Capítulo tres

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CARIM

Estábamos en la interestatal, solo a unos... cuantos ciento de kilómetros de casa. Miré el camino pensando que esto era lo máximo que alguna vez me había alejado sin mis hermanas, me sentía dividida, quería estar junto a Sal, pero a su vez recorrería el mundo buscando a Eva. Sabía que algo había cambiado, yo había cambiado, no me sentía como antes y a la vez seguía siendo la misma. Sabía muy bien que había más de uno esperando mi regreso pero no podía volver, no sin Eva, no sin Leiden.

Suspiré y pedí en silencio ayuda a Vatur para no bajar los brazos, para no perder la esperanza. Pensé en Hass y en Furcht y recordé que nos habíamos detenido para llamarlos.

Mi teléfono no tenía señal, por lo que decidí hacerlo desde un teléfono antiguo pero que parecía ser el único aparato que funcionaba por ese sitio.

Cuando el mundo cambió, muchas cosas lo hicieron también con él. No solo los oscuros habíamos salido a la luz; ocurrieron además los peores desastres registrados.

Los humanos por siglos estrujaron y consumieron todo sobre y bajo la tierra, la usaron a diestra y siniestra creyendo que el cambio climático y el calentamiento global eran solo locas teorías de los estudiosos. Pero se equivocaron. El mar creció, primero tomó las tierras bajas y los puertos, como si el planeta mismo se cobrara venganza, y siguió y siguió subiendo. Ciudades como Ámsterdam eran solo un recuerdo, la postal colgada en la nevera de alguien. Las potencias mundiales entraron en guerra por las pequeñas porciones altas y cuando creyeron que aún seguían siendo poderosos, la tierra les demostró una vez más que no lo eran. Después de la crecida del mar vieron las tormentas de polvo como enormes paredes color terracota arrastrando todo, volviendo enormes desiertos los hermosos campos verdes; luego las tormentas de frío y helada. Era como si la tierra se estuviera sacudiendo tratando de deshacerse de ellos y de sus inventos. Por eso había sitios como estos, alejados del resto del mundo donde el único medio de comunicación era un viejo teléfono que parecía haber sobrevivido a todo, como nosotros.

Debía llamar a los chicos, a la S.A., aunque no deseaba hablar con Sal. No sabía muy bien por qué pero me dolía, sabía las razones por las que no podía estar a mi lado, y aun así no deseaba nada más en el mundo que tenerla aquí. Di un suspiro suplicando a la Diosa que me perdonara por mi egoísmo y marqué el número de la casa de los chicos. Me pareció lo más correcto.

Tomé el teléfono antiguo y sonreí ante la ironía de esta escena. Esta era una de las cosas irrisorias de mi mundo. Mientras muchas cosas evolucionaban como la convivencia humanos/oscuros, había otras que no cambiaban, por ejemplo la mierda de comunicaciones. El hecho de que la mitad del mundo se viera destrozado o bajo el mar tampoco había ayudado, así que estábamos en un mundo futurista en el que muchas cosas no funcionaban. ¡Genial!

Jhon estaba cargando el coche con provisiones para el camino. Aunque él no necesitaba nada más que aire para vivir, yo aún precisaba comer y beber agua. Mientras colocaba las cosas en orden, miraba a una mujer que se paseaba cerca observándolo como si él fuera su último alimento.

A veces me preguntaba qué significaría para él estar aquí, entre humanos y oscuros, en la tierra con tantas banalidades, pero parecía no importarle demasiado. Sabía muy bien que aún tenía una conexión con el cielo, no podía entender cómo ya que había caído y perdido sus alas y el privilegio, pero aun así él podía ver cosas que el resto de los mortales no veíamos. Al principio eso me había hecho desconfiar; con el tiempo fui aprendiendo que Jhon tenía sus momentos. Muchas veces los había hallado mirando a la nada misma sin entender qué era lo que hacía, aunque poco después entendí que él simplemente era distinto, distinto de mí, de todos, y cuando esos momentos pasaban, él lucía diferente, a veces como si estuviera muy cansado; otras, parecía revitalizado. Había intentado preguntarle sobre eso, pero él simplemente respondió que era algo parecido a la meditación. Yo no sabía si se conectaba con su yo superior o no, pero poco importaba, él estaba aquí y eso era lo fundamental.

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⏰ Last updated: Oct 27, 2018 ⏰

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