parque principal de la ciudad mientras jugaba con su padre. Mi madre se sorprendió al oírme hablar sobre la bella niña del parque, pues ella ya notaba ciertas actitudes características de mi trastorno, y por tanto, no era normal en mi mostrar interés en alguna persona que estuviera a mi alrededor. Ya que ni me dejaban salir pero tampoco pedía permiso alguno para ir a jugar como era lo usual en niños de mi edad.

Desde aquel momento tuve un sentimiento que me impedía el querer alejarme de ella, como si de repente hubiera caído de lleno en un hechizo inquebrantable. Tanto así, que le rogué a mi mamá para que nos quedáramos allí por siempre, siendo la primera vez que le pedía algo con tanto esmero. Al principio le pareció muy loco el irnos a vivir a una ciudad como esa. Donde nuestro ambiente cambiaría radicalmente. Pensaba que era un capricho únicamente de su hijo pequeño. Sin embargo, aquel día en el que le pedí aquel deseo, vio en mi algo diferente, una chispa de alegría en los ojos de su niño que jamás había visto.

Por tanto, mi madre terminó aceptando. Tan pronto terminamos nuestro viaje y llegamos a casa, empezó a organizar y preparar todo para poder irnos. Nunca terminaré de estar agradecido por la comprensión que me dió en ese entonces, y que en todo momento me ha dado. Siempre ha sido muy tolerante.

Eran vacaciones, por lo que no fue complicado un cambio de colegio. Nunca me encariñé con nadie por lo que no mostré algún sentimiento de tristeza al alejarme de mis compañeros de primaria. Aunque mi madre si quería que siguiera allí. Como muchas mamás, que piensan que lo mejor es ser parte y estudiar en un solo colegio por toda la vida escolar.

En cuanto a la casa, conté con la suerte de que mi mamá consiguió una en venta muy cerca del parque donde vi a aquella niña. Al mudarnos pude darme cuenta que ella también vivía cerca de allí. Podía ver su casa desde mi habitación, y fue en ese entonces cuando descubrí mi pasión, el de la fotografía.

Al entrar a secundaria mi madre me compró una cámara con la que no paré de tomar fotos a cuanta cosa viera, pero en especial a Emma. De la que supe su nombre al coincidir de colegio. Yo soy un año mayor que ella, no obstante, estamos en el mismo grado porque entré al colegio con un año de retraso. Siempre fui una persona invisible, de aquellas que sabes que existen pero de las que no conoces nada. Por esto que creo, que para Emma como cualquier otro compañero, únicamente me ve como eso, alguien con la que comparte las clases y su nombre apenas sabe.

Aunque claramente para mi ella no es sólo eso. Día tras día mi pasatiempo favorito consistía y consiste en tomarle fotografías y conocer más de su vida. Algunos me llamarán loco si supieran cuanto tiempo al día gasto en ella. Creerán que soy un acosador. Pero simplemente con ella soy capaz de ser otra persona, una que es capaz de amar e interesarse en alguien. Aunque casi no podía salir, mi madre no ponía problema alguno cuando de salir a fotografiar se tratara. Ella sabía de mi extraña obsesión, y veía en ella una solución a mi trastorno, una esperanza con nombre propio, y era Emma.

Con el tiempo pude descifrar sus gustos, sus sueños, hasta su ciudad favorita. Gracias a eso supe a donde dirigirme tras finalizar el colegio. Luego de recoger mis calificaciones, que sin ser egocéntrico eran buenas, pedí a mi madre buscar mi universidad en Santa Bárbara. Específicamente en la Universidad de California. Esta pequeña ciudad, además de ser hermosa y contar con un paisaje colonial español en el centro de esta, se ubica en la costa, junto al mar, y uno de los deseos de Emma era conocer a este. Algo que supe tras tomarle algunas fotos sutilmente en clase de geografía y ver el brillo en sus ojos al hablar de los paisajes marítimos.

Aunque sabía que en esta ciudad se encuentran varias universidades albergaba una esperanza dentro de mi que se hizo realidad al ver su linda cabellera castaña y ojos color miel el primer día por el campus. El primer semestre paso sin ninguna novedad extraña, cada día me daba cuenta de que tan acertado fui al dar con mi carrera. ¡Me encanta! En cuanto a Emma no pude establecer algún contacto más que el de saludos corrientes en los almuerzos y salidas. Espero que este nuevo semestre pueda acercarme a ella al fin, reúna el valor necesario para que, tomando la ventaja de que estamos en la misma facultad también, pueda ella verme como alguien más aparte de un compañero y cara algo conocida. Que me pueda ver como alguien que quiere brindarle su amistad, compañía y amor sin siquiera dudar.

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¡Al fin un nuevo capítulo!

¡¡Pueden buscar y mirar la Universidad dicha anteriormente por Internet!! Ya que muchos datos en cuanto al paisaje o al ambiente son casi 100% real.

Espero que el capítulo sea del agrado de alguien, cualquier corrección, duda, sugerencia por favor decirme.

Desde ahora prometo subir capítulos más frecuentemente gracias a no tener la carga fuerte de trabajos y estudio 😁 SE APROXIMA LO BUENO

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2018 ⏰

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