Capítulo XVIII

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Día dos.
Tomamos el desayuno en el restaurante del hotel, una comida terrible.
Me gustaría tener más tiempo para decidir si tomar la vida de Frank o no, pero tengo unas cuantas horas para escoger. Y más me vale elegir la mejor opción.
Imagino la escena, el débil cuerpo del castaño quedándose sin energía, mis manos manchadas con su aún tibia sangre, mi cuchillo profundizarse en su piel causando más daño, nuestros cuerpos cada vez más cerca, incluso imagino su rostro decepcionado, sus ojos llenos de tristeza soltando lágrimas de dolor. Y más que nada, su alma desvanecerse.
<No quieres que nos dejen de nuevo>el castaño toca con delicadeza mi hombro y besa mi mejilla.
Rápidamente quito la expresión pervertida de mi rostro y sonrío por el gesto.
<Adelántate, mamá me dijo que le llamara>sonríe de vuelta y sin decir más, le hago caso.
Me encuentro traspasando la puerta de la habitación y pienso, durante el tiempo en el que estuve con Frank, Linda jamás le dijo eso que dice el castaño.
Al pensarlo, prefiero no cerrar la puerta y en vez de eso, pego mi oído a la pequeña abertura.
Hay silencio, el chico espera a que otra persona conteste desde el otro lado de la línea.
<¿Estás aquí?>habla por fin. Hay una pausa algo larga.
<¿Y qué tal si tienes razón?>chasquea con los labios<No quiero terminar como aquel tipo>se apresura a hablar.
Desde donde estoy, sigo escuchando.
<Mire, estoy seguro de que se equivoca, pero si usted insiste>
No hace falta ser adivino para saber de quien se trata, es el jodido agente detrás de mí.
Ese desgraciado nunca va a dejar de perseguirme hasta hacerme confesar mi acto. Y ahora con Frank a su lado le será más fácil atraparme, usa al castaño como cebo, sabe que mis impulsos me dominarán, dejará que el chico muera solamente para probar que él siempre tuvo la razón acerca de mí. Una cacería muy sucia. Pero sinceramente me agrada.
<Ya le dije, solamente visitaremos esos lugares, si salgo del hotel para otra razón, entonces le haré saber>al final levanta la voz y golpea el teléfono para colgar, el chico gruñe y pisotea acercándose.
Como reflejo suelto el picaporte, con pisadas rápidas pero silenciosas me alejo de la habitación, volteo hacia atrás, el chico ya se encuentra saliendo. Me agacho y finjo atarme las agujetas.
<¿Todo bien?>habla con un tono alto, yo pretendo escucharlo y asiento, apresuro el movimiento de mis manos y por fin me levanto.
<Caí sin querer, olvidé atarlas>pronuncio con calma y seguido señalo mis pies.

Terminamos de visitar el museo histórico, nos han dejado libres un rato, Frank y yo nos alejamos un poco del grupo y caminamos hasta un parque. Hay demasiada tensión entre los dos, es como si ambos supiéramos lo que viene. Y es que lo hacemos. El detalle aquí es que Frank será la víctima, se encuentra en constante presión al pensar que soy el asesino y él es el que sigue, pero quiere mentirse, borrar eso de su mente y pensar que somos dos jóvenes amantes. Y yo, sigo imaginando esa escena de hace rato, su cuerpo sangriento, su rostro, su sangre sobre mi cuerpo.
Casi no hay palabras entre los dos, solo miradas y sonrisas incómodas, algo está pasando y lo sabemos.

6:40 pm
Regresamos al hotel, la noche se acerca y con ella el momento que he estado planeando.
Verán, debo ejecutar el plan hoy mismo, mañana será nuestro último día en la ciudad por lo que me quedaré sin lugar.
<Nos han comentado que pueden nadar en la alberca del lugar>la asesora interrumpe nuestra cena<Está techada y climatizada, la nieve no es problema>al terminar de hablar, los chicos se emocionan y terminan su comida de manera rápida, van dejando el comedor para subir a cambiarse.
Después de unos minutos los únicos aún sentados somos Frank y yo, contemplando la comida sin decir nada.
<¿Qué pasa?>se acerca la maestra a cargo de nosotros.
Ambos levantamos la mirada y sonreímos de manera fingida y respondemos con un "nada".
<Es su noche, chicos>palmea nuestras espaldas y sonríe<Disfrútenla>nos da ánimos y se va.
Solía disfrutar los asesinatos que cometía, ahora no estoy tan seguro.

De nuevo, silencio. Los chicos juegan en el agua, cargando a las chicas en sus hombros. Aún hay tensión entre los dos.
El castaño deja la silla de plástico y se encamina hasta la alberca, toma asiento en el borde de cemento y procede a entrar al agua, permanece dentro un largo tiempo, comienzo a asustarme, tal vez quiere matarse. Por el susto me pongo de pie y me apresuro a caminar hasta donde saltó el chico.
Asomo mi cuerpo, Frank no se mueve, se deja llevar por el movimiento del agua.
Me arrodillo en el húmedo cemento, estiro mi mano y la meto en el agua en busca del castaño. Pero antes de que pudiera sacarlo, el chico sube a la superficie.
Su expresión es de sorpresa abrir los ojos y verme.
<No hagas eso>pronuncio con tono molesto, el chico sonríe y estira su cuerpo hacia mi, está por besarme.
Frank estira su brazo hasta mi cuello haciendo que mi cuerpo se acerque más al suyo. Suelta una risita y tira de mi cuello haciéndome caer a la alberca.
Con rapidez saco la cabeza y quito el agua de mi rostro.
Molesto empujo a Frank por los hombros, él solamente sigue con su risa.
<Eres un amargado>logra decir entre su risa, yo vuelvo a empujarlo pero esta vez me toma por los brazos.
Sonríe y tira de mí, acerca su cabeza a la mía.
<Todos están aquí, viéndonos>susurro entre nuestros húmedos rostros.
El chico cierra sus ojos, sonríe ligeramente.
<No me importa>murmura y por fin, nuestros labios se tocan.
Y como me temía, al despegarnos, las miradas están sobre nosotros, unas de asco y otras llenas de lástima.
<No hacia falta eso, ya sabíamos que les gusta la polla>el estúpido de Bratt levanta la voz para burlarse de nosotros y su séquito de estúpidos ríen.
Admito al castaño mostrarse por primera vez a la defensiva.
Da un paso hacia Bratt pero sostengo su mano y ahora yo lo apego a mis labios, ambos profundizamos el beso.
<Son un asco>habla de nuevo Bratt en el momento que nos separamos<Seguramente sus cerebros se dañaron, deben ser reparados>sonríe de manera sádica, con la cabeza le indica a los chicos que vayan por nosotros.
<Vámonos>murmuro y el castaño como yo, nos damos la vuelta y nadamos hasta la orilla.
Pero los perros de Bratt son más rápidos, me toman por el hombro y tiran de mi cuerpo, los otros hacen lo mismo con Frank.
<Más te vale soltarme, idiota>aprieto los dientes y forcejeo.
Pero me ignoran, aprietan el agarre y me alejan cada vez más de Frank.
<¿Qué les parece algo a la antigua?>Bratt de apresura a posarse entre el castaño y yo.
La bola de ineptos ríe y asiente.
<Lo que hacen es antinatural>levanta la voz y pone un tono de juez<Y deben ser castigados>ríe.
Los chicos que me sostienen toman mi cabello de forma brusca y tiran de él.
Miro hacia Frank, Bratt ahora se encamina hacia él pero antes de que pudiera ver lo que le hacen, me sumergieron en el agua privándome del oxígeno.
Lucho contra el agarre, ahora levantan mi cabeza, logro tomar un poco más de aire antes de que vuelvan a sumergirme.
Esta vez me dejaron dentro más tiempo del que mi cuerpo resiste, dejo de luchar ya que comienzo a quedarme sin energía.
Y en cuestión de segundos los chicos me levantan.
Las personas se ríen, no muestran preocupación alguna.
<¡Gerard!>entre la rosas grita el castaño.
Recobro la vista, algo nublada, los chicos aún me sostienen, sale agua de mi boca. Frank vuelve a gritar mi nombre. Haciendo gran esfuerzo, levanto la mirada, Bratt le murmura unas palabras al castaño.
<Se les va a quitar lo marica, ya verán>logro escuchar, los chicos que sostienen a Frank caminan hasta orilla, uno sale del agua, el otro desde abajo empuja a Frank hacia afuera y el primer chico tira de él.
El avellana forcejea para soltarse, sabe que algo malo sucederá.
Junto aire para gritar por ayuda pero los chicos vuelven a sumergirme en el agua.

Y todo por un maldito beso.


&quot;Psychotic Kid&quot; [frerard]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt