Capítulo XVII

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La universidad de Chicago se encontraba casi como pueblo fantasma. Los alumnos extranjeros que tenían que vivir en el campus eran quienes se quedaban la mayor parte del tiempo en vacaciones. Así que Armando sabía que no se quedaría solo, además, Alejandra lo había convencido de que lo mejor era que se quedara ahí, y sus padres por supuesto que preferían no verlo, que tuviera la tentación de volver con Beatriz. Así que ellos fueron muy insistentes en qué no se regresara.

Ar: ¡Estoy harto! - Armando gritó levantándose del sillón dejando asustada a Alejandra.

Al: Pero mi vida que te pasa, cálmate y ven aquí - le dijo extendiéndole los brazos para que regresara al sillón.

Ar: No te sientes como que atrapada aquí, viendo tu vida pasar.

Al: Armando no exageres, llevas un día solamente de vacaciones - se reía.

Ar: Voy a morir si pasa un día más - el simple hecho de quedarse, lo atormentaba.

Al: Mira, hagamos una cosa, está noche, te invito a que te relajes - se levantó del sofá y lo tomo por los hombros - paso por ti a las 6 de la tarde.

Ar: No Alejandra, no estoy de ánimos - volvió y se sentó de nuevo a ver la película que estaban viendo.

Al: No, no, no. Nada de eso - regresó y le quitó el control para apagar la televisión - Dije que paso por ti. No quiero ningún pretexto de que esto y que el otro. Es una orden Armando Mendoza.

Ar: A sus órdenes mi generala - se puso la mano en la frente.

Al: Que gracioso, así te quiero de gracioso más tarde - lo jaló del brazo haciendo que se levantara y lo comenzó a empujar hacia la habitación - vamos, para que te bañes de una vez.

Ar: No, no Alejandra, no quiero - se resistía poniendo su peso en ella.

Al: Vamos te digo, o quieres que te meta a bañar como niño chiquito.

Ar: No gracias - se río - yo me se bañar solito - por fin llegaron a la habitación y Armando se fue directo al baño a abrir la regadera, mientras ella entraba a su walking closet para ver que escogía para que él se pusiera.

Al: Oye, tú solo vistes formal siempre - le dijo saliendo con un pantalón de vestir en la mano y una camiseta color azul con unas rallas dibujadas color azul cielo, inmediatamente salió, vio como Armando se tumbaba en la cama boca abajo cubriendo su rostro por completo - Armando te dije que te bañaras - dejó la ropa sobre la cama y lo jaló de nuevo del brazo.

Ar: No quiero - Alejandra le comenzó a pegar con la mano en los glúteos - Oye, tranquila - se levantó de la cama.

Al: No me voy a ir hasta que te metas a bañar, anda - le desfajó la camisa y comenzó a desabotonarse.

Ar: Ya, ya, generala. Me bañaré - se terminó de desabotonar y se quitó la camisa aventándosela en la cara a Alejandra.

Al: Óyeme, grosero - le dijo quitándosela camisa y Armando inmediatamente corrió a encerrarse en el baño - Más te vale Armando Mendoza que salgas bañado de aquí, porque voy a entrar y te voy a volver
a dar de nalgadas.

Ar: Si, si, si sargento - le dijo ya convencido en que no la haría cambiar de opinión.

Al: Ahora soy sargento, antes era generala - se dijo para ella misma. Buscó los zapatos para que tuviera lo mas completo el traje que se pondría esa noche Armando. Finalmente salió de la ducha, y Alejandra le dejó bien dicho que se vistiera con lo que le dejó sobre la cama. Mientras ella se iba a su casa a vestirse, no le dijo a dónde irían, solo que pasarían al campus para recoger a unos compañeros que ambos tenían en común. Así que Armando tuvo mejor ánimo porque sabía que la pasaría bien con ellos.

¿Cómo nos conocimos?Where stories live. Discover now