Hellooo darlings! aqui esta el capitulo*---* espero les guste, comenten y voten porfavor!! Lean My World,Your World de Cameron Dallas y Hush-Hush de Shawn Mendes
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-Llegamos...-
Miré a mi alrededor con cierta incertidumbre al escucharlo. Baje de la moto.
-Como sabes que Brent está aquí?-
Se mantuvo callado sin contestar mi pregunta. Estábamos en medio de un espeso bosque que cubría el borde del acantilado de Dover. Todo era evidentemente sospechoso. Chad se comportaba extraño, el lugar era extraño, la situación era extraña..... Definitivamente todo era anormal en esos momentos.
Dejó la moto en un lugar y comenzó a caminar entre los arboles. Volteó a mirarme.
- Y? Por qué te quedas ahi parada? Vamos!-
-No hasta que me digas con quien hablaste por teléfono... Como sabes que Brent está aquí?-
Un grito se escuchó a lo lejos.
-No! Stan lo va a matar!-
Gritó mientras comenzaba a correr. Quedé inmóvil unos segundos antes de reaccionar.... Acaso dijo Stan? Su mejor amigo Stan mataría a Brent? Demasiada información para analizar en ese momento. Solo comencé a correr detrás de él, cruzando la espesa arboleda hasta llegar a la luz del diá, donde las copas de los arboles ya no tapaban el sol y el limite del acantilado separaba la vida de la nada. Y fue en ese momento en que la escena frente a mis ojos se apoderó de cualquier reacción alguna... A mi izquierda un tipo yacía en el suelo con el rostro levemente ensangrentado, mientras alguien huía del lugar, sin dejarme ver con claridad quien era. Al borde del abismo, justo al frente, se encontraban todas mis sospechas hechas realidad, lo que menos quería y lo que mas temía: Stan, el mejor amigo de Chad, forcejeaba con Brent para ganar posesión de un arma, golpeándolo y tentando a la muerte desde el borde del enorme acantilado.
-SUELTALO!!!! -
Grité mientras apuntaba con mi arma hacia Stan. Esa era yo, la estúpida que se escondía detrás de una bala, la que hasta ese momento creía que todo se solucionaba con solo apretar el gatillo... Pero en verdad había llegado a la situación limite. Delante de mis ojos tenia a Brent, vivo, cegado de tantos golpes, pero vivo al fin... A un asesino Stan al que no le importaba nada mas que salvarse a si mismo a costa de la vida de cualquiera... Y a Chad, la persona que me había traicionado, quien había entregado a mi hermano como señuelo, como objeto de cambio, como si su vida valiera nada mas que unos cuantos billetes sucios.
- Tu... Chad.-
Dije apoyando el arma en su frente, mirandolo a los ojos, esos ojos azules que alguna vez me habían hecho creer que él era mi salvación, y que hoy reflejaban solo una cosa: Traición.
-Porque me hiciste esto? Porque?-
Comenzó a caminar hacia atrás, impulsado por el miedo y por mi frío revolver en su frente. tragó saliva.
- _____ no es tiempo de eso... Yo puedo explicártelo, pero hay que salvar a Brent-
-Salvar? Salvar? Tu lo entregaste! Tu fuiste cómplice de esto!-
-Puedo explicártelo-
-Mejor se lo explicaré yo-
La voz de Stan se escuchó detrás de mi. El resto de la historia se refleja en mi mente como flashes, como fotos perdidas en mi retina, como luces que se prenden y se apagan....
La mano de Chad arrancando de un tirón el resolver de mis manos, empujandome hacia un costado haciendome caer, apuntando hacia Brent, Stan apuntando hacia mi. El trayecto de ambas balas que parecían ir en cámara lenta, como en silencio, como si no quisieran ser descubiertas. El eco del acantilado hizo ese momento aun mas intenso, aun mas incierto, hasta que los proyectiles encontraron su lugar en el mundo... Uno de ellos simplemente se perdió en la nada, mientas que el otro halló su fin directo en el pecho, directo en la muerte..... Directo en Stan.
-Nooooooo! -
Grité como obvia reacción, detrás de mi la voz de una mujer se oyó, mientras que la voz de un chico logró calmarla.... Ese era Nash, pero no logré detenerme en él, tan solo corrí hacia Brent. Lo levanté como pudé del suelo, estaba herido, totalmente golpeado y desmejorado, pero aun así sonrió al sentir mis brazos rodeándolo.
-Sabía que vendrías por mi-
Susurró con sus ultimas fuerzas.
-Shh. Ya estoy aquí. Ya estoy aquí-
Fue lo único que pude decir mientras besaba su frente.
Miré hacia un costado, allí estaba el cuerpo sin vida de Stan. Miré a Chad que aun estaba parado en el mismo lugar desde donde había ejecutado el disparo letal. Él y yo siempre habíamos sido sangrientos, jamas nos hubiera importado matar a alguien por salvar lo nuestro, pero del dicho al hecho existía un paso abismal. Alguna vez por Chad me había convertido en en ladrona... Hoy por mi Chad se convertía en asesino.
-Lo mataste-
Dije mientras lo miraba con el arma en sus manos. Caminó hacia mi.
-Cualquier cosa con tal de comenzar mi error. Perdonenme. -
Confesó de rodillas, llorando y en pleno shock. El sonido de una patrulla se escuchó a lo lejos, los pasos y corridas retumbaron entre el
Bosque... La policía había llegado y la escena no era para nada favorable: Un muerto y un solo culpable. Miré en sus ojos rojos de llanto y culpa. Por mas de que él hubiera sido el causante de tanto dolor, no podía dejarlo, no podía dejar que lo encarcelen, no... No podía abandonar a Chad. Tomé el revolver del crimen y lo tiré con fuerza hacia el acantilado, hacia lo mas profundo del mar...
-Huye.-
Susurré sin pensarlo.
-Pero tengo que pagar lo que hice-
-No... No quiero ver como alguien mas que amé termine en la cárcel, no quiero acordarme de ti y ver reflejado a mi padre. No quiero. Vete Chad, vete-
Los pasos se escuchaban cada vez mas cerca de nosotros. Mordió sus labios y pasó la mano por su rostro.
Se levantó del suelo.
-____.... Pase lo que pase, siempre te voy a amar-
Miré al suelo. No podía mirarlo a la cara sin sentirme inmersa en una terrible confusión.
-Solo vete Chad, márchate antes de que me arrepienta-
Fue lo ultimo que dije. Cuando volví a levantar la vista porque los policías ya habían llegado, él ya no estaba, ya había desaparecido no sólo del lugar... Si no de mi vida.
-Brent!-
Gritó mientras se acercaba a nosotros... Piel blanca, ojos celestes, cabello castaño desteñido, ropa de colegio, extremadamente delgada.. Esa era Janet. Tomó la mano de Brent y me miró, casi pidiendo permiso por hacerlo, con temor. Le devolví la mirada.
-Tenias razón.... Estaban juntos-
La voz ronca de Nash, agotada pero tranquila se escuchó detrás de su hermana mientras apoyaba una mano en su hombro y se arrodillaba a su lado. Observó a Brent.
-Como está?-
-Estará bien...-
Fue lo único que alcancé a decir cuando uno de los paramédicos nos cubrió con frazadas y comenzó a cargar a Janet y Brent en sus respectivas camillas.
-Nash! Nash! Estas bien?-
-Nosotros llamamos a la policía, y ya le avisamos a tus padres irán directo al hospital donde llevarán a Janet. Todo estará bien! Ya terminó hermano. Se acabó-
Sus 2 amigos lo rodearon de contención y allí estaba yo, parada a un costado de la camilla de mi hermano, acariciando su rostro, preocupada por lo que seguiría después de esto. Me importaba saber como sería mi vida después de tantas cosas, ¿Debía empezar de nuevo? ¿Debía seguir igual? ¿Cómo podría enfrentar todo esto ahora sin Chad?.
-_____... Los médicos te llevarán a ti y a Brent al mismo hospital que a nosotros, para asegurarse de que no haya lesiones graves y para que terminen de curar la herida en tu brazo. Esta bien?-
Nash preguntó mientras apoyaba una mano en mi hombro. Asentí con la cabeza. Era lo único que podía hacer en ese momento. Sonrió y encontró la manera mas precisa de hacerme sentir bien... Simplemente me abrazó, me contuvo entre sus brazos por unos minutos que parecieron eternos y fue en ese momento en que por primera vez mis brazos también rodearon su cuerpo, tambien quise saber que se sentía abrazar a alguien cuando en verdad lo necesitaba, Que se sentía recurrir a alguien cuando el mundo parecía caerse, que se sentía ser aceptada, que se sentía el hecho de que alguien se preocupe por mi.
-Quien acompañará a Janet Grieren la ambulancia?-
La pregunta de uno de los médicos nos obligó a soltarnos.
-Yo... Soy su hermano-
-Bien, ya nos vamos-
Anunció al mismo tiempo en que comenzaba a mover la camilla de Brent hacia la otra ambulancia.
Me miró.
-Nos vemos allá-
Me sonreí disimuladamente. Él besó mi mejilla.
-Nash!-
Grite al verlo marchar. Volteó a mirarme.
-Gracias-
Me devolvió la sonrisa guiñando un ojo. Subió a su ambulancia, yo hice lo mismo. Me senté a un lado de Brent y lo contemplé todo el camino al hospital. Él permanecía inconsciente, parecía dormir profundamente... Pero yo estaba bien despierta, maldiciendo como siempre en mi interior el día en que Nash Grier y toda su perfección habían aparecido en mi camino, no solo para cambiarlo todo, si no para hacerme sentir diferente.... Completamente extraña y confundida. No sabia porque pero de algo estaba segura.... Sentirme así me daba miedo. Mucho miedo.
