2.|Un arranque.

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-Alan,por enésima vez,¿qué te tiene tan molesta?- inquiere Kiam nuevamente en el tiempo que tenemos en la cafetería de la escuela.

¿Qué me tiene tan molesta?,será el hecho de que el estúpido de Joseph Miller estuvo haciéndome perder la paciencia con su ridícula y exasperante llamada nocturna,o quizás que no me ha estado yendo precisamente bien el día de hoy en la escuela,¿por qué?, porque tengo a unos profesores sumamente insoportables,porque olvidé mi cuaderno con la tarea de biología y porque hoy parece ser un buen día para convertirme en el blanco de los profesores con los que toco. Si,no tengo una sola razón para tener esta cara de pocos amigos.

-¿Yo?,no tengo nada.-me encojo de hombros en un vago intento de ocultar mi mala sangre,pero me percato de que es imposible ocultarselos justo cuando un par de ojos azules y otro par verdes me observan con el ceño fruncido.

Miro de Nadia a Kiam impaciente,ruedo los ojos y me dedico a mirar a otro lugar mientras como una patata de mi plato. Y mejor era seguir soportando el interrogatorio de Nadia y Kiam,porque mis ojos se arrepienten mil veces por haber dado con Joseph Miller en su intento de distracción,siento mis mejillas calentarse de inmediato y mi ojo izquierdo comienza a temblar,mi tic. Los chicos siguen mi mirada rabiosa y vuelven la vista hacia mi nuevamente, cuando me decido a mirarlos y a tratar de olvidar la presencia de Joseph Miller en la cafetería Nadia es la primera en hablar.

-¿Tiene que ver con Joseph,cierto?

-No...

-Alan...-advierten ambos a la vez.

-Bueno,okey,si tiene que ver con ese invecil.-resoplo al decir lo último.

Si bien que Joseph me ha causado miles de malos ratos en el tiempo que llevo sabiendo de su existencia,pero sus molestosos comentarios,bromas y demás siempre van dirigidos a mi de una manera más intensa,no me gusta que mis amigos me vean molesta por su causa,porque podrían llegar a creer que tengo una clase de obsesión o algo parecido con él, sin embargo las reacciones horribles que me causa no son invensiones mías.

-Él... Me llamó anoche y...

-¡No puede ser!-chilla Nadia sorprendida interrumpiendome.

-¿Le diste tu jodido número a Miller?-le sigue Kiam algo desconcertado con la idea. Pongo los ojos en blanco y me apresuro a negar con la cabeza.

-¡No vuelvas a decir esa mierda en tu vida!-señalo indignada y el levanta sus manos a cada lado de su cabeza  en señal de paz.- No sé, él solo llamó a mi celular diciendo que alguien se lo había dado,cuando le pregunté dijo que tenia sus contactos.-suspiro, debo anotar en una lista:

Buscar quien le dio mi número a Miller,cazarlo y colgar su cabeza en una pica.

Me puede resultar.

-Solo tengo algo que decir- empieza Nadia pensativa- te va a joder la vida por los siglos de los siglos amiga.-aprieta mi hombro y susurra algo acerca de condolencias.

-Cambia tu número.-sugiere Kiam y asiento.

-Sería más factible.-le doy la razón.

Ayer en mi crisis existencial no pensé en algo tan sencillo como eso,supongo que cuando se trata de ese tipejo se me hace facil ahogarme en un vaso de agua.

Conversamos un rato más dejando mi enojo atrás y sacando a colación las preferencias en chicos de Nadia y la preferencia en chicas de Kiam,ellos se sumen en una discusión hablando de lo superficiales que pueden ser ambos sexos haciéndome reír,llegan a un punto en el que suben tanto la voz que sobrepasa el ruido de las personas hablando en la cafetería por lo que todos observan nuestra mesa unos instantes y nos vuelven a ignorar cuando Nadia susurra un lo lamento.

Alan quiere un final feliz.© (Saga AMH#1)Where stories live. Discover now