* * * * * *

Habían pasado 3 días. Y el pequeño Agoney no sabía nada de su hermano. Sus padres le decían que se había ido, pero él no entendía dónde, ni porqué.. Si aún tenía que acabar de leerle el cuento de los caballitos, y un montón de cosas más....

Su insistencia pudo con la paciencia de su padre, que de repente le gritó:

- "Tu hermano no va a volver. Nunca."

Agoney se quedó callado. No entendía bien el significado de "nunca", no sabía si eso era poco o mucho, si eran semanas, meses o años, pero por las miradas que se estaban echando sus papás y la tensión que notaba, sabía que no debía volver a preguntar.

* * * * * *

Tenía 7 años cuando conoció a Raoul.  Agoney y sus padres se trasladaron a otra ciudad, y el pequeño tuvo que empezar de nuevo en otro colegio con nuevos amiguitos que conocer.

No había olvidado a su hermano en esos 3 años, aunque su recuerdo estaba un poco borroso. Él era muy pequeño, y sus padres no conservaban fotos de él, o al menos él no las había visto. Podría llegar a pensar que Ricky no fue real, una especie de amigo imaginario, pero sabía muy bien que no era así. El Mickey Mouse al que se aferraba todas las noches le seguía recordando su perfume, sus ojos y su voz. Realmente era mágico.

Él sabía muy bien que no quería olvidarse de él, por eso se armó de valor para pedirles a sus padres una fotografía de su hermano. Y quería saber de él. Todo. No iba a tener miedo de preguntar.


- "Raoul, ¿Qué significa mueto?"

Agoney miraba al rubio con ojos interrogantes. Estaban ya a mitad de curso y se habían vuelto amigos, muy amigos. Ambos estaban jugando en la habitación del moreno. Esa noche, Raoul se quedaba a dormir en su casa por invitación de sus padres.

- "¿Mueto?"

- "¿Qué es estar mueto?"

- "¿Muerto?"

Agoney se encogió de hombros. Su padre lo había gritado muy alto pero muy rápido. Era la primera vez que escuchaba esa palabra y no recordaba bien cómo la había pronunciado.

- "Muerto es que vives en una estrella" – Dijo el rubio con entusiasmo

- "¿En una estrella se puede vivir?"

- "Mira ven" – Raoul se levantó y le tiró hacia él para que le siguiera al balcón. Le señaló el cielo de aquella estrellada noche – "¿Ves esa que brilla tantísimo?"

- "Sí"

- "Mi mamá vive ahí"

- "¿Tu mamá está muerto?"

El rubio no se molestó en corregirle. Quizá ni siquiera le escuchó. Se limitó a mirar hacia la estrella mientras inspiraba profundamente.

- "¿Y cómo ha llegado ahí?"

Esta vez el pequeño rubio sí que respondió.

- "Se fue en un cohete. Mi papá me lo dijo. Va a hacer una misión muy importante."

"¿Crees que mi tete estará con ella?" – Agoney miraba fijamente la estrella mientras se imaginaba que Ricky lo veía y le sonreía desde allí arriba

- "Pues si cogieron el mismo cohete, a lo mejor. Pero mi papá dice que en cada estrella solo hay sitio para uno, así que tu tete estará en otra estrella. Esa es solo de mi mamá"

- "¿Te acuerdas de ella?" – Agoney seguía con el miedo de llegar a olvidar a su hermano. Sus ojos, su sonrisa, el cariño que le transmitía en cada abrazo y lo protegido que se sentía con él.

Aquella estrella de alláWhere stories live. Discover now