Capitulo 7. Recorriendo el perímetro.

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Judy:

Desde luego que me asuste cuando Nick me agarro del brazo, fue tan... violento, nunca lo había visto de esa forma, algo malo estaba pasando con el, no podía dejar de preocuparme por él.

Cuando ambos nos subimos a la patrulla la cara de Nick era muy evidente, se estaba recriminando su resiente acción de tratarme así, no quería empeorar las cosas pero la verdad es que si estaba asustada, pero no iba a permitir que Nick se sentirá más mal, le hable con clama, casi parecía extraña la manera en que le conteste pero fue lo primero que se me ocurrió para que se sintiera mejor.

Los minutos pasaban y el silencio en la patrulla era muy absorbente, incomodo, solo podía escuchar las respiración de Nick, también podía oler su aroma, no tenia un gran sentido del olfato pero desde luego que olía a Nick, era muy atrayente.

Cuando llegamos a la calle donde supuestamente debita estar el camión, escondí la patrulla unas calles antes, creí que seria buena idea hacer un a revisión de perímetro, no estaba totalmente calmada, Nick me preocupaba y mas porque por alguna razón estaba temblando y estaba segura que de frío no era porque tenia su anorak, ademas, estaba desobedeciendo una orden de Bogo, pero no tendríamos otra oportunidad igual a esta.

Nos bajamos del auto.

— Muy bien Nick, yo iré por la parte principal, tu encárgate de la parte trasera ¿de acuerdo?

— Muy bien, enciende tu radio, no quiero perder comunicación contigo.

— Claro.

Me cubrí con el anorak y me coloque la capucha para pasar un poco mas desapercibida. La calle principal estaba llena de nieve, mis patas se empezaban a enterrar en la nieve << debí de ponerme los zapatos de nieve que estaban en la patrulla>> con la radio en una mano y la otra muy cerca de mi arma inspeccione el vecindario poco pintoresco, la pintura de las casas estaban desgastadas y parecía con bastante obviedad que esas casas estaban abandonadas, tal y como dijo Nick, desde luego algunas si estaban habitadas, se sabia por las columnas de humo que salían de ellas por sus chimeneas, pero la casa donde supuestamente debería de estar el camión no daba indicios de nada, hasta que vi las huellas de los neumáticos que daban a la entrada. Era una gran casa con una enorme cochera. La casa tenia un color blanco amarillento, con restos de oxido en las orilla de la cochera por la cortina de metal.

Me acerque a la puerta, coloque mi oreja para tratar de escuchar y desde luego que escuche voces, muy muy en el fondo de la casa. Para poder entrar debía tener una orden o una causa probable, así que decidí que debía buscar una ventana para revisar y vigilar si todo estaba bien.

Trepe por la puerta para llegar a la ventana del segundo piso, fue cuando vi que la ventana esta abierta, por un instante dude si debía entrar, fue cuando escuche una conversación bastante interesante.

— Acordamos una tonelada, y solo me traes un camión a la mitad de su capacidad con apenas un cuento de mi mercancía, esto no fue lo que acordamos.

Era una llamada telefónica. Saque mi pluma en forma de Zanahoria para grabar esa conversación.

— No me interesa los detalles de tu incompetencia, quiero mi mercancía en menos de una semana, por tu estupidez tengo a los policías sobre mi, casi mato a alguien hoy, no seria la primera vez que debo limpiar tu desastre, si me vuelves a fallar matare a tus hijos, me cogere a tu esposa y te matare después de que lo hayas visto todo- hubo una pausa larga, supuse que colgó el teléfono - traiganme a ese zorro. 

Cuando escuche eso temí que fuera Nick, me metí a dentro de la casa y me escabullí arrastrando para hacer el menor ruido posible. Sentía mi corazón latir con fuerza. Me asome por el pasillo, seguí arrastrándome hasta llegar a las escaleras, donde podía observar con claridad como los lobos cafe llevaban a algún en sus manos, un mamífero pequeño. El lobo blanco con edad que concordaba con la información que nos dieron.

— Muy bien pequeño estafador- dijo el lobo blanco dirigiéndose al mamífero pequeño sentado en la silla con una bolsa negra sobre su cabeza - ahora si metiste la pata.

— Lo único que pequeño aquí son tu huevos idiota - esa voz la conocía.

— Quítenle la bolsa. - desde luego sabia quien era, se me congelo el cuerpo al reconocerlo. - Tienes agallas zorro, muy bien, podemos hacer esto por las malas o las peores, tu eliges Finnick.

Tome mi radio.

— Nick, tenemos un problema.

Mi amada es mía y yo soy suyo.Kde žijí příběhy. Začni objevovat