La Lección de Zayn

Extra

Stan se metió en el nuevo suéter color pastel que Liam le obsequió el día anterior, se miró rápidamente en su espejo y sonrió satisfecho por el atuendo que combinó para ese día. Su nueva prenda y un pantalón ajustado fue lo que sus curvas dieron vida, luego con los rizos alborotados.

Salió de su habitación y bajo las escaleras, el pequeño adolescente dejó al aire un sonido de sorpresa cuando encontró a sus padres en el sillón, besándose profundamente. Liam se mantenía acostado sobre su espalda, rodeando los hombros de Zayn mientras lo acuna entre sus piernas.

—Espero que papá Zayn esté cuidando de papá Liam, podrían lastimar al bebé— Stan salto cuando Chris apareció detrás de él.

—¡Ahora el sofá! ¿Que sigue, el porche?— Leight llega con su drama de cada día y Damián miro curioso la escena en los brazos de su hermano.

—No estoy dejando todo el peso en Liam— Zayn termina el beso y se mueve hacia un lado para mostrar que sus brazos lo sostienen y no roza el pequeño vientre hinchado de Liam.

—Yo siempre he pensando que papá Z es el más caliente de los dos—Chris dice y con sus dedos alborota un rizo de Stan. —Pero ahora que el bebé es niña está alborotando más las hormonas de papá Liam.

Las mejillas de Liam se ahogaron en un rubor intenso y avergonzado por las palabras de su hijo mayor, se escondió en el cuello de Zayn. Abrazándolo fuertemente con sus piernas.

—Papá prometió no dejar más niños en papa Li— Leight recordó.

—No veo esa promesa en un futuro.—

—Dejen a su padre en paz— dejando un besito en la frente de Liam y en su pancita, se levantó y se colocó el saco que su marido le había traído. —Chris, si tienes oportunidad llega un poco más temprano a la empresa, te necesito en una reunión.

Zayn se despidió de su familia y se fue, dejando una fila de chicos para despedirse de Liam quien seguía tumbado en el sofá, riendo por los besitos en su frente como si fuera un niño.

[...]

Stan y Yaser miraron tristemente a Liam colgar el teléfono de la cocina, su semblante lucia decepcionado.

—¿Y?— preguntó el chico.

—Escuche a mamá decirle a la empleada que ella no estaba en casa— los hombros cayeron, el castaño camino hasta la silla con su pequeña pancita. —No se porque sigo intentando, mis padres no quieren ver ni huella de mi.—

Stan se levantó y abrazó por detrás a su padre, compartiendo su calor. Yaser suspiró pesadamente, tragándose el malestar, Liam necesita consuelo, no amargura.

—¿Por que mis abuelos no quieren hablar contigo?—

—Ellos expresaron su desacuerdo cuando quede embarazo de Chris, dijieron muchas cosas que me lastimaron— Liam tomó las manos de Stan y lo atrajo a su alcance. —Creí que se les pasaría cuando Chris naciera, pero sólo Yaser estuvo con nosotros. Los busque para presentarles a Chris, pero ellos se negaron, preguntaron cómo iba a estar tan tranquilo con un bebé a mis diecisiete años. Luego Leight, tú y Damián, a ninguno quisieron conocer y ahora menos con tu hermanita.—

—Ellos se pierden de estar en esta hermosa familia, del buen hombre que te has convertido y en los guapos hijos que has dado a este mundo— Yaser limpio una diminuta lágrima, Liam sonrió levemente y dio un suave apretón a la mano de su suegro.

Suspirando, el castaño trató de alejar aquellos pensamientos de su mente, a su pequeña bebé no le hace bien que se ponga así.

—Dejemos eso de lado, mejor ayudenme a cocinar, tengo antojo de pastel de chocolate y no seré feliz hasta tenerlo.—Liam dijo con una sonrisa mientras se ponía de pie, rápidamente su sonrisa se borró cuando un mareo lo atacó, sintió como el brazo de Yaser rodeaba su cintura a tiempo antes de perder del todo el equilibrio.