I
Agradezco que me hayas herido sin saberlo.
Agradezco que me hayas amado sin hacerlo.
Gracias por pedirme mi corazón sin yo tenerlo,
para hacerle palpitar, amar
y luego romperlo.
II
Si te parezco conocido, te digo: yo no soy,
ni qué será de mí mañana, no sé qué día es hoy.
Estoy tomando Xanax para ver si me voy
porque me he dado cuenta en realidad de cuán solo estoy.
III
No soy yo el que escribo, es culpa de mi mano necia;
estoy entumecido; tu ausencia me anestesia
mi corazón moribundo, inmundo, clama tu presencia
pero aprecia como me destruiste con tanta decencia.
IV
¿Acaso lo planeaste?
La forma en la que me hablaste,
las palabras que usaste
o el "amor" con el que me miraste.
La forma en la que suspiraste,
gemiste, reiste, lloraste
o hacerme sentir vivo las veces que me besaste.
V
Qué hermoso te reías cuando me mataste,
mi vida está vacía desde que te marchaste.
No te culpo por dejarme, sé que soy un desastre,
Con calma y sin armas los fragmentos de mi alma te llevaste.
VI
Mis demonios me reprochan que tú eres feliz sin mí.
Mis sueños se trasnochan al ver que no estás aquí.
Estoy ciego desde la última vez que te vi.
No le vendí mi alma al diablo; yo te la regalé a ti.
VII
Te llevaste mis dos ojos que me arrancaron dos cuervos.
Tu cuerpo, tus labios rojos, te pienso y quedo lerdo.
Ya casi no me concentro, no te encuentro y yo me pierdo
y ninguna adicción me crea distracción fuera de tu recuerdo.
VIII
Acepto que no estoy cuerdo porque te amo con locura.
Y esta letra procura que no recuerdes mis escrituras.
Mi cordura murió en algún poro de tu hermosura
donde mis ojos en picos negros te miran con gula.
