Las lágrimas vuelven a aparecer, pero se mantiene callada, cierra la puerta de nuevo y camina a su habitación. Sabía que ese día, ella no debía de estar sola. Habré su habitación y con un último vistazo mira la fotografía que nunca soltó. Agarra cinta adhesiva y lo dobla, la coloca detrás de la fotografía y la pega en la pared. Ese día no la va a olvidar.

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Viernes

Ella sabe que ya es hora. Intento evitar a cualquiera de los jinetes para que no intentarán leerla, hizo su esfuerzo.

Cerró su segunda maleta con cuidado, su amiga debe de estar dormida ya que se sentía cansada, son las 11 de la noche, casi las 12. No podía dejar que el plan se desvaneciera, no podía.

Con cuidado bajo su maleta. La habitación que antes estaba adornada ya no lo estaba, ya no había fotos, ya no había nada, ni siquiera la alegría del lugar.

Avanzó hacia la puerta y la abrió, se detuvo al ver la fotografía que ayer había colocado con cinta. La quitó y la miro. Ambas chicas estaban sonriendo, era navidad, Anna le había regalado un collar en forma de corazón que hoy tiene puesto, ella sabe que no se lo merece.

Avanza hacia la puerta de su amiga y no hay necesidad de abrirla, ya estaba abierta. Estaba dormida, templaba del frío, y la ventana estaba abierta. Rápidamente avanzó hacia la ventana, la cerró lentamente y se dirigió a su amiga, la sábana estaba tirada, la levantó y la tapó.

Quería llorar, pero sabía que no podía. Ella no podía abandonarla, ella le hizo una promesa que nunca la abandonaría, que nunca la dejaría sola, pero ella sabe que no lo está, nunca lo ha estado. Se quita el collar que le dió y con cuidado lo deja en su mesa de noche que está al lado de la cama, le da un beso a la fotografía que tenía en sus manos y la deja junto al collar.

Saco la carta que tenía en el pantalón, y suspiró "Perdóname" su voz se corto y dejó la carta junto a la fotografía. Le dió un beso en la frente y la miro por última vez, sabía que nunca la olvidaría.

Salió de la habitación y cerró la puerta, no podía verla sin que las lágrimas salieran, soltó un suspiro largo y con determinación agarró sus maletas y camino sin pensamientos en su mente. Siguió sin parar, ya veía la puerta, solo necesitaba estirar su brazo y abrirla, pero una voz hizo que se detuviera.

Muy en el fondo sabía que esa persona podía leerla, más nunca lo quiso admitir.

"Vas a romper la promesa" Ella cerró los ojos con fuerza, soltó sus maletas y giró para ver a la persona que estaba atrás de ella. Merritt la miraba serio, mientras ella intentaba no llorar.

"No la estoy rompiendo" intento convencerse a sí misma que no era así

"Pero lo estás" Henley sonrió, pero no alegría, sus sonrisa estaba rota "¿Por qué?"

"Ya no puedo estar aquí Merritt" avanzó hacia el "Ya no puedo"

"¿Ya no puedes o ya no quieres?" Le pregunto con autoridad en su voz

"No puedo" negó con la cabeza "Quiero quedarme con ella, quiero verla feliz... Pero.." sus lágrimas salieron a brote, sin importar que Merritt la estuviese viendo

"The magician"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora