Capitulo 1# "El comienzo de todo"

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Según las cuidadoras del orfanato entre cuando tenía dos años, les dieron mi nombre y apellido y mi fecha de nacimiento y me abandonaron allí. Pase seis años jugando y aprendiendo sola ya que ningún niño o niña quería jugar conmigo. Aparte de por que físicamente no era como todos los demás ya que era más alta que la mayoría de los de mi edad y alguno mayor que yo y porque estaba rellenita, creo que también fue por que las cuidadoras me querían mucho, supongo que era porque nunca di muchos problemas ni peleas siquiera cuando me estiraban del pelo…

Pero mi soledad cambio un día cuando estábamos en el recreo, decidí que quería que me dejaran jugar las niñas porque estaba harta de estar sola así que aquel día me acerque a ellas:

-          Hola chicas…- Lo único que sentí es que me miraban con cara de asco de arriba abajo.

-          ¿Qué es lo que quieres giganta?- Esa había sido Stacy la niña más bonita del orfanato aunque la verdad era una niña muy estúpida…

-          Quería saber si me dejaríais jugar con vosotras…

-          ¡NI HABLAR! No jugamos con niñas gigantas y gordas como tu…

Me miraron todas de arriba abajo y se dieron la vuelta para darme la espalda y empezar a hablar en susurros de mi… cuando de repente se dieron la vuelta y empezaron a decir todas juntas…

-          GORDA, GORDA, GORDA

Salí corriendo de allí y me refugie en un árbol que había en la parte trasera del orfanato, nadie se acercaba allí porque solía estar yo o un niño un poco raro que al igual que yo siempre estaba solo. Ese día no fue una excepción pero como quería estar allí me dio igual que él también estuviera me puse al otro lado de donde estaba él y me puse a llorar, sentía que nunca tendría amigos, hasta que hoy que alguien decía…

- ¿Por qué lloras?- Era el chico moreno que siempre estaba solo, nunca lo había visto hablar con nadie así que me sorprendió muchísimo… pero como estaba a la defensiva…

- No te importa déjame sola…- Seguí llorando esperando que él se marchara después de todo porque él iba a querer ayudarme…

- Vamos cuéntamelo… no me interesa mucho si te soy sincero pero siempre te he visto sola y cuando me ves en este árbol no te acercas como los otros niños, pero hoy te ha dado igual tengo curiosidad…

Levante la mirada para verlo, era pura sinceridad aunque hiciera daño… me quede alucinada cuando me fije bien en su rostro era un niño muy guapo con unos ojos negros impresionantes, no entendía por que los otros niños no querían jugar con él.

- He ido a donde las niñas, para ver si me dejaban jugar ya que estoy harta de estar sola, pero…- Me volví a echar a llorar

-  Y se han empezado a meter contigo… ¿no sabes que es mucho mejor solo que mal acompañado? Yo siempre estoy solo y no se esta tan mal cuando se meten conmigo les hago alguna jugarreta y me dejan en paz…- La mirada que le vi me dio mucho miedo, era como vengativa pero en ese momento lo único que llegue a pensar era que un niño hablaba conmigo sin meterse conmigo…

- Ya pero de vez en cuando, quiero contarle a alguien cosas que me pasan por la cabeza, hablar con alguien de mi edad no con las cuidadoras… ¿Y tú por que estas solo?- Me miro y suspiro, después se sentó al lado mío, eso me dejo alucinada porque incluso en clases me sentaba sola en un pupitre.

- No me puedo creer que no sepas de mi, todos los niños se alejan de mi por miedo ¿no te lo ha dicho nadie?

-  Si claro me lo dicen todoooos mi amigos, como tengo tantísimos… ¿Quién quieres que me contara de ti?- El se echo a reír la verdad que me dio risa a mi también.

- Si tienes razón… es que bueno…

-  ¿Qué?

- Tienen miedo de mi, por que alrededor mío pasan cosas raras cuando me enfado incluso las cuidadoras me tienen miedo… así que…

-Si te prometo que yo nunca te tendré miedo… ¿serias mi amigo?- Él miro muy sorprendido, con los ojos abiertos como platos.

-¿Lo dices en serio? ¿Quieres ser mi amiga?

-Sí, los dos siempre hemos estado solos, nos entendemos…

-No necesito a nadie… además dudo que no me tengas miedo en cuanto veas algo raro me abandonaras como todos…

- ¡No! Yo cuando prometo algo lo cumplo. ¿Trato hecho?- Le extendí la mano para hacer el trato, él dudo un momento y me miro con cara amenazante mientras me daba su mano.

- Hecho, pero… ¡como se te ocurra tenerme miedo lo lamentaras!- Ahí si que me dio miedo su mirada, pero trague saliva, y trate solo de pensar que tenía un amigo y que nunca lo abandonaría.

- No te preocupes, seré como una lapa… me llamo Ariadne, pero me puedes llamar Ari. ¿Tu cómo te llamas?

- Tom Marvolo.

- ¿Te puedo llamar Marv? Es que hay muchos Toms en el orfanato…- Me miro sorprendido.

- Eee… bueno si claro no veo por qué no, además odio mi nombre así que…

- ¡Bien!- Me eche sobre él para abrazarlo, cuando lo deje vi que estaba alucinado con mi reacción..- ¿Te sentarías al lado mío a la hora de cenar Marv?- Le sonreí para que me dijera que si con todas mis esperanzas.

-Si claro, si me dejan las cuidadoras, porque…

-¡Lo harán no te preocupes!

Aquel día lo pasamos juntos, menos las clases por que él tenía un año más, pero a la hora de la cena las cuidadoras no querían que nos sentáramos juntos, pero me puse a llorar y a decir que si no me dejaban sentarme al lado suyo no cenaría, ellas no me creyeron pero en cuanto vieron que ni cene ni desayune, al día siguiente en la comida me dejaron sentarme a su lado.

Amigos de la infancia (Tom Riddle y Ariadne)Kde žijí příběhy. Začni objevovat