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Damián
Habían transcurridos unos días, el ambiente dulce que siempre flotaba en el aire por las mañanas ya no existía, nadie comentaba sobre lo sucedido la noche del sábado. Liam seguía Sin mirar a sus hijos, sólo decía cortos diálogos para llamarlos a la mesa o llevar la ropa limpia a sus habitaciones. Al igual que Zayn, tenía su atención solo para preparar el traje de cada mañana.
Solo los primeros dos días de la semana que siguió, Zayn trabajo en la oficina de la casa para asegurarse que no cumpliera su amenaza de tomar sus cosas e irse. Luego del tercer día se iba muy temprano con los chicos detrás de él y Liam quedaba con Damián.
Stan fue el último en darle una mirada antes de bajar a Damián en el suelo y partir a clases. Liam mordió ya su lastimado labio, su dignidad caía cada vez más y su corazón duele al ver a sus hijos ignorarlo, pero debía mantenerse firme si quería que su familia cambiara y dejara de lastimarlo. Su pequeño hijo camino hasta él, alzando los brazos y el castaño no dudó ni un momento.
Fue hasta mediado de la tarde cuando el teléfono sonó por toda la silenciosa casa, Liam contesto extrañado de recibir llamadas, usualmente era Zayn quien llama solo para asegurarse de su bienestar o avisar que pasaría por él para ir a comer algún lado. Pero como están las cosas ahora, dudaría que fuera su marido, el orgullo tenía más espacio que su ego.
—¿Estoy hablando con Liam?
—¿Niall?— Liam alzó las cejas, sorprendido por reconocer la voz de su ex novio.
—Si— una alegría brotó en el hombre. —No sabes lo difícil que es conseguir tu número de casa.
—Uh, tal vez un poco— respondió Liam. —Si me has buscado en la empresa de Zayn, él ha probido toda información personal a cualquiera.
—Lo note— Niall río. —Ahora que tengo tu número te llamo porque la última vez que nos vimos, se me dio la curiosidad de salir a comer algún lado. Yo invito.
Las mejillas del castaño se encendieron en un rubor lindo, no recuerda la última vez que alguien lo haya imitado a salir. Nadie que no fuera su marido, desde que se convirtió en padre a muy temprana edad se concentró únicamente en Chris, luego sus demás hijos así hasta solo conocer de nombre a sus vecinos. No tiene amistades con quien pasar el rato, ni siquiera con las parejas de los empleados de Zayn. Solo a su amigo Harry, su ex vecino de la juventud.
—Entonces, ¿que dices?— Niall interrumpió los pensamientos de Liam, quien estaba poniéndose triste al recordar que toda su vida se ha dedicado a su familia y ellos no aprecian su esfuerzo.
—Me gustaría.
Tal vez era tiempo de disfrutar un poco su juventud perdida.
—Dame tu número del móvil para enviarte un mensaje con el restaurante— Liam gentilmente le dio los dígitos y colgó sin perder la sonrisa.
