「 Labios Rotos 」✧ KookTae | OS

【 Labios Rotos 】

❧ . . ❀ . . ☙  

El tarareo del hada otorgaba una calma efímera al humano.

La única vez que hablaron fue cuando se vieron por primera vez. El hada se encontraba jugando con una pequeña sílfide que pronto huyo al percibir la presencia del humano. Las sílfides odiaban la crueldad.

Unas palabras bastaron para conocerse, un trato que se selló sólo al verse.

El humano no destruiría nada del bosque mágico si el hada seguía con su melodía, siempre encontrándose a la media noche cuando el silencio reinaba en el bosque y las luciérnagas eran lo único que iluminaba la copa de los árboles.

El trato era ese; sin palabras. Sólo un suave canto a cambio de que el bosque siguiera intacto de la maldad del humano.

Al menos hasta esta noche.

❝ Regálame tu corazón y déjame entrar a ese lugar
Donde nacen las flores, donde nace el amor ❞

Cuando el canto cesó el humano se puso de pie. Dispuesto a irse sin mirar atrás, la calma desapareciendo de él, y las raíces de la maldad volviendo a adueñarse de su corazón.

—¿Qué haces cuando te vas? –Esa melódica voz que escuchó solo una vez lo detuvo. Su corazón se agitó.

—Matar. –Espetó girando lentamente y mirando fijamente a los ojos contrarios, quizás esperando un atisbo de miedo... y poder alejarse con razón.

—Eso... no te creo. –El hada frunció el ceño acercándose gateando al humano para finalmente arrodillarse mientras lo analizaba.

El humano quedó maravillado con las alas del hada que se extendieron al notar su mirada, extendió una mano para tocarla, el hada no se alejó. – Sabes... que puedo arrancártelas en cualquier momento ¿verdad? No confíes en los humanos.

—Lo sé. –El hada miraba al humano, era tan hermoso como cruel. – ¿Por qué tu especie siempre nos busca, tortura y mata? –Soltó unas lágrimas.

—Dime... ¿Por qué sigues siendo bueno conmigo a sabiendas que soy malo? –Silencio, el humano solo se concentraba en acariciar las alas del hada– Tienes la suficiente magia y poder como para matar a todos, incluyéndome. Kim Taehyung, rey de las hadas.

❝ Entrégame tus labios rotos 
Los quiero besar ❞

Y la siguiente noche el humano habló.

—¿Tu familia? –Estaba sentado al costado del hada, mirando a la luna llena que empezaba a reflejarse en lago. Se esperó el abrupto silencio. – Entonces la leyenda es cierta.

—¿Cómo la cuentan ustedes? –El hada sabía que sus ojos cambiaron a rosa, signo de tristeza.

El humano gruño. –Con orgullo. –Una sonrisa cruzo por su rostro– Dicen que los gritos de las hadas eran tan valiosos como sus alas, al norte del bosque mágico encontraron cuatro hadas moribundas... de alas doradas. Eran de la realeza. Las ayudaron apresurando su muerte para evitar su sufrimiento, sus cuerpos inertes tendidos en el suelo mataron a los arboles cercanos. Los humanos los levantaron, evitando la destrucción del bosque y supieron que sus alas eran un regalo para quitar la pobreza del pueblo, así que las tomaron. –Su rostro endureció. – Estabas ahí.