capítulo 10

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Terminamos tomándonos dos copas más entre risas y confidencias, era fácil hablar con ella, sus salidas hacían que me olvidase de todo y me descojonara con sus anécdotas. Volvimos a la realidad cuando tocaron la puerta y Alex junto a Eric entraron.

—Está todo listo chicas, nos vamos de excursión así que dejen esas copas y vayámonos a disfrutar de las motos y el encanto de la isla.— Dijo Alex divertido.

La relación que tenían los dos hermanos era admirable, Alex parecía proteger a su hermana pero le dejaba su espacio para divertirse, y que fuesen juntos a todos los sitios demostraban lo mucho que se querían. Beca me contó que no siempre habían estado tan unidos, los primeros años no se podían ni soportar, eran los dos unos traviesos y cada cosa que rompían le culpaban al otro, pero desde que tuvieron un accidente y se temió por la vida de Alex, jamas volvieron a separarse ni pelearse.

—¡Vamos!—Gritó Beca mientras se ponía de pie en la cama y dando un salto cayó ante Eric y le besó.

Se cogieron de la mano y salieron del camarote entre besos y arrumacos, mientras Alex y yo los seguimos sin hablar. Las copas que nos habíamos estado tomando Beca y yo me estaban afectando, no era esa sensación de borracha pero si notaba como mis sentidos estaban un poco afectados.

Estaban ya todos con unos chalecos negros y cargando las motos con lo que parecía comida y bebida, iba a ser la primera vez que iba a subir en una moto de agua, y me aterraba pensarlo, aunque algo me aliviada que Nick se mostrase tan tajante en que me llevase él.

—Ya saben las normas, en estar todos subidos ponemos el contacto y en cuanto contemos tres todos salimos y el primero que pise tierra gana, nada de juego sucio, ya saben a lo que me refiero.—Nick explicó las normas mientras me hacia un gesto para que subiese.

Debí mirarle con mala cara, en cierto modo porque no estaba segura de la estabilidad de la moto, por lo que me ofreció el brazo para que me apoyase a él y de un impulso me coloqué encima de la moto. Era tan grande que apenas notaba que se movía, era asombrosa la estabilidad que tenía.

El resto hizo lo mismo, cada conductor llevaba un acompañante, ya estaban todos listos cuando Nick sin ninguna dificultad se sentó delante de mi.

—Necesito que te cojas bien, si no lo haces podrías salir volando, y ninguno de los dos queremos que te caigas al mar ¿no?— dijo tajante a lo que yo negué con la cabeza.— Pues cógete a mi cintura lo más fuerte que puedas.

—Hay unos agarradores aquí detrás, creo que prefiero usarlos.— dije mirando a las dos manetas que había en los laterales.

—De ninguna forma, si no te coges a mi perderemos aerodinámica y no quiero perder, nunca lo hago.— su mirada era desafiante, pero a la vez un destello en los ojos me hacía pensar que se estaba divirtiendo.

—Está bien.— mis brazos rodearon su cuerpo cubierto únicamente por el chaleco, el contacto piel con piel nos provocó a ambos una extraña sensación, hizo que su cuerpo se pusiese en tensión, y mi respiración se viese afectada.

—¿Estáis listos?— chilló Nick y se escuchó un sonoro si del resto.— Pues solo queda decir que gane el mejor.— Al unísono contaron hasta tres y todos salieron cogiendo en seguida velocidad.

La moto de agua iba dando golpes sobre las olas, la sensación era increíble, la adrenalina que estaba sintiendo no se parecía en nada de lo que había vivido antes. Aunque las salpicaduras no me dejaban ver apenas las otras motos, estaba segura que íbamos más adelantados que el resto.

—¿vas bien?— Me gritó Nick.

—Si, no te preocupes por mi, ve más rápido.— le di ánimos a lo que inmediatamente, la moto de agua cogió más potencia y empezó a ir a mayor velocidad.

Lo prohibido causa tentación (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora